CAPITULO 53

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Después de salir del vacío del reino de los muertos, Diablo y su grupo vieron a lo lejos que el sol comenzaba a salir. El cielo se iluminaba con tonos rosados y naranjas, anunciando el amanecer.

Los soldados de la alianza se despertaron, estirándose y parpadeando para quitarse el sueño. Al abrir los ojos, se encontraron con un paisaje impresionante. La vasta llanura se extendía ante ellos, con montañas lejanas que se elevaban hacia el cielo.

Lilith, la madre de Diablo, se puso de pie, sonriendo con una mezcla de tristeza y felicidad. "Ha llegado el momento de comenzar una nueva jornada", dijo, mirando a su hijo y a las niñas espadas.

Diablo se puso de pie, con Tenebris, Aerope y Geodrakon a su lado. Juntos, miraron el paisaje que se alumbraba por el sol medio saliente en el horizonte.

El grupo se quedó en silencio por un momento, disfrutando del espectáculo del amanecer. Luego, Diablo habló, su voz firme y decidida. "Vamos", dijo. "Tenemos un largo camino por delante. Debemos encontrar una forma de regresar al mundo exterior y enfrentar lo que nos espera".

Los soldados de la alianza asintieron, listos para seguir a Diablo y a sus niñas espadas en la nueva jornada. Lilith sonrió, sabiendo que su hijo estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

Juntos, el grupo comenzó a caminar hacia el horizonte, listos para enfrentar lo que les esperaba en el nuevo día.

Después de tanto volar, finalmente se vislumbró el Reino Demoniaco en el horizonte. Al llegar, fueron recibidos por todos los demonios, que se reunieron para celebrar el regreso de su líder, Diablo.

Las niñas espadas, Luxeria, Aerope, Geodrakon, Tenebris y Crystalia, venían junto con los soldados de la alianza, que habían sido rescatados por Diablo y sus niñas espadas. También venía Lilith, la madre de Diablo, quien sonreía con orgullo al ver a su hijo rodeado de amigos y aliados.

Nadia, emocionada, corrió hacia Diablo y lo abrazó con fuerza. "Mi amado prometido", susurró, con lágrimas de felicidad en los ojos.

Las niñas espadas se acercaron a Diablo y Nadia, sonriendo con alegría. Luxeria, Aerope, Geodrakon, Tenebris y Crystalia abrazaron a Diablo y a Nadia, felices de estar de vuelta en el Reino Demoniaco.

Los soldados de la alianza se quedaron atrás, mirando con asombro el reino demoniaco. No podían creer que hubieran sido rescatados por el mismo Diablo que habían temido y odiado.

Diablo, conmovido por la recepción, abrazó a Nadia y a las niñas espadas, sintiendo una gran alegría y alivio. Sabía que había regresado a su hogar, y que estaba rodeado de aquellos que lo amaban y lo apoyaban. Lilith sonreía con orgullo, viendo a su hijo rodeado de amigos y aliados.

La Sombra que se Convierte en Salvación "La reencarnación del rey demonio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora