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"SIX"
HAE-IN.
ㅡ ¿No fuí claro al decir que no me invocaras a menos que estuvieras muriendo? ㅡabro los ojos y me giro al escuchar su voz retumbar en la habitación, él me mira de arriba a abajo y saca las manos de los bolsillos de su pantalón para cruzar los brazos frente a su pecho y fruncir el ceño luego de su escaneo.ㅡ ¿Por qué estoy aquí?
Elevo la Daga en mi mano derecha, poniéndola entre la distancia de ambos. Yunho se tensa un poco, puedo verlo perfectamente porque descubrí que al tener la Daga él es cómo un libro abierto ante mí, más sin embargo mis planes no eran usarla contra él, así que camino unos pasos hasta la mesita de la sala y la dejo ahí bajo su atenta y algo confusa mirada.
ㅡ ¿No ibas a decirme nunca que esa cosa me eligió para ser su guardiana?
Él suspira y gira la cabeza a un lado.ㅡ Le cortaré la lengua. ㅡdice al aire antes de volver a mirarme y descruzar sus brazos, luego camina hasta uno de los sofás y se deja caer sobre el con suma elegancia para después cruzar una pierna sobre la otra.ㅡ Bueno, ahora ya lo sabes.
ㅡ Si, y no por ti, con quién por cierto hice un trato sobre eso, ¿no creíste que era información que debía saber antes de pactar algo contigo? ㅡreclamo serenamente.
ㅡ No, porque no se trata de un destino, no eres especial. Solo fuiste elegida al azar para cuidarla, no más. ㅡsu tono es tan serio, casi rozando lo brusco, pero su expresión era neutra, sus palabras fueron suficiente para dejarme en silencio unos minutos.ㅡ El trato que hicimos no tiene nada que ver con que seas la guardiana, mi única intención era asegurar que no la entregarás a nadie, solo a mí cuándo sea el momento. Se que es difícil para ti entender pero no te confundas con todo ésto, no eres más que el medio para un fin.
Suelto un suspiro tembloroso, y asiento.ㅡ Estoy perfectamente bien con eso, no tengo intenciones de involucrarme de más, pero importante o no, es algo que debiste decirme porque se trata de mi y lo único en éste mundo capás de someterte.
Yunho me mira en silencio, su cabeza ligeramente inclinada hacia su hombro derecho. Lo observo ponerse de pié, acomoda su saco sin dejar de mirarme y se acerca hasta que la distancia entre ambos es prácticamente nula.
ㅡ Has ganado demasiada confianza conmigo... ㅡmurmura, y siento una de sus manos acariciar mi cabello hasta bajar a mi rostro, con la punta de sus dedos recorre mi mejilla izquierda y de pronto salgo del trance cuándo sus dedos se clavan en mi mandíbula con fuerza antes de jalar mi rostro hacia el suyo, permitiéndome sentir su caliente aliento contra mis labios cuándo habla.ㅡ Yo no te debo nada a ti, muestra más respeto, humana.
