Capítulo 4: Una Charla Interrumpida

0 0 0
                                    


La semana iba avanzando y, sin muchos sobresaltos, Maya se encontraba en su rutina habitual. Ya era miércoles y después de una mañana llena de clases intensas, por fin llegaba el tan esperado descanso del almuerzo. Se dirigió a la cafetería, donde Thea ya la estaba esperando en su mesa de siempre, cerca de la ventana.

—¡Por fin llegas! —exclamó Thea, casi saltando de su asiento al verla—. Estaba a nada de ir a buscarte. ¿Cómo va todo?

—Más o menos, lo normal —respondió Maya, dejándose caer en la silla frente a su amiga mientras sacaba su almuerzo de la mochila—. Las clases han estado bastante aburridas, pero estoy intentando ponerme al día con historia para poder ayudar a Dani.

Thea sonrió mientras abría su bandeja de comida.

—¡Qué aplicada! Suena bien. Oye, ¿qué tal si aprovechamos para repasar algunas ideas para el proyecto de biología mientras comemos? No es por nada, pero la última clase fue un poco confusa.

—Sí, estaría genial. Necesito repasar eso antes de que se me olvide —dijo Maya, comenzando a comer su sándwich.

Las dos se sumergieron en una conversación animada sobre su proyecto, repasando ideas y haciendo planes para el trabajo en equipo. Mientras tanto, la cafetería estaba en su punto máximo de actividad, con estudiantes riendo y charlando por todas partes. Maya se dejó llevar por el momento, disfrutando de la charla con Thea, y por un rato, logró desconectarse de sus pensamientos sobre Liam.

—¡Hola, chicas! ¿Qué hay de nuevo? —Dani apareció de la nada, con su sonrisa relajada de siempre, y se sentó con ellas sin esperar una invitación.

—¡Hey, Dani! —saludó Thea alegremente—. Estamos en modo nerd, trabajando en el proyecto de ciencias. ¿Y tú qué cuentas?

—Nada, sobreviviendo. Solo vine a ver si están listas para el torneo de fútbol que se viene. Escuché que este año hay algunos equipos nuevos que vienen con todo —comentó Dani, emocionado, mientras le daba un mordisco a su manzana.

Maya sonrió, agradecida de que la conversación se desviara hacia un tema más ligero. Le gustaba el fútbol, aunque no tanto como Thea, que enseguida se puso a debatir sobre los posibles ganadores del torneo. Dani, con su típica actitud relajada, aportaba datos y opiniones, haciendo que la charla fluyera sin esfuerzo.

Mientras ellos hablaban, Maya se quedó mirando alrededor de la cafetería, su mirada se detuvo en la fila de comida donde estaba Liam. Estaba solo, con esa misma expresión seria que lo hacía parecer inaccesible. Tomó su bandeja y se dirigió a una mesa cercana, donde se sentó, perdido en sus pensamientos.

Maya intentó no prestarle demasiada atención, pero no pudo evitarlo. Había algo en él que simplemente la atraía, aunque no podía explicarlo. De repente, notó que Liam se levantaba, llevando su bandeja hacia el área de reciclaje. Cuando pasó cerca de su mesa, por un breve momento, pareció detenerse, lanzando una rápida mirada en su dirección. Maya sintió que su corazón se aceleraba un poco, pero trató de mantenerse tranquila y seguir conversando con Thea y Dani.

Justo cuando empezaba a relajarse de nuevo, Liam se acercó a su mesa. La conversación se detuvo abruptamente cuando se paró junto a ellos, y Maya sintió un nudo en el estómago.

—Maya, ¿podemos hablar un momento? —preguntó Liam, mirando directamente a ella con esos ojos azul oscuro que la hacían sentir algo incómoda y curiosa a la vez.

Maya parpadeó, sorprendida, y miró a Thea y Dani, quienes tenían expresiones de sorpresa en sus rostros.

—Eh, claro —dijo, tratando de sonar casual aunque sentía que su corazón latía más rápido—. Vamos a la esquina, ¿vale?

Se levantó y siguió a Liam hacia un rincón más tranquilo de la cafetería. La mezcla de curiosidad e inquietud que sentía la tenía un poco descolocada.

—¿Qué pasa? —preguntó, mirándolo de frente.

Liam, con su típica expresión de desinterés, bajó la mirada por un segundo antes de hablar.

—Te he visto un montón en la biblioteca. ¿Tienes algún libro que me puedas recomendar para la clase de historia? Estoy buscando algo que me ayude a entender mejor lo que estamos viendo.

Maya parpadeó, sorprendida. No esperaba que esa fuera la razón por la que se le había acercado, y eso la hizo sentir un poco más relajada.

—Oh, claro, no hay problema —respondió, sonriendo un poco—. Depende de lo que necesites. Si estás buscando algo general, te recomendaría "Historia Universal de Smith". Es súper completo y está bien explicado. También hay una serie que se llama "Historia Hoy" que está en la biblioteca y es fácil de entender.

Liam asintió, como procesando la información.

—Eso suena bien. Lo revisaré. Gracias por la recomendación.

—No hay de qué. Si necesitas algo más, solo dime —añadió Maya, un poco más confiada.

—Nos vemos luego, entonces —dijo Liam antes de darse la vuelta y regresar a su mesa.

Maya se quedó un momento parada, viendo cómo se alejaba, antes de volver con Thea y Dani. Ambos la miraban con curiosidad, especialmente Thea, que no pudo evitar preguntar.

—¿Y eso? ¿Todo bien?

—Sí, todo bien. Solo me preguntó sobre libros de historia. Nada del otro mundo —respondió Maya, restándole importancia al asunto.

Dani levantó una ceja y sonrió, con un tono divertido.

—No es tan raro, ¿sabes? Creo que todos los del curso te pedirían consejo. Todos saben que eres la mejor en historia, y Liam no es tonto. Tal vez no lo parezca, pero es más listo de lo que deja ver. Seguramente, solo quiere asegurarse de no quedarse atrás.

Maya rió suavemente, un poco aliviada por la observación de Dani.

—Supongo que sí —dijo, encogiéndose de hombros—. Igual, es extraño. No esperaba que se acercara así, tan de repente.

—Bueno, quién sabe —intervino Thea, encogiéndose de hombros—. Quizás está intentando integrarse un poco más, pero a su manera. Al final, no somos tan diferentes. Todos estamos aquí para aprender, ¿no?

La conversación en la mesa retomó su ritmo, desviándose hacia otros temas, y Maya hizo un esfuerzo por concentrarse en disfrutar el tiempo con sus amigos. Aunque el encuentro con Liam había sido inesperado, no había sido tan incómodo como ella había temido.

Cuando el almuerzo llegó a su fin, Maya se dio cuenta de que, aunque Liam seguía siendo un enigma en su vida, no podía dejar que eso la distrajera de las cosas realmente importantes. Con Thea y Dani a su lado, sentía que todo era más fácil, y estaba lista para enfrentar el resto del día con una actitud más positiva, dejando de lado las preocupaciones que Liam podía traer consigo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ecos del corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora