Entry 10

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Otro día más... Me levanté de la cama y fui al baño, me limpié la cara con agua fría para despertarme, me la sequé con una toalla y me observé en el espejo. Tenía grandes ojeras debajo de los ojos por culpa del insomnio.

Me devolví a la habitación colocándome una sudadera gris y unos pantalones negros. Agarré todas mis cosas y noté un escalofrió recorrer toda mi columna vertebral. Sentía que algo malo iba a pasar, pero no sé porque será... Bajé las escaleras y salí de la casa, Toby recién salió de la casa cuando yo llegue.


- ¿Vamos?- Pregunto.


- Si no queda de otra...- Suspire cansada.


- Tienes mala cara, ¿te encuentras bien? —dijo preocupado por mi aspecto.


- Sí, solo tengo mucho sueño, solo pude dormir un par de horas.- Me miro con pena y paso su brazo sobre mis hombros, acercándome a él.


Andamos por los pasillos buscando nuestra clase y nos topamos a ese grupo de chicas, Ashley nos miró y al momento las otras cuatro chicas se giraron a vernos. Me comencé a poner nerviosa temblando en mi lugar, Toby se dio cuenta de eso y comenzó a andar más rápido apartándonos de ellas. Por suerte, durante el resto del día no nos las volvimos a encontrar, haciendo que no estuviera nerviosa, pero, la sensación de esta mañana continuaba, ¿Qué es esta sensación?

Finalizaron las clases y salimos del instituto, frené bruscamente en la salida de este percatándome que me había dejado dentro una cosa. Le dije a Toby que me esperara aquí afuera que no tardaba nada en volver. Entre dentro del edificio, subí las escaleras dirigiéndome al aula donde habíamos tenido la última hora de clases, abrí la puerta, andé hasta mi pupitre y agarré mis llaves. Estaba a punto de darme la vuelta hasta que escuché la puerta cerrarse, giré bruscamente la cabeza nerviosa y ahí estaban ellas, el grupo de Ashley.


- Hola, cariño.- Saludo Emily que estaba parada al lado de Ashley. Me dirigí hacia la puerta, pero rápidamente fui empujada lejos de ella por Amanda que era la que protegía la puerta.


- Espera, aun no te vayas. - Habló Amanda.


- Nos la vamos a pasar bien por un rato. - Canturreo Marta.


- Eso, nos queremos divertir un rato contigo, como en los viejos tiempos.- Se acercó peligrosamente Ashley cerca de mí sosteniendo un cúter.


Al ver eso me iba apartando de ella, pero cada vez se me hacía complicado porque las otras me rodearon. Las empujaba para intentar salir de ese círculo, pero lo único que me ganaba era algún puñetazo, una de ellas me pego una patada en la parte trasera de las rodillas provocando que cayera al suelo. En un movimiento rápido, Ashley se colocó encima de mí con el cúter cerca de mi cara, intentándomelo clavar en ella. Sujetó sus manos con fuerza evitando que bajara el cúter, las otras simplemente miraban mientras se reían.

Quité una de mis manos del agarre y cuidadosamente agarré mis llaves. Cerré mi mano en un puño dejando sobresalir de ellas las puntas de estas, levante rápidamente el brazo asestándole un puñetazo en la cara, esta comenzó a gritar de dolor mientras se agarraba la cara, de esta comenzó a brotar abundante sangre.

Sus amigas me miraron con rabia y no tardaron en lanzarse contra mí. Me levante del suelo, alejándome un poco de ellas, Marta fue la primera en atacarme, me dio un par de puñetazos en el torso provocando dolores infernales. Logre tener un poco de distancia y agarre una silla, estampándosela repetidas veces en la cabeza. Se escuchaba el cráneo romperse mientras que su rostro era desfigurado por los golpes. Tiré la silla a un lado cuando note que dejo de moverse.

Mire hacia arriba, Emily y Amanda me miraban con terror en sus ojos, pero eso no detuvo a Amanda gritando de rabia por haber asesinado a su mejor amiga. Me tiraba lo primero que se encontraba cerca suyo y lo lograba esquivar. No sentía que yo controlaba mi cuerpo sentía que alguien más lo llevaba.

Matalas, matalas, matalas, mata a esas hijas de puta... La fina línea que separaba la locura de la cordura se rompió en cuestión de segundos.

Agarré un lápiz de una taza donde había más de estos y comencé a correr contra Amanda, lanzándome encima suyo clavándole el lápiz en ambos ojos. Gritaba desgarradoramente mientras que chorros de sangre salían de sus ojos pareciendo cascadas. Unos brazos agarraron mi cuello intentando asfixiarme lentamente con ellos. Logré soltarme de su agarre clavándole en la pierna el mismo lápiz que utilicé para arrancarle los ojos de Amanda antes.

Emily soltó un grito grutal, agarrándose con fuerza la pierna, me puse de pie y comencé a pegarle puñetazos por la cabeza, haciendo de esta se desmayara, golpeándose fuertemente la cabeza con el pico de una mesa haciendo que se abriera la cabeza muriendo en el acto. Me aparte de ahí lentamente y comencé a andar hacia Ashley que se seguía agarrando el lado herido de su cara mientras que con la otra apuntaba su cúter en mi dirección.


- E.. e... eres un monstruo. —Balbuceó con miedo mientras lloraba.


- Vosotras fuisteis algunas de los culpables en hacer lo que soy ahora.- Dije agachándome a su altura; agarré la mano donde sostenía el cúter arrebatándoselo y se lo comencé a clavar repetitivamente por todo su torso, mientras que sus chorros de sangre me salpicaban toda la ropa.


Cuando acabe, me levante y mire toda el aula, estaba todo manchado de sangre, incluyéndome a mí en ello. Agarré las llaves y comencé a andar por los vacíos pasillos del instituto. Llegué a la puerta de salida que solo estaba Toby esperando, se giró a verme cuando escuchó pasos y se quedó petrificado viéndome.


- ¿Qué ha pasado ahí dentro? —murmuró viéndome chorrear de sangre.


- Ashley y el resto me hicieron una visita...-


- Quítate aunque sea la sudadera para que no sepan que tienes que ver con algo de lo que ha pasado.- Mientras tanto, se sacó la suya entregándomela.


- ¿Me tienes miedo? —dije poniéndome su sudadera negra.


- Nunca, recuerda nuestra promesa de aquel día.- Guardé mi sudadera manchada en la mochila y comenzamos a andar rápido hacia nuestras casas. - Cámbiate de ropa y después de comer nos reunimos y nos escapamos juntos como prometimos. -


Se despidió de mí y fue rápido hasta su casa. Entré dentro de la mía y fui directamente a ducharme para sacarme la sangre que se empezaba a secar encima de mi piel. Me sequé y me volví a colocar la sudadera de Toby y me puse unos pantalones azules holgados. Miré mis converses negras empapadas completamente de sangre y me tuve que poner las Reebok blancas. Fui a la cocina y agarré un cuchillo, guardándolo en el bolsillo de mi sudadera.

No tenía nada de hambre, así que simplemente me senté en las escaleras del porche esperando a que Toby salga de su casa. No me arrepentía de lo que había hecho, en todo caso sentía calma, me sentía libre.


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𝙏𝙪 𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙥𝙖𝙧𝙖í𝙨𝙤 "𝙏𝙞𝙘𝙘𝙞 𝙏𝙤𝙗𝙮 𝙭  𝙏𝙪"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora