Dia 6 Patadas

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El embarazo había pasado muy rápido para gusto de la pareja de tener 10 semanas en menos de un pestañeo ya estaban por la mitad del embarazo 20 semanas de estar cuidado del pequeño Taiga como habían bautizado al bebé de momento o por lo menos hasta que dejará que se viera en el ultrasonido.

Las discusiones eran escasas ya que aún no había asimilado por completo lo del bebé, sin embargo tenían mucho de que hablar al respecto, más con algunos de los temas más delicados.

¿Dónde carajos iban a vivir?

Algo era claro Taiga tendría que volver a Estados Unidos para la próxima temporada de Basket.

Por lo que de momento las discusiones eran escasa al respecto solo eran temas que simplemente no veían objetivo tocar.

Si nacía en Japón tendría nacionalidad Japonesa, si estaba en Estados unidos la norteamericana.

La de los padres eran mitad y mitad.

Kuroko estaba sentado sobre el tatami viendo por la ventana que daba al pequeño jardín Zen que tenía la casa que habían comprado para su estancia en Japón, no se tenía que ser tonto para saber que era lo que hacía Kuroko.

Estaba pensando en estrategias para el Basket.

Él que ya no jugará no significaba que ya no pensará en él deporte que más le gustaba en el mundo.

Se pasó una mano por el vientre que ya comenzaba a darse a notar en las playeras más apretadas, pero no se preocuparía por ellas, si necesitaba en algún momento algo más grande se pondría las de Taiga, hasta una bata se podría hacer con ellas.

Su bebé ya tendría el tamaño de una naranja o un poco más a palabras del doctor Solace, después de todo ya estaba por cumplir los 5 meses.

Un sonido de caucho botando le llamó la atención lo que hizo que se levantará de donde estaba sentado para dirigirse hacía el otro jardín de la casa donde lo vio, ahí estaba una cancha de Basket y su esposo estaba jugando solo con una pelota.

Kuroko le observó con la boca abierta y sintió algo raro provenir de él, era como un revoloteo de una mariposa, llevó una mano hacía su vientre que apenas era notorio por la camiseta de gran tamaño que llevaba puesta y soltó un jadeó.

—Taiga...

El pelirrojo que apenas había recuperado de nuevo el balón entre ssu manos giró la cabeza en dirección a Kuroko que tenía ambas manos sobre su vientre.

No pudo reaccionar más rápido de inmediato estaba junto a él con los ojos desorbitados tratando de averiguar que le pasaba a su chikistrikis —Kuroko ¿Algo está mal? ¿Hospital? ¿La fuerza aérea?

El peliazul negó y tomó la gran mano de Taiga llevándola a su vientre haciendo una ligera presión, al momento un suave golpecito se sintió contra la gran palma de la mano del Basquetbolista que abrió los ojos y la boca con sorpresa.

—¿Está?

Los ojos de Kuroko se cristalizaron de inmediato — Si, está pateando por verte jugar Basket. 

Kuroko no Basket  (AGOSTO DE MPREG 2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora