Si algo lo caracterizaba de todos en el cuartel, era su sentido de humanidad con todos, sin importar su rango.
Pero el cabo Park Jimin, ponía a prueba su paciencia.
Había tratado de ser amable y pedirle amablemente que dejara el cuartel, que no era lo suyo y había insistido en que se quedaría.
Pero viéndolo ahí, sabía que era un caso perdido.
Jeon podía contar con una sola mano a los hombres como Park que habían fracasado bajo su mando y le sobrarían tres dedos.
Se levantó con algo parecido a la frustración y camino hacia el cabo que ni siquiera era capaz de hacer correctamente las flexiones de brazos.
—¡Más lentas!
El cabo Park no obedeció. Cómo era costumbre.
Pero para la mala suerte del cabo, ese día no tenía mucha paciencia.
Así que puso su pierna en su espalda, escuchó el quejido del hombre y volvió a gritar.
—¡Dije más lentas, cabo!
El hombre gruñó y él ejerció más fuerza en su espalda.
—¡Lentas!
—¡Maldita sea!
El cabo Park cayó al suelo y siseó de dolor. Él no quitó su pierna de encima de él.
—Levántese y hágalo bien.
—Quite su pierna, capitán.
—Levántese y hágalo bien —repitió.
Podía sentir la mirada de todos los cabos, también la mirada de Yoongi y Taehyung que seguramente se preguntaban porque reaccionaba así en específico con Park.
Para ser honesto, por diversión.
Quería llevarlo al límite y que finalmente desistiera.
Esa no era vida para él y para ser honestos, prefería que el hombre renunciara porque no quería cargar con su muerte en su mente, con la muerte de alguien que ni siquiera quería eso.
Sonaba a suicidio en su mente.
Después de unos segundos que se sintieron eternos, el cabo finalmente se levantó del suelo, recuperando la posición del principio y volvió a empezar.
—Cuarenta y ocho.
—Cuente desde el inicio —le dijo—. ¡Uno!
—¡Mierda!
—¡Diez más por su falta de respeto!
—¡Ahh!
—¡No lo oigo contar, cabo!
—¡Quince! ¡Dieciséis! ¡Diecisiete!
No quitó su pierna hasta que el hombre hizo las 110 flexiones que le correspondían. Podía ver su rostro sudado con una mueca de desagrado hacia su persona, honestamente no le importaba.
—¿Era tan difícil hacerlas bien desde el inicio, cabo Park? ¡Tomaremos un descanso de media hora!
—¡Sí, señor!
Todos los cabos, incluido el cabo Park, se levantaron y se fueron a tomar agua.
Él se cruzó de brazos.
—¿Qué mierda fue eso?
—No me hables así en horario laboral.
—De acuerdo —el hombre pálido bufó—. ¿Qué clase de castigo fue ese, capitán Jeon? Usted no es de ese tipo de castigo.
—Tal vez sí lo soy —soltó cansado—, es normal en la milicia, ¿por qué te sorprendes?
—¡Porque tú no haces eso! —Yoongi habló—, en todos los años con gente a tu mando, jamás lo hiciste. ¿Por qué ahora sí?
Suspiró —Él no debería estar aquí. Le estoy tratando de hacer un favor.
—¿Pero humillándolo?
Rodó los ojos con fastidio y antes de que pudiera siquiera responder, el otro hombre se adelantó.
—Creo que estás exagerando, Yoongi —Taehyung habló—, Jeon tiene razón, es algo normal aquí. El sargento Kim incluso les escupe.
—No estoy de acuerdo —Yoongi respondió y volteó a verlo—, pero dado que eres mi superior, no te cuestionaré más.
Suspiró cansado —Entiendo lo que dices, Min, pero tengo mis razones ésta vez. No puedo prometer que pararé.
El teniente Min asintió —Bien, al menos haz que valga la pena.
Sonrió débilmente —Confía en mí, el niño se rendirá y se irá o finalmente demostrará de lo que es capaz. Es un ganar para todos.
El pálido le sonrió desganado.

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Tear • km
Fiksi PenggemarUn corazón roto y un anuncio para nuevos aspirantes a la milicia. Tal vez era el nuevo comienzo que necesitaba o tal vez era la peor decisión que podía tomar. -Muéstrame que tienes, niño. →Historia 100% original →No se aceptan copias ni adaptaciones