Kuroko no Basket (AGOSTO DE MPREG 2024)

Dia 14 Contracciones

Kagami estaba en modo automático, había subido la maleta y las cosas que dijeron que llevarían al hospital para el nacimiento de su primogénito, tenían la clínica más cerca a aproximadamente 30 minutos de la casa, después de todo su casa era una tradicional a las afueras de la ciudad.

Kagami estaba tenso, sudaba a borbotones y temblaba, sólo tendría que esperar algunas horas y tendría al bebé entre los brazos de su chikistrikis, sacó su mano derecha del volante y la deslizó al asiento del copiloto buscando el calor de la pierna de su esposo o de su mano.

Se quedó de piedra al no sentirlo y frenó de golpe mirando a su izquierda, Kuroko no estaba ahí... ¿Se había olvidado de su esposo en casa?

Quiso vomitar en ese momento ¿Cómo había sido tan imbécil? Arrancó de nuevo el auto y dio vuelta para ir a buscar a su esposo era un tonto de primera.

En pleno camino hacia casa vio un auto provenir de la privada y observo cómo Kuroko iba en el mismo auto que Kise que iba conduciendo, Kagami entonces se puso en marcha para ir detrás de ellos.

...

—Eres un estúpido Kagami, olvidarte de Kurokito— Riñón Rise mientras que Kuroko estaba sentando en una silla de ruedas y rellenaba algunos papeles que estaban en un portapapeles, Kagami estaba sentado a su lado en una silla normal apoyado en sus rodillas.

—No me lo tienes que recriminar Rise, en cuanto me di cuenta volví por él.

Kuroko solo escribía hasta que llevó su mano al brazo de Taiga, este le dedicó una mirada de duda hasta que sintió que el agarré del peliazul se afianzaba a él y todo él se tensaba.

—Tetsu ¿Qué sucede?— pregunto preocupado mientras la expresión del pequeño se fruncía y cerraba los ojos, se mantuvo así apretando el brazo de Kagami y tras unos segundos se relajó dando una bocanada de aire, soltó a su esposo y se llevó una mano al vientre.

—Las contracciones, se están poniendo más fuertes —Dijo conservando la calma como podía, como siempre el era el más tranquilo de los dos.

Rise le miró y suspiró — Tranquilo Kagami creo que Kuroko puede controlarlo bastante bien.

La cara del contrario era de horror su esposo comenzaría a sufrir más y más por el hecho de que y él bebé quería salir.

—Todo estará bien Taiga, en cuanto sean más largas y fuertes significa que será hora.

El doctor Solace salió de un consultorio y se acercó a ellos —Hola, ne supone no los vería hasta la próxima semana señores Kagami.

—Rompí bolsa hace medía hora creo... así que pensamos que era mejor estar ingresados.

El doctor asintió —Bueno veo ya tienen su formulario, Padre del bebé le recomiendo llevé al otro padre a caminar un rato por el pasillo para ayudarle con las contracciones y que el bebé bajé, no será momento hasta que sean cada 5 minutos.

El pelirrojo asintió y el rubio se retiró.

—Bueno, supongo lo podrán manejar solos, iré a avisarle a los chicos suerte papis — Dijo Rise para levantarse e irse.

Kagami se levantó y le tendió los brazos a su esposo poniendo las palmas hacia arriba, Kuroko pasó saliva y sujeto de los antebrazo del mayor de altura poniéndose de pie, la pareja comenzó a caminar lentamente hacía el pasillo.

—No pensé que llegaríamos hasta aquí algún día— Dijo Kuroko mientras que Kagami sonreía.

—Yo tampoco quién diría que por venir a Japón me enamoraría.

El peliazul asintió quedándose quieto y volviendo a apretar los brazos de su esposo, se tenso y Kagami juró que escucho cómo sus dientes se apretaron, está vez fue más intenso porque Kuroko se dobló hacía adelante y una gota de sudor bajó por el costado de su cabeza.

Taiga se quedó en silencio hasta que vió como se volvía a relajar —¿Cómo estás?

—Fue más fuerte ¿Cuánto?

—Medio minuto.

—Bien está bien, sigamos.

Añadió para seguir caminando junto a su esposo un rato más

—Respira estamos juntos en esto .

—Si— Kuroko observó hacía sus piernas y vió cómo su pantalón se comenzó a manchar de un líquido  con tono rojizo — Ta...Taiga

El jugador no lo pensó y en un movimiento rápido lo levanto como princesa buscando una enfermera.