Capítulo 7

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Lauren's POV

9 de septiembre de 1997

La felicidad dura lo que dura un suspiro, lo que tardas en darte cuenta de que lo que está pasando es real, y que eres feliz, hasta que todo se apaga.

Tras el cristal de la puerta, podía ver su silueta. Siempre escribía, y según me había dicho aquellos días en los que aún éramos felices, es que no podía acallar sus pensamientos, debía plasmarlos para que no se le olvidasen, y que algún día los volvería a leer y le parecería extraño, o quizás aún se vería reflejada en esa chica del pasado.

Abrí la puerta y Camila me miró casi de forma automática, y se puso recta en la silla y le sonreí un poco.

-Hola. –Me dijo ella, y el simple hecho de volver a escuchar su voz me removía el estómago. "Lo haces porque la quieres", me decía a mí misma. "Lo que estás haciendo es valiente", pero Camila no lo sabía.

-Hey Camz. –Ella me saludó con la mano algo tímida.

-¿Puedo ayudarte en algo? –Negué, y me di la vuelta en busca de la sección de libros. Busqué y busqué por el montón hasta que di con el que buscaba. Lo puse en el mostrador sacando la cartera, y me pasé la lengua por el labio. –¿Quieres descuento?

-Como desees. –Le respondí.

-Son tres dólares. –En realidad eran cinco, pero me comprometí a aceptar el descuento. Los pagué y Camila lo metió en una bolsa, dándomelo en la mano. Cuando iba a meterlo en la mochila, lo saqué de nuevo frunciendo el ceño.

-Vaya, lo había olvidado.. –Me pasé una mano por la frente. –He leído este libro como unas mil veces. –Lo saqué de la bolsa y se lo di a ella, dejando la bolsa a un lado.

-La Princesa Prometida. –Asentí y me quedé mirando el libro, mordiéndome el labio inferior.

-¿Tienes algo de almorzar? –Camila negó, y las marcas moradas que recorrían su cuello se hacían visibles al movimiento de su pelo. Me moría por preguntarle de qué eran, pero ella simplemente huiría de mí. –No tengo hambre.

-Sé que no es pollo paprika, pero.. –Dejé una pequeña fiambrera con un sándwich de pollo y mayonesa. –Está bueno.

-Tengo dinero para ir a comprar comida.. –Me dijo y negué, sacudiendo la cabeza.

-No es eso. No puedes dejar la tienda sola, y no quiero que comas fuera todos los días. –Apreté los labios y ella suspiró resignada, y asintió, provocando una débil sonrisa en mí. –Léelo, te gustará.

Salí de la tienda y respiré hondo, intentando que no me doliese dejarla allí, sin más, sin quedarme a su lado y contarle mi día o, simplemente darle un beso en la mejilla.

Cuando llegué a casa, sí que me asusté. Mi familia al completo, incluso mi padre, estaba con Luis. Lo habían invitado a comer y el pánico se apoderó de mí. Él me rodeó con los brazos, abrazándome fuerte, y pude sentir cada hueso resentido de mi cuerpo crujir. Siempre era perfecto delante de mis padres, siempre era agradable, tranquilo, el novio modélico que cualquier madre querría para su hija.

-Te estábamos esperando, ¿dónde estabas? –Preguntó mi madre, mientras Luis se separaba de mí. Sonreí débilmente y me senté en la silla al lado de mi hermano, que me miraba.

-Fui a la playa, quería despejarme un poco. –Cogí el tenedor y miré a Chris, sonriéndole un poco.

-¿Quieres un poco de puré? –Me preguntó Luis con el bol en la mano, y negué. No tenía hambre, tenía miedo.

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