La Sombra que se Convierte en Salvación "La reencarnación del rey demonio"

CAPITULO 50

Uno de los soldados de la alianza se acercó cautelosamente al lugar donde se estaba librando la batalla entre Diablo y Asmodeous. Al ver de cerca, se horrorizó al descubrir los cuerpos de las 5 niñas espadas: Luxeria, Aerope, Geodrakon, Tenebris y Crystalia.

Estaban tendidas en el suelo, con sus cuerpos partidos en dos. La mitad superior era humana, con sus caras serenas y hermosas, mientras que la mitad inferior era la de una espada, con sus filos brillando en la luz débil.

El soldado comprendió de inmediato por qué Diablo había perdido el control. Había visto a sus niñas espadas, sus compañeras y amigos, ser destruidas de esa manera brutal.

"Es... es horrible", murmuró el soldado, sintiendo un escalofrío recorrer su espina dorsal.

Los demás soldados se acercaron, y al ver la escena, se taparon la boca con horror. "¿Cómo pudo hacer algo así?", preguntó uno de ellos.

"Es Asmodeous", respondió otro. "Es capaz de cualquier cosa".

Los soldados se miraron entre sí, sintiendo una mezcla de miedo y tristeza. Sabían que tenían que hacer algo, pero no sabían qué. La batalla entre Diablo y Asmodeous continuaba, y no sabían si debían intervenir o no.

Varios soldados de la alianza se arriesgaron a acercarse a los cuerpos de las niñas espadas, determinados a ayudarlas. Sin embargo, al llegar a su lado, se dieron cuenta de que no sabían cómo curarlas. Las niñas espadas no eran seres humanos, sino espadas legendarias, y no sabían cómo reparar el daño que habían sufrido.

"¿Cómo podemos curarlas?", preguntó uno de los soldados, desesperado. "No sabemos cómo reparar espadas legendarias".

"Tenemos que intentarlo", respondió otro. "No podemos dejarlas así".

Los soldados comenzaron a buscar cualquier cosa que pudiera ayudarlas. Buscaron en sus mochilas, en el suelo, en cualquier lugar, pero no encontraron nada que pareciera útil.

Mientras tanto, la batalla entre Diablo y Asmodeous continuaba, con ambos luchando con todo su poder. Los soldados sabían que tenían que hacer algo rápido, antes de que fuera demasiado tarde.

De repente, uno de los soldados recordó algo. "La espada de Luxeria", dijo. "Recuerdo que Diablo dijo que era la espada más poderosa de todas. ¿Y si podemos usar su poder para curarlas?"

Los demás soldados se miraron entre sí, esperanzados. "Vale la pena intentarlo", dijo uno de ellos. Y así, comenzaron a buscar la forma de utilizar el poder de la espada de Luxeria para curar a las niñas espadas.