—¿Pero se puede saber que mierda es eso? —gruñó Zoro, tapándose los oídos y arrugando la nariz, igual que el resto del grupo.
—No tengo ni idea, pero como no acabemos con él no vamos a ser suficiente comida para todos los infectados que van a llegar —aseguró Law.
Sabo y Robin habían cerrado la puerta y estaban pegados al cristal, observando como lo zombies comenzaban a acercarse.
—Sí abrís... Y me cubrís... Puedo lanzarle una flecha —propuso (TN). Aquellos horribles aullidos hacían resonar las cristaleras del establecimiento.
El arco de Robin estaba en proceso de reparación y había sido muy mal idea salir tan solo con un arma a distancia.
—Pues espero que seas rápida. Si abrimos tendremos que cerrar rápido —le advirtió Sabo.
Ella asintió. Todos sabían que no había otra opción.
Con manos algo temblorosas, cogió una de sus flechas y fue colocándola en la posición adecuada.
Se acercó hasta la puerta bajo la atenta mirada del resto del grupo. Intentó apuntar antes de que abrieran. Aquella cosa no se movía del sitio, tan solo ladeaba la cabeza de vez en cuando. Aunque ese movimiento ya complicaba bastante el asunto.
Se tomó unos segundos para observar el balanceo, mientras su corazón latía con fuerza. Estaba tan concentrada que no se estaba fijando en los infectados que iban apareciendo en la lejanía y que estarían allí en muy poco tiempo.
—¡Abre! —exclamó la joven.
El chico de cabellos rubios hizo caso a su orden y presionó el tirador, abriendo la puerta de la tienda.
La peli(t/c) lanzó la flecha y, por suerte, se clavó en el lugar indicado. Aquel extraño infectado se desplomó en el suelo y sus horribles aullidos cesaron.
Volvieron a cerrar la puerta, poco antes de que los infectados comenzaran a amontonarse contra los cristales.
—Bien, ahora deberíamos comprobar si hay otra puerta para salir de aquí —propuso el pelinegro—. Y no deberíamos perder de vista la principal.
Law y Zoro recorrieron el pasillo principal hasta la zona trasera mientras el resto se quedó vigilando la principal.
Había todo un ejército de infectados ahí fuera.
—Ahí está —indicó el pelinegro, una vez llegaron a la parte trasera—. Parece que está abierta. Pero... Atascada, joder.
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Epidemia One Piece «Law x Lectora»
CasualeLa familia de (TN) se mudó a Nara por cuestiones de trabajo de la madre. Un día cualquiera la joven universitaria está recogiendo a su hermana de la escuela cuando aparecen los primeros infectados. (TN) escapa con su hermana. Huyen a donde pueden, n...