Capítulo 30

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Ya había pasado una semana desde que llegaron a la comunidad

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Ya había pasado una semana desde que llegaron a la comunidad.

El grupo se había acostumbrado a las rutinas y al tipo de vida que llevaban allí. Sin embargo, algunos de ellos echaban de menos la independencia que tenía anteriormente.

La mayor parte de la gente que estaba allí agradecía no tener que arriesgarse y que los militares fueran los que pusieran su vida en peligro para mantener los suministros, pero ese no era el caso de algunos de los recién llegados.

De hecho, Law agradecería estar rodeado por una horda de infectados antes que aguantar un minuto más al lado de aquella chica.

—Vaya, Law, por fin apareces —saludó Marco, mostrándole una de sus amigables sonrisas que contrastaban con la malhumorada expresión del pelinegro.

—Quédate aquí un rato descansado, Makino —le propuso (TN) a la mujer de cabello verde.

Al parecer se había hecho daño en un tobillo mientras bajaba las escaleras. Por suerte, no era nada grave y tampoco había llegado a caerse. Todo gracias a Shanks, siempre tan atento y con buenos reflejos.

Acto seguido la peli(t/c) se dio media vuelta y se acercó a Law.

—Buenos días... Esta noche te toca a ti cuidarme —le recordó la joven, sonriendo con emoción.

—Lo único que me ha dado fuerzas para levantarme esta mañana —aseguró él–. ¿Como van los niños?

—Ya están mucho mejor.

Por lo visto, la llegada de los nuevos había provocado una serie de casos de virus estomacal que había afectado a los más pequeños de la comunidad.

Los nervios se habían crispado por este acontecimiento. Hacía tiempo que no llegaba gente nueva y algunas personas no estaban nada contentas con que su llegada hubiera causado aquel virus. Si es que ese había sido el caso. El origen no estaba muy claro.

Sin embargo, Marco, había logrado apaciguar la situación. Era una persona que siempre encontraba la forma adecuada de que hubiera un buen ambiente. Se notaba que era una alguien querido e importante allí.

Además, la mayoría adoraba a los recién llegados. Eran divertidos y trabajadores. Y la comida de Sanji... Era increíble como un niño podía preparar comida tan deliciosa con simples ingredientes.

El día pasó lento y tranquilo. No hubo mucho trabajo en la enfermería. Nada más que dar las dosis de medicina a los pequeños que estaban acabando de pasar el virus.

Epidemia One Piece «Law x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora