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"FIFTEEN"
Justo cuándo Hae-in creía que la intensidad de su situación no podía escalar más, un nuevo demonio o ex ángel se sumaba a la pesadilla para mostrarle que las cosas definitivamente podían empeorar.
Ji-won ahoga un grito cuándo su amiga cae de golpe al suelo, de nuevo, ya había perdido la cuenta de cuántas veces había sido derribada en las últimas horas.
ㅡ Ni siquiera te estás esforzando. ㅡregaña Myungho, provocando que Hae-in haga una mueca de fastidio.ㅡ De nuevo.
Yunho mira con molestia a la chica rubia a su lado cuándo ésta le da un gran golpe en el brazo, y cuando su atención está en ella, Ji-won le hace un gesto que él no entiende, así que vuelve a golpearlo.
ㅡ Ya basta. ㅡadvierte él, pero ella lo ignora.
ㅡ Tienes que detenerlo ya, la está acabando. ㅡante esas palabras, el demonio frunce el ceño y regresa su atención a Hae-in, quien ya estaba incorporándose otra vez, lista para seguir su entrenamiento.
Myungho le había dicho a Yunho que, de ser Hae-in quién encierre a Dios, deberá practicar el ritual que se tiene que realizar para lograrlo. Era algo muy complejo, necesitaba hacerse con precisión y sin errores o no funcionaría, así que en las últimas cuatro horas Hae-in había estado practicando dicho ritual una y otra vez, pero en cada ocasión algo salia mal y terminaba con ella siendo disparada hacía el suelo por alguna fuerza invisible, Myungho había dicho que era el poder de la Daga resistiéndose a ella, lo cuál implicaba aún más entrenamiento, debía hacerlo hasta que la Daga dejara de atacarla.
El demonio observa la determinación en Hae-in, la forma en que su mano derecha se aferra a la Daga con fuerza mientras traza un símbolo con ésta misma en su palma izquierda. No se trataba en un corte en si, porque la Daga ponía una barrera, impidiendo así que el filo siquiera la rosara, y ese era el problema -según Myungho-, ya que, para que el ritual de encierro funcionara, la Daga debía ceder, y permitir su voluntad de derramar sangre.
ㅡ Ella está bien. ㅡmenciona Yunho.
Ji-won, quién estaba ahí por petición de ella misma, lo observa incrédula.ㅡ Ella está cegada, quiere tanto que todo ésto termine, que no está poniéndose límites. Mírala, y mírala bien... ㅡadvierte la chica hacia el demonio, quién hace lo pedido y observa a Hae-in.ㅡ Va a colapsar en cualquier momento, y es aquí cuándo tú decides que es más importante; detener a tu hermano, o salvarla a ella.
Para Yunho, la única forma de salvar a Hae-in era deteniendo a Gunho, pero, las sutiles insinuaciones que Ji-won había estado lanzando durante el día lo tenían algo confuso. Para empezar, ¿era su objetivo salvar a Hae-in? ¿O solo detener a su hermano? ¿Lo hacía por ella, o por si mismo? Últimamente ya no sabía distinguir sus necesidades de las de ella.