Kuroko no Basket (AGOSTO DE MPREG 2024)

Día 7 Cambios Físicos

Cambios, la vida estaba llena de cambios y más ahora que Taiga de 1.90 había embarazado al pequeño Kuroko de 1,68, al inicio sus amigos habían hecho varías bromas la respecto, es decir ¿Cómo un animal como Kagami había hecho el delicioso con el pequeño Kuroko? ¿Y ahora esperaban un bebé? Para ellos eran un broma pero cuando se reunieron para convivir después de tanto tiempo su sonrisa se había borrado de inmediato.

Todos los del equipo de la preparatoria Seijin estaban ahí, incluyendo a un par extras que no debían de estar ahí entre ellos Kise.

Para todos era claro el evidente cambió físico de Kuroko en un cuerpo menudo de poca masa muscular era incluso morboso observarlo, ahí en su vientre la curvatura de que había era algo más que evidente.

—¿Qué? ¿Era enserio lo de su relación? — Hyuga se acercó al recibirlo en cuanto entraron al restaurante, Kuroko estaba siendo abrazado pro Kagami que mantenía su brazo alrededor de su cintura a modo de protección.

—Senpai, pero si usted ya sabía que nos habíamos casado — habló Kuroko mientras que le observaba con cara de aburrido.

—Lo sé, pero pensé era por algún tipo de broma o por un acuerdo no exactamente por e"so" — la mirada de Hyuga se dirigió hacía el vientre notoriamente abultado de Kuroko que a pesar de la chaqueta gigante que traia puesta no ocultaba del todo el orgullo  que crecía de ese par.

—Es mío si es tú duda — respondió Kagami con cara de pocos amigos, el mayor alzó las manos en forma de rendición.

—Lo siento chicos aún es difícil para mi asimilar que se dieron al deseo de la pasión.

Taiga se puso rojo y Kuroko solo se rascó la mejilla — De hecho fue él, el que cayó ante sus bajos instintos.

—¡Kuroko!

Junpei sonrió, tanto tiempo y ese par no había cambiado ni un poco des de la ultima vez que los vieron — Como sea entremos, Taiga ¿Cómo te fue en la temporada?

La pareja avanzó para sentarse donde todos su ex compañeros estaban ya comenzando a comer.

—No puedo creer que vayan a los Olímpicos este año

—Nosotros tampoco, ni siquiera Mitobe podía asimilarlo.

Las hora pasaron rápido y pronto la pareja se encontró en casa, Kuroko e quitó la chaqueta de Taiga que por obvias razones no era de su talla y se miró al espejo acariciando su panza, estaba creciendo y ahora a sus costados estaban saliendo unas líneas blanquecinas que significaban que las fibras de colágeno estaban dando de si.

Taiga se acercó al verlo tan quieto y se le quedo observando unos segundos.

—Sabes, sé que tú eres mi luz — dijo Kuroko mientras sobaba su estómago con suavidad — Y yo soy tú sombra pero ahora.

Kagami le observó con duda y preocupación mientras que Kuroko se alzaba más la camiseta —Este pequeño será la luz de ambos y será tan brillante que nunca volveremos a estar en las sombras.

Los ojos de Taiga se cristalizaron y se lanzó para abrazar a Kuroko levantándolo con suma facilidad del piso — Lo sé Kuroko y te agradezco mucho porque me hayas elegido a mí.

—Kagami bájame o te voy a vomitar.