girls like girls

Capítulo 3

11 de Agosto de 1997

En el salón de Lauren cabía mucha gente, y en su casa aún más. La música sonaba tenue, algo bohemia diría yo y todos reían sin parar mientras yo los miraba. Echaba de menos a Lauren, no sabía dónde estaba y no me sentía bien cuando no estaba cerca de mí, cosa que empezaba a pasarme con frecuencia. Además, sentía una pequeña presión en el pecho con el simple hecho de pensar en que el maltratador de su novio estaba con ella haciéndole daño, y no la trataba como verdaderamente se merecía.

-Eh, Camila. -La voz de Keana me llamó desde el sofá, y yo rodeé este para quedar frente a ella y algunos amigos. -¿Quieres una magdalena? -Estaba realmente hambrienta, salí de la tienda después de trabajar y justo vine a casa de Lauren así que la acepté. La tomé con una mano y le di un pequeño mordisco, estaba bastante buena, así que le di otro. Y así, hasta que me comí la mitad a mordiscos. Todo empezó a verse borroso, y parecía casi como si mis movimientos se ralentizasen. Todos se reían, y yo también reí, sentándome en el suelo a jugar con las puntas de hilo de la alfombra.

-¿Te ha gustado? -Preguntó una chica a la que apenas podía verle la cara, pero sonreí.

-Sí... Estaba muy muy buena. Muy buena. -Repetí asintiendo, quedándome sentada en el suelo con una sonrisa idiota.

-¿Qué te parece la fiesta?

-No me gusta, no está Lauren y eso hace que no me guste.. -Cerré los ojos frotándome la sien con la mano.

-¿Te gusta Lauren? -Preguntó Keana mientras todos se reían.

-Sí, sí... Es muy guapa, y me trata muy bien, sus manos son muy suaves y.. -Me reí un poco ni idea de por qué, sólo me daba la risa. -Y sus labios creo que también. No entiendo por qué se dice 'vas para atrás como los cangrejos' si los cangrejos caminan de lado.. -Suspiré haciendo que todo el mundo riese a carcajadas, y yo también reí. -Me gustan los cangrejos..

No lo pude ver claramente, pero mientras todos reían Lauren apareció por detrás, y no podía contener mi risa.

-¿Pero qué le habéis hecho? -Decía Lauren alarmada, poniendo las manos en el sofá. -Camila, mírame. -La miré con una sonrisa, dando golpecitos en mis rodillas con los dedos. Sus ojos estaban más verdes que nunca, pero no sabía qué pasaba. -Estás colocada. -Todos rieron y yo también, pero Lauren simplemente sonrió negando. -¿Cómo te sientes? -Bajé la mirada a mis manos, palpando el pantalón que llevaba y cerré los ojos.

-Mmh.. Tengo hambre.

Lauren me levantó del suelo y los demás se quedaron hablando en el salón, con la música puesta a todo volumen, pero yo sólo podía mirar a Lauren. Ella me hacía estar más colocada incluso que cualquier magdalena de esas.

-¿Qué quieres comer? -Preguntó, ayudándome a sentarme en la mesa de la cocina.

-Mmh.. Pollo paprika. -Respondí, escuchando su melódica risa sonar.

-No puedo hacerte pollo paprika ahora. -Apoyé mi cabeza en los brazos, mirándola.

-Pizza. -Respondí. Hacía años que no comía pizza, y me apetecía probarla de nuevo. Lauren sacó una pizza del congelador y encendió el horno, metiendo ésta dentro. Antes de sentarse a mi lado, me puso un vaso de batido de mango frente a mí y empecé a beber riendo levemente.

-¿Estás bien? -Me preguntó, y cogí una patata de la mesa mojándola en el batido para después comérmela.

-Muy bien.. -La risa de Lauren era algo que nunca me cansaría de escuchar. -Me gusta tu cara... -Susurré girando la mirada hacia ella, que quedaba a escasos centímetros de la mía. Sus dedos colocaron un mechón de pelo tras mi oreja, y sonreí por el gesto.