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El cuarto se había empezado a sentir caliente desde hace algunos minutos pero la pareja era ajena a su ambiente, simplemente se daban cuenta del calor que ellas mismas sentían.

Faye había quedado en la cama, con su espalda en la cabecera y Yoko sentada en su regazo, teniendo una intensa sesión de besos con ciertas caricias de por medio.

El contacto de sus labios termino cuando la mano de la alfa se colo en la camiseta holgada de la omega y esta gimió suave al sentir el frio en su seno.

- Yo ¿Te puedo preguntar algo?

La mencionada quedo paralizada un segundo por el brusco cambio que paso entre las caricias y la voz de Faye.

- ¿Eres virgen?

Abrió los ojos con sorpresa.

Después de su caliente sesión de besos, ligeras frotaciónes y caricias intensas ¿Le preguntaba eso?

- No, tuve un novio antes

Un pequeño gruñido escapó de la boca de Faye, ganando una mirada reprobatoria de Yoko que se separó para quedar en la misma pose que la mayor, justo a su lado derecho y cruzar los brazos con un pequeño puchero.

La alfa soltó un suspiro lastimero, volteando para tomar la cintura de la omega y acercarla a ella para quedar completamente acostadas, dejando prisionera a Yoko entre la cama y Faye.

- Fue un reflejo. Quería saber que paso antes de que nosotros pudiéramos hacerlo

Sonrió cuando sintió los pequeños besos que dejaba en su cuello.

- ¿Para qué quieres saberlo? Ya no se repetirá, solo estaré contigo ahora

Vio a los ojos a la mayor para después sonreír mutuamente y fundirse en un beso suave, lleno de amor y cariño, intentando memorizar cada parte de las dos.

El contacto se vió interrumpido por el gemido de Yoko cuando sintió la mano de Faye colarse por su camiseta para tantear su seno derecho, aún cubierto por el delgado brasier de tela que ocupaba para dormir sin sentirse apretada e incómoda.

Los besos húmedos que habían empezado en la línea su mandíbula empezaban a consentir su cuello haciéndola soltar largos suspiros mientras sus manos intentaban tomar el inicio de la ligera sudadera que portaba, fallando al sentir la otra mano rozando por encima de su pantalón chándal.

Con un poco de fuerza, física y mental, logró empujar a la alfa a su lado derecho para subirse en ella y quedar sentada en su regazo, tragándose un gemido cuando sintió completamente la erección contra su propia humedad.

- ¿Condones?

Poso sus manos en las caderas ajenas, tocando por encima las bolsas hasta darse cuenta que no contenían nada. Bajo de a poco el pantalón, separándolo del bóxer que la hizo soltar una risita y ver el rostro sonrojado de la alfa, volteando a un lado.

- Son los más comodos que tengo

Volvió a sonreír viendo nuevamente el bóxer de conejos blancos con un fondo azul cielo y en el borde un verde claro que simulaba el césped. Pudo notar las diferentes poses que mostraban los conejos, unos brincando, durmiendo, comiendo césped o zanahorias, entre otras que dejo de revisar cuando su vista vio la pequeña mancha de líquido, mojando la tela en la punta de su miembro.

- Son bonitos. Me gustan los conejos

Sonrió con ternura y después se acercó gateando a la pequeña mesa de noche de lado derecho de la cama y abrió el primer cajón, sonriendo cuando vió una caja de condones nueva, dos botellas de lubricante y una que otra mordedera para evitar que los alfas marcarán a los omegas.

Sacó la caja para dejarla a un lado de la lámpara y la abrió rápidamente, luchando un poco cuando la mayor se acercó para empezar a dejar besos húmedos en su cuello y metiendo sus manos a la camiseta, como venía haciendo desde el inicio de la noche.

Su tarea se completó cuando por fin pudo sacar una tira de diez condones y la dejo en la cama, cortando uno con sus dedos.

- No te has quitado nada

Sonrio al tiempo que le quitaba la playera.

- Tenemos toda la noche, Alfa

Pudo ver cómo el miembro de Faye palpitaba y se sentó en su regazo, lista para lo que venía.

Esperaba no tener ninguna marca para la sesión de mañana.

[. . .]

La brisa le llegaba a saludar aún estando en la carpa de descanso, sentada en una silla de playa mientras veía las fotos que le hacían a Charlotte y Engfa con trajes de baño a juego.

Ajustó un poco más la toalla que tenía envuelta en su cuerpo y sonrió cuando el aroma de jazmín con fresas le llegó a su nariz.

Faye se mostraba a su lado derecho, ya lista con el traje de baño a juego con el de Yoko para, una vez que les llamarán, iniciar su sesión sin contratiempos.

Se dieron un pequeño beso y sonrieron, esperando las burlas de las demás chicas que iban entrando y los regaños de Wheein y Wan Viva cuando llegaran a olerlas, sin contar la marca brillante que la omega traía en su cuello.

- ¿¡Y como piensas solucionar eso, Faye!?

Le preguntaba, más bien, gritaba Wan a la mayor, quién se cubría la cara de los golpes con un trapo que le daba la beta.

- No se va a notar

Wheein llegaba a salvar a Faye, sobándole la espalda a Wan para después quitarle la pequeña toalla y dejarla en la mesa.

Felicitaron a la pareja con sonrisas y burlas para después dejarlas ir a su sesion en turno.

Las burlas pasaron a Lingling y Orm que, igual que Faye y Yoko, desprendían un olor mezclado y la alta dejaba ver su marca nuevamente abierta.

- Fue una buena idea está colaboración

Faye sonreía y asentía, dándole un beso a Yoko justo cuando el sonido del obtulador se escuchó y el flash se disparaba.

Definitivamente fue una buena idea.

Essence [FayeYoko] [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora