Me encontraba bajo la ducha, el agua ardía sobre mi piel. Pero necesitaba que algo me recordara la razón por la que estaba ahí. No había esperado la intensidad de esa noche, Moore me había llevado a su apartamento y nuestra sesión había comenzado desde el elevador, con una simple mirada, yo estaba lista para él, y eso no me gustaba, la manera en que mi cuerpo respondía. Cada toque y caricia desesperada, no era sutil ni delicado, era sexo duro y eso me gustaba más de lo que quería reconocer, la crudeza de sus movimientos, a veces no entendía por qué Moore estaba teniendo sexo conmigo, cuando podría tener a cualquier mujer, pero lo cierto es que ambos estábamos rotos. Y esa era la única razón que me venía a la mente.Salí de la ducha y me puse unos pantalones de chándal y una sudadera de Henry Se suponía que iríamos a un club. Pero visto a que el plan había cambiado, sería mejor que regresara a casa. Había puesto mis cosas en la bolsa. Su chofer me llevaría.
---me voy, hablamos luego --- le dije al salir de su habitación. Estaba sentado en su pantalón de pijama con una bata seda su alrededor
----espera, prepararé algo de cenar --- me dijo secamente. ¿Pero qué demonios Henry Moore cocinando?
---gracias, creo que es mejor que me vaya --- insistí a pesar de que quería quedarme.
---no hemos terminado Gia --- aquella palabra hicieron que tuviera un temblor dentro de mí, por supuesto que era adicta a Henry Moore. No dije nada, solo dejé mi bolso sobre la mesa. Había aprendido que era mejor no pelear con él.
Henry levantó y cambio su bata por un mandil. Se movía en la cocina como un profesional, verlo como ver a una obra de arte en movimiento. Prepara algo tan simple como un omelette, al menos él lo hacía parecer simple. Dudo que cualquiera pudiera hacer lo que él estaba haciendo en aquel momento. Me sirvió un plato con 4 ingredientes que parecía salir del restaurante más lujoso de New York.
---¿Dios mío donde aprendiste a cocinar así? --- le pregunte sin pensarlo aquello era delicioso
---Le Cordon Bleu---
¿En verdad? --vaya, aquello me sorprendió, era la última persona de la que esperaba aquello.
--- Quería ser Chef, mi padre me dejo pretender hasta que aprendí a la mala que un Moore no puede seguir sus sueños. No se nos permite. Imagine a un joven Henry tener que dejar su pasión y me sentí mal por él.
---bueno, tiene un don excepcional, al menos puedes cocinar clandestinamente, sabes, nadie puede impedírtelo --- le dije sonriendo mientras continuaba comiendo mi platillo.
Henry me observaba fijamente, había algo raro en él. Me di cuenta de mi error. En ningún momento, junto a él, había sonreído como aquella noche. De hecho, no sabía que podía sonreír nuevamente. Aquello no me gusto. No podía dejar mi guardia baja con él.
---Henry, en verdad creo que debería de irme --- le dije dejando de lado mi plato. Él se acercó a mí y por sorpresa me beso. Era la primera vez que Henry Moore me besaba de aquella manera, suave y tomandose su tiempo para conocer mis labios. Nuestras sesiones de sexo no se concentraban en intimidad, y aunque si había besos, nunca se habían sentido de aquella manera. Pero este beso había algo más que ninguno de los dos iba a reconocer.
Rompí el beso y salí corriendo del lugar. Me sentí muy estúpida por hacerlo, salir asustada. Pero debía recordar de que se trataba todo aquello.
------------------------------------------
Había pasado una semana desde que no sabía nada de Henry. Y lo agradecía por qué necesitaba estar concentrada en mi investigación. Había comenzado a trabajar como asistente de una gerente financiera de Moore. La mujer era amable siempre y cuando se hiciera lo que pidiese, agradecía la oportunidad, además era como si me hubiese ganado la lotería, ya que tenía acceso al sistema principal, del cual obtuve mucha información de las mujeres desaparecidas. Tenía que ser precavida y usar sabiamente las pruebas que tenía, lo que estaba haciendo no era del todo legal, pero no me importaba, al menos no en aquel momento.
Observe mi teléfono, tenía un mensaje de mi amiga Katia.
---¿Por favor necesita verte, solo un rato, café esta tarde? --- hacía mucho tiempo que no veía a Katia, pero sabía que era momento.
---ok --- acepté
------------
Me encontré con Katia en un café muy conocido. Hubiese preferido un lugar más discreto, pero a mi amiga siempre le había gustado la exclusividad y el lujo.
---Gia te ves hermosa --- me dijo Katia emocionada, al verme. La última vez que nos habíamos visto tenía el cabello largo y era castaña
-te he extrañado Gia --- continuó
--- lo sé, yo también lo he hecho ---- le contesté viendo la mirada que sabría que tendría, era lástima pura en sus ojos
--- todos en la oficina te extraña, Josh quiere saber cuando regresaras, nadie ha tomado tu lugar, te estamos esperando Gia --- me dijo Katia. Josh era mi jefe y siempre había sido muy protector conmigo, era mi mentor y había aprendido del mejor
estuve a punto de decirle que no sabía cuando regresaría. Que había comenzado a trabajar en industrias Moore, cuando la persona que tenía en la punta de mi lengua apareció ante mi vista
a tres mesas de distancia, se encontraba Henry Moore, era la primera vez que lo veía en un atuendo más informal, me sorprendí, ya que parecía más joven, guapo, no importase que usara, siempre era guapo.
Henry estaba teniendo una muy amena plática con una hermosa rubia. Hermosa se quedaba corto, ya que era increíblemente bella. El hombre incluso reía, y yo no sabía definir lo que estaba sintiendo, sentí una punzada en mi estómago. Lo mío con Henry solo era sexo, nunca habíamos realmente dejado en claro lo que pasaba entre los dos, incluso imaginaba que se acostaba con más mujeres, lo que no había esperado era tener la sensación que estaba experimentando en aquel momento, estaba molesta y no sabía por qué.
---¿estás bien? --- me pregunto Katia extrañada
---si lo estoy, dile a Josh que regresaré pronto, que estoy trabajando en algo, y es muy bueno, siento mucho no haber vuelto antes, pero necesitaba tiempo ---
---oh Gia eso es una muy buena noticia --- cuando estés lista te estaremos esperando ---
Cuando voltio nuevamente a la mesa, Henry y su misteriosa mujer se había ido.
Continúe mi plática no Katia a pesar de la molestia en mi interior, disfrute el rato con mi amiga. Me despedí y le prometí que pronto la vería, y que no pasaría mucho a que volviera, aunque mi amiga esperaba que regresara una Gia que ya no existía.
Llegue a mi casa, y me di una ducha, me sentía cansada por el día
Recibí un mensaje.
--- pasare por ti en media hora --
Era de Henry. El muy idiota. Por supuesto que no se saldría con la suya, al menos no esta noche
--- hubiese imaginado que rubia tan despampanante te hubiese dejado satisfecho, lo siento guapo esta noche no, me duele la cabeza ---
Respondí. Vi los puntitos negros aparecer, pero después de unos segundos pararon. Y no respondió. Ja, lo había descubierto y lo sabía, aún no entendía por qué mi molestia, ya que yo era tan libre como lo era Henry. Pero no me apetecía verlo, al menos no esa noche.
Después de un rato me dormí, aun sin respuesta de Moore.
ESTÁS LEYENDO
Redención
RomanceTras la muerte de su esposo Gia busca encontrarle a a sentido a su vida y se promete así misma dejar el pasado y comenzar de nuevo, pero el multimillonario Henry Moore ha aparecido para hacerle replantear sus desiciones. El, sus fiestas clandestinas...