𝚆𝙾𝚅

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- Está bien ma, te amo

- Yo también - colgó y deje el celular boca abajo en la banca.

Mi abuelo ya estaba bien, lo habían llevado al doctor y le había recetado unas nuevas pastillas para su presión, además, comenzó a ir a terapia porque le habían diagnosticado "inicios tempranos de depresión" fue muy difícil hacer que aceptara ir y me colgó el teléfono cuando le dije que era lo mejor para él. Lo entendía, o al menos una parte. Él había estado casado con mi abuelita durante 65 años, en todos esos años jamás dejaron de estar juntos.

Me contó que lo habían llevado a su segunda sesión y que no le molestaba del todo, pero que aún no estaba completamente de acuerdo. Además, mi hermano me contó que le revisaban su glucosa y presión todos los días por lo que se dieron cuenta de que ya estaba muy bien.

Lo único que ahora rondaba por mi mente era esa relación que mi mamá estaba teniendo y no porque tenga una nueva relación, mas bien me intrigaba la razón por la cual no nos quería contar.

- Ya llegó - Lex me dio un empujoncito y me senté bien

Entró como siempre: con su sinfonía perfecta, balanceando un poco las caderas y sin ver a nadie, como si fuéramos insignificantes. Traía el cabello recogido en una coleta alta y portaba un traje negro,, el cual ayudaba a resaltar aún más su cabellera roja; camisa y zapatillas lilas.

- Pizarnik, ¿Quién sabe algo de ella?

Vi la cara de confusión de muchos y la sonrisa de otros. Algunos, al no saber nada, comenzaron a verse con miedo.

- No los voy a regañar, cambié mi temario, no es obligatorio que tengan cultura como para que conozcan a los autores de los que vamos a hablar, no soy tan bruja como me dicen - esto último no lo dijo en su tono inicial y sacó algunas sonrisas de culpabilidad a aquellos que utilizaban ese sobrenombre y sin embargo, eso no pareció molestarle.

Oprimió unos botones y el pizarrón táctil comenzó a subir para dejar a la vista un pizarrón de tiza y comenzó a escribir - Entonces, Pizarnik - subrayó el nombre en una línea mal hecha.

Me intrigaba mucho esta nueva faceta de Mina, normalmente paseaba por los pasillos y escribía en el pizarrón con una perfección intachable.

Algunos comenzaron a hablar y esta vez no les temblaba la voz.

- Perfecto - me dio una vista rápida porque yo no hablé - La clase pasada les dije que dejaría de enseñar como lo he estado haciendo durante años por lo que quiero que me digan, ¿Qué sigue?

- ¿Qué sigue? - habló Myers y Mina parece tener un oído supersónico o algo así porque no había forma de que la escuchara desde la cuarta fila

- Sí, ¿Qué sigue? La mayoría de ustedes sí la conoce, los pocos que no, pueden hacer una investigación que no les quitará más de 30 minutos pero ahora qué, ¿Pasamos a la siguiente? ¿Leemos algo de ella? ¿Lo analizamos? ¿Nos olvidamos de su existencia y su legado? O podemos terminar la clase aquí, por eso les pregunto, ¿Qué sigue? - se recargó en la orilla de su escritorio apoyando una mano en este y la otra en su bastón.

Nos estaba dando completa libertad de hacer lo que quisiéramos con su clase, todos nos volteamos a ver en completa confusión.

- ¿Qué era el amor para Pizarnik? - preguntó Lex y la voltee a ver, no quería hablar de amor y desamor con Wilhemina

- Interesante - hizo el amago de querer levantarse para comenzar a hablar pero me adelanté

- Su poesía oscilaba entre el automatismo surrealista y la voluntad de exactitud racional. Eran piezas sin énfasis, a veces incluso sin forma, como anotaciones y alusiones de un diario personal. Ventanas metafóricas, espacios para la reflexión - nos quedamos viendo - su poseía no es de amor - sabía la última estupidez que había dicho pero prefería evitar a toda costa ese tema

Nuestra última cartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora