-- ¿Cuál es tu nombre? --- me pregunto aquel hombre, que ahora parecía curioso por mí. Sus ojos me observaban fijamente, ojos color tormenta.
--- Gia --- respondí a secas
--- Gia? --- esperaba mi apellido
---Farinelli, Gia Farinelli --- conteste dándole mi apellido de soltera
--- ¿Italiana? --- pregunto curioso
--- Descendencia, mis bisabuelos, en realidad nunca he estado en Italia, o Europa --- no sé por qué le decía aquello, no tenía ganas de hablar con Miss Universo aquí presente
--- me gusta tu nombre, dime Gia --- dijo en tono sumamente sensual, el hombre sabía como seducir.
¿Qué hace una mujer como tú trabajando aquí? --- me pregunto mientras me daba la espalda observando la ventana de la misma manera que yo había hecho, como buscando algo en las luces infinitas de la ciudad, algo que ya no estaba aquí.
¿Una mujer como yo? ¿Qué quería decir con aquello? - creo que eso es lo que buscaba mi intriga, ¿pero no dejaría que se saliera con la suya, no caería en su juego
--- la paga es buena, ustedes los millonarios no saben qué hacer con el dinero --- le dije secamente, en un tono un poco burdo. Por un segundo creí ver una pequeña sonrisa en sus labios.
--- ¿solo la paga? --- se acercó a una vitrina donde tenía botellas, tomo dos vasos y los lleno de licor, al parecer era whisky y uno muy caro.
--- si solo la paga, ¿que estás insinuando? --- le conteste un poco indignada, rápido me di cuenta de que acababa de caer en su juego, él estaba buscando una reacción mía, y demonios lo estaba logrando.
--- bueno, no serias la primera mujer que intenta pescar un millonario, muchas lo consiguen, encuentran un buen amante que las mantenga --- me dijo mientras me ofrecía el vaso. ¿Pero qué se creía aquel hombre? --
No gracias -- le dije sin aceptar su estúpido vaso --- yo no necesito que nadie me mantenga, puedo hacerlo perfectamente por mí misma-- me levante, pero él me detuvo, sujeto mi mano, su mano contra la mía, me hizo sentir una corriente eléctrica, era la primera vez que sentía algo diferente al dolor en un año -- me sorprendí al contacto.
--- me doy cuenta de eso ahora, siéntate. --- dijo nuevamente en tono autoritario. Era un hombre el cual no aceptaba un no por respuesta.
---no era mi intención insultarte, solo que no sería la primera vez que me pasa, además estás sola en mi oficina después de todo --- me dijo en un tono muy suave, su voz comenzaba a inquietarme.
---siento la confusión --- le dije cínicamente --- pero es la primera vez que trabajo para niños mimamos de papi que celebran orgías vivientes, como lo dije necesitaba tomar aire, no sabía que esta era tu oficina --- le conteste tomando el vaso y tomándome el whisky de un solo trago, para después limpiarme con el brazo, no el comportamiento de una dama, pero no me importaba lo que él pensara de mí. Solo deseaba salir de ahí ---
--- vaya, ahora eres tú la que me juzga --- había entendido mi comentario, él era Henry Moore, hijo de uno de los millonarios más famosos del país, su fortuna no era fruto de trabajo puro, era herencia.
--- no lo llamaría juzgar, más bien estoy diciendo la verdad --- me miro fijamente, al parecer no estaba acostumbrado a que las personas fueran tan directas con él, probablemente todo el mundo lo trataba como realeza. Era un estúpido niño mimado, eso era todo
--- mientras el mundo tiene miles de problemas por resolver, ustedes gastan su tiempo y dinero en hedonismo, no creo que esperes que sienta admiración por ello ---
--- sabes Gia, tengo más de 10 organización de caridad en el mundo, trabajo para resolver ciertos problemas, pero desafortunadamente no soy Dios no puedo arreglar la situación mundial y tampoco tengo por qué ir pregonando lo que hago y no hago, a decir verdad no sé por qué tenga esta necesidad de explicarte todo esto --- me gusta el sexo y soy un hombre muy sexual, y como lo practique no debería ser incumbencia de nadie --- dijo mirándome fijamente ---. Claro que no había duda de ello, a mil leguas cualquier persona podría darse cuenta de aquello --- pero no deseo tener ningún tipo de relación con nadie, no quiero involucrarme ni herir los sentimientos de otros, no soy un monstruo como crees, así que si prefiero venir a este tipo de fiestas donde el sexo es consensuado --- no sé por qué demonios le explique esto a una criatura como tú, --- me dijo tomándome de la quijada para mirarme fijamente. --- tú ojos son hermosos Gia, verdes, profundo como el mar --- los suyos lo eran más pensé, grises, como una tormenta que se aproxima y de la cual sabes que no tienes salvación.
--- tienes dos opciones, Gia, salir de aquí o ver que puede pasar. ---
Sabía que tenía que irme de aquel lugar, correr, pero yo no estaba ahí para correr. No correría más, tenía un trabajo que terminar y lo haria.
No me moví de mi lugar y él aceptó mi mirada como la invitación que era, sus ojos me miraron fijamente para después acercase a mí y besarme, no fue un beso suave, fue un beso desesperado, de mi lado era mucha tensión contenida, sabía que mi beso se estaba mezclando con dolor, con odio y con pura excitación. Él besaba como si te estuviera llevando a la guerra, y yo lo necesitaba, acababa de comenzar la guerra que deseaba evitar. La que había prometido dejaría ir, pero ahora no había vuelta atrás.
ni siquiera sé cómo, pero nos desnudamos, me sentía agradecida de haberme depilado unos días antes, peque con aquel hombre de todas las maneras posibles, mi cuerpo respondió a su tacto de manera pecaminosa, era una necesidad animal, el sentado y yo encima de los nuestros movimientos parecían corografiados, tener sexo con Henry Moore era una experiencia de otro mundo, como si mi mente se hubiese apagado y los sentidos eran todo lo que funcionaba en mí, podía sentir como sus manos tocaban mi espalda baja como su aliento se aceleraba y esos sonidos roncos que hacía que me incitaban cada vez más, el sudor de ambos se mezclaba en uno solo. Los dos terminamos al mismo tiempo. Nunca me había pasado con Tom. Sé que no debía hacer aquello, no tenía por qué comparar el amor que Tom y yo habíamos compartido, con un encuentro sexual cualquiera, pero sin duda el orgasmo que había tenido con Henry Moore no lo había sentido nunca. Me levante y me cambie. Agradecí que él tampoco dijo nada. Unos minutos después salí del lugar sin voltear atrás. Comencé a llorar todo lo que pude por lo que acababa de hacer, el unico hombre con el que habia estado era Tom, ahora Henry Moore. Como lo dije. Estaba hecho. No había vuelta atrás.
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Redención
RomanceTras la muerte de su esposo Gia busca encontrarle a a sentido a su vida y se promete así misma dejar el pasado y comenzar de nuevo, pero el multimillonario Henry Moore ha aparecido para hacerle replantear sus desiciones. El, sus fiestas clandestinas...