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SIN PDV

Ruslana estaba nerviosa. No era la gran cosa lo que tenía que decir, pero ocultar información no era lo suyo, y como sabía que Chiara iba a notar que tenía algo que ocultar, ideó un plan para contarle otra cosa.

—Vale, lo que pasa es que me di cuenta de que hay veces que doy por sentadas las cosas contigo. Nuestro vínculo es distinto, pero eso no quita que igual sienta lo que siento y que me hagas bien. El viaje me hizo darme cuenta de que hay veces que no valoro lo que es que confíes en mí y me dejes ser tu compañera.

—Rus... ¿El viaje te ha dejado blandita?

—No, Keeks, es que me di cuenta de que, a pesar de todo lo que has pasado, confías en mí y día a día lo haces aún más. Y no es solo eso, es que me quieres tan bonito que merecía una mención especial.

—Jope, baby, te dejo unos días con Aroa a solas y vuelves intensísima. Hablaré con ella luego para saber qué es lo que hace.

—Jajaja, amor, eres tontísima. ¿Me quieres contar qué ha pasado con la pelirroja 2?

—No la llames así... Vale, está bien, pero solo porque sé que igual me vas a insistir para que en algún momento te cuente.

—Vale, vale. Entonces háblame de cómo te fue con la gran misión de volver a relacionarte con el gran amor de tu vida.

—¡RUSLANA, CÁLLATE! No lo digas así, suena mucho más grande de lo que es.

—Vale, perdón, no entres en pánico, cuéntame.

—Ella, antes de viajar, me dijo que al volver me hablaría y cumplió. Cuando volvió a hablarme, nos pusimos intensas. Es súper raro porque hablamos y somos unas intensas, y no se siente incómodo, pero luego, cuando pensamos las cosas, sí que nos sentimos inseguras.

—O sea, que hablan y todo va bien, o incluso cuando os visteis también fue cómodo, pero ambas tenéis miedo cuando pensáis las cosas.

—Creo que sí. No lo he hablado con ella, la verdad. Pero es que luego ella tenía un problema y me ha llamado a la madrugada para que la ayudara, y ha sido súper bonito, en plan que es una tontería, pero me ha gustado mucho porque se ha sentido como cuando en la adolescencia nos pasaba algo y nos llamábamos a escondidas porque era tarde. Rus, ¿estoy muy loca si creo que podemos recuperar la amistad?

—No voy a darte mi opinión concreta porque no corresponde, pero yo creo que tú puedes lograr lo que sea. Y respecto a Violeta, yo creo que solo tenéis que hablar mucho. Lo único malo de vosotras es eso; como lo cambiéis y aprendáis a comunicaros, lograrán lo que quieran.

—Jo, es que para mí es importante. Ahora que he vuelto a hablarle y a compartir con ella, no quiero perderla. Es un sitio seguro que ahora que ha regresado no quiero que se esfume nuevamente, y me da miedo que suceda porque sé que puede suceder. Pero estos días hemos hablado todos los días, al menos por mensajes, y no lo sé. Me acojona.

—Háblalo con ella, dile lo importante que está siendo para ti esto.

—Bueno, igual, por lo que hemos hablado, creo que pronto estará en Barcelona. No creo que tenga intenciones de salir corriendo, pero veré el momento de hablarlo con ella.

—Estoy muy orgullosa de ti, Keeks. Es que no tienes idea de todo lo que has cambiado y cómo has mejorado la forma de afrontar las cosas.

—Jo, si lo he logrado es por ti, amor. Creo que nunca te lo he dicho, pero la primera vez que le hablé a mi psicóloga de ti, en plan cuando iba a una y eso, le dije que tú eras como mi salvavidas, pero distinto, que cuando el mar estaba demasiado tormentoso fuiste salvavidas, pero luego fuiste enseñándome a nadar, aunque para eso primero me enseñaste a flotar.

La luz que te he quitado - kiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora