𝙏𝙪 𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙥𝙖𝙧𝙖í𝙨𝙤 "𝙏𝙞𝙘𝙘𝙞 𝙏𝙤𝙗𝙮 𝙭 𝙏𝙪"

Entry 3

Espero que ____esté bien... Caminé hacia mi casa, abrí la puerta y entré rápidamente. Mi madre levantó la vista del televisor y me miró con una sonrisa en su rostro.

— Hola cielo, ¿Te lo has pasado bien? - Antes de que pudiera responder salió mi padre de la cocina con una botella de cerveza entre sus manos.

- Tú estabas con la putita esa, ¿verdad? Hmmm, cómo se llamaba... Ahhh, ya me acuerdo. ____, tiene nombre de prostituta; si fuera más mayor la contrataría para que me diera un servicio.- Soltó a carcajadas, feliz, mientras tomaba un sorbo de su bebida.

—Te voy a matar... —Susurré por lo bajo, y rápidamente mi padre me miró enfadado y exclamó.

—Niñato, qué cojones acabas de decir de mí.-

—Que sea la última vez que dices algo así de ella.- Rápidamente se acercó mi padre y me dio una paliza por faltarle el respeto, y mientras tanto mi madre gritaba nerviosa diciendo que me dejara en paz.

Cuando ya se desquitó conmigo, me recompuse y andé a mi habitación. Cerré la puerta y me miré en el espejo que tenía colgado. Divisé grandes marcas por toda la cara, roja por los golpes, donde próximamente se empezarían a formarse moratones. Agradecía no sentir ningún tipo de dolor, porque si no, ahora estaría agonizando evitando rozar contra algo provocándome dolores infernales.

Andé hacia mi ventana para echar la cortina y volví a ver al hombre trajeado mirándome, y empezó a sonar una estática muy fuerte que hacía que mis oídos no pudieran aguantar más y finalmente me desmallé por la presión. Al despertarme me encontraba en mi cama, no recuerdo ni cómo llegue a ella. Miré al exterior y vi que a través de la ventana asomaba abundante luz. Me levanté y me vestí con un jersey negro y unos pantalones del mismo color, bajé a la sala de estar y me encontré a mi madre en una de las sillas.

-Buenos días dormilón, dormiste hasta tarde. - Mire el reloj que marcaba las 12:05 de la tarde.

-Tenía hambre, pero no bajé porque estaba demasiado cansado y hacía frío fuera de la cama.- Las palabras salieron inconscientemente de mi boca, por lo cual mi madre me vio con cara de preocupación...

-¿Estás bien, cariño? – Acariciándome la mejilla preocupada.

-Sí, está todo bien, mamá. -

-Os podéis callar la puta boca de una vez, estoy intentando ver el partido de los Red Sox contra los Yankiees.- Le eche una mirada de asco y ande hasta a la cocina a beber un poco de agua y volver a subir a mi habitación... No quería saber nada de nadie.

Pasaron unas 2 horas desde que bajé y escuché a mi madre desde abajo llamándome para que baje a comer. Obedecí y me senté en mi silla que estaba enfrente de la de mi padre. Empezamos a comer y al poco acabe todo. No quería estar más rato dentro de la casa, fregué lo que utilicé para comer y me subí rápidamente a mi cuarto, agarré mi teléfono y bajé de nuevo.

-Salgo mamá.-

—Vale cielo, diviértete. — Me sonrió mientras me decía eso.