Un Amor Olímpico

Capítulo 10: Mañana en París (Sophie)

Me desperté temprano aquella mañana, el sol que se colaba a través de las persianas de mi habitación, lo que provocó que me despertara temprano para ser un día de descanso. Decidí tomarme una pequeña ducha para refrescarme, me puse mi playera de entrenamiento, unos pants color gris claro y unos tenis y me dirigí a tomar mi desayuno antes de planear mi día con mis amigas porque teníamos un día para recorrer todas las calles de París.

Al entrar al comedor, la multitud de atletas y entrenadores acelerados ya comenzaba a llenarlo con el ruido tan estresante tan habitual de las mañanas. Me senté en la mesa más retirada de todo el ruido estremecedor para poder desayunar con calma mi cereal. Cuando de repente, escuché una voz familiar.

-Hola, Sophie,- dijo Lucas, con su clásica calidez.

Levanté la vista y le sonreí, sintiendo un pequeño nudo en la boca del estómago al verlo. -Hola, Lucas. Buenos días.-

-¿Te importa si me siento contigo?- preguntó, señalando la silla vacía frente a mí.

-Claro, siéntate,- respondí, haciéndole un gesto para que tomara asiento.

Mientras hablábamos, noté que Lucas parecía un poco más inquieto de lo habitual. Algo en su mirada me decía que estaba planeando algo importante, pero supuse que era relacionado a sus competencias. Después de unos momentos de conversación, me miró directamente a los ojos, y pude ver la determinación en su expresión, que logró ponerme con nerviosismo a ver esos intensos ojos.

-Oye, Sophie,- comenzó, su voz un poco más suave. -Hoy ambos estamos libres de competencias. Me preguntaba si te gustaría salir y conocer París conmigo. Sería genial explorar la ciudad juntos.-

Me sorprendió al principio, pero la idea me encantó. -Me encantaría,- respondí con una sonrisa. -Siempre he querido explorar París.-

-Genial,- dijo Lucas, visiblemente aliviado. -Terminemos de desayunar y vayamos a la aventura.-

-Espera,- le dije, viendo cómo su expresión se tensaba por un momento. -Deja que me cambie y me ponga algo más para salir a las calles de París.-

Aunque me sentía cómoda con mi atuendo de entrenamiento, quería estar un poco más arreglada para un día en la ciudad y también necesitaba tiempo para hablar con mis amigas para decirles que el plan se cambiaba por el tipo de acompañante. -Claro, entonces te veo en una hora en la entrada del edificio de Canadá,- dijo Lucas, su rostro relajándose nuevamente.

-Está bien, ahorita nos vemos,- le respondí, dándole un pequeño beso en la mejilla antes de salir del comedor.

Regresé a mi habitación y encontré a mis dos mejores amigas del equipo, Emily y Claire, esperándome. Mi entusiasmo era evidente, así que les conté sobre mis nuevos planes para explorar París con Lucas. Emily, con su naturaleza siempre curiosa, no tardó en preguntar -¿Así que finalmente vas a pasar el día con él? ¡Cuéntanos todo! ¿Qué piensas ponerte?- Claire, siempre práctica, se unió -Sí, Sophie, tenemos que asegurarnos de que luzcas espectacular. París no es cualquier lugar.-

Pasamos la siguiente hora eligiendo el atuendo perfecto. Primero, Emily sugirió unos jeans y una blusa color azul, pero Claire insistió en algo más romántico y sofisticado. Después de muchas risas y debates, finalmente nos decidimos por un vestido veraniego azul claro con un delicado estampado floral que resaltaba mi elegancia casual. Mientras Emily me ayudaba con mi cabello, Claire buscaba los accesorios perfectos: unas sandalias blancas y un sombrero de ala ancha para protegerme del sol.

Mientras me arreglaba, Emily no podía dejar de bromear sobre cómo Lucas me tenía tan inquieta. -¿Así que el misterioso Lucas finalmente tiene una cita contigo? ¡Ya era hora!- dijo con una sonrisa traviesa. Claire, con una sonrisa cómplice, me recordó -Sophie, este podría ser el comienzo de algo muy especial. No dejes que los nervios te detengan.-