CAPITULO 48

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Diablo y sus niñas espadas lucharon con ferocidad, cortando a través del ejército de muertos vivientes con facilidad. A pesar de ser superados en número, Diablo y sus niñas espadas eran demasiado poderosos.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el último soldado no muerto cayó al suelo. Diablo se detuvo, rodeado de un mar de cuerpos inmóviles.

Asmodeous se sorprendió, su rostro pálido de ira y sorpresa. "¿Qué poder mágico es este?", gritó. "¿Cómo mataste a 10 mil de mis soldados no muertos?"

Diablo sonrió, su pecho elevándose con la respiración agitada. "Mi poder es el de las niñas espadas", dijo. "Ellas son mi fuerza, mi velocidad y mi estrategia".

Asmodeous se rió, una risa que hizo temblar la tierra. "Eres un necio, Diablo", dijo. "Piensas que puedes derrotarme con tus pequeñas espadas? Yo soy el rey de los muertos, y mi poder es ilimitado".

Diablo se encogió de hombros. "Vamos a ver", dijo. "Invoco a Luxeria, Aerope, Geodrakon, Tenebris y Crystalia. ¡Atacad!"

Las niñas espadas brillaron con un resplandor intensificado, y se lanzaron hacia Asmodeous con una velocidad y ferocidad inimaginables. La batalla final había comenzado.

Asmodeous se transformó en una gigantesca calavera con una túnica de sombras, su presencia era aterradora y su voz retumbaba como un trueno. "Este es tu fin, Diablo", gritó. "No importa que seas la reencarnación de mi archienemigo de hace mil años atrás, te destruiré de nuevo".

La calavera gigante se elevó sobre Diablo, su boca abierta en una sonrisa macabra. Las sombras que la rodeaban parecían cobrar vida, serpenteando hacia Diablo como si quisieran atraparlo.

Diablo no se intimidó, su confianza en sus niñas espadas y en su propio poder era inquebrantable. "No te preocupes por el pasado", dijo. "Estoy aquí para terminar lo que empezó hace mil años".

Las niñas espadas brillaron con un resplandor intensificado, y se lanzaron hacia la calavera gigante con una velocidad y ferocidad inimaginables. La batalla era intensa, la calavera gigante lanzaba golpes devastadores, pero Diablo y sus niñas espadas esquivaban y contraatacaban con precisión.

La lucha continuó, la calavera gigante comenzó a mostrar signos de debilidad, su túnica de sombras se desvanecía y su estructura ósea comenzaba a resquebrajarse. Diablo y sus niñas espadas presionaban, sabían que estaban cerca de la victoria.

Pero Asmodeous no se rendiría, su poder era demasiado grande, y su sed de venganza era insaciable. "No... no puedo ser derrotado", gritó, su voz cada vez más débil. "Soy el rey de los muertos...".

La Sombra que se Convierte en Salvación "La reencarnación del rey demonio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora