El Héroe y sus Amores: La Historia de Izuku Midoriya(pausada temporalmente)

Capítulo 2: Nuevas Amistades y Celos

El sol brillaba intensamente sobre la U.A. y los estudiantes se preparaban para un nuevo día lleno de oportunidades y desafíos. Izuku Midoriya, aún con los ecos de su pelea con Bakugo resonando en su mente, se dirigía a la clase con el corazón acelerado. Había pasado la mayor parte de la noche pensando en lo que All Might le había revelado y cómo sus nuevos dones podrían cambiar su vida.

Mientras caminaba por el pasillo, sintió un ligero tirón en su chaqueta. Se volvió y vio a Ochaco Uraraka sonriendo tímidamente.

—¡Deku-kun! —exclamó con una sonrisa amplia—. ¿Te gustaría que fuéramos juntos a clase hoy?

Izuku se sonrojó . Su corazón latía con fuerza, y las palabras se atascaban en su garganta.

—Eh... Sí, claro, Uraraka-chan. Me encantaría —respondió, con una sonrisa nerviosa.

Mientras ambos caminaban juntos, un grupo de chicas de la clase 1-B pasó junto a ellos, lanzando miradas curiosas. A Izuku le resultaba difícil no notar que algunas de ellas le sonreían, lo que lo hizo sentirse aún más incómodo.

—¿Por qué me miran así? —preguntó, un poco confundido.

—No lo sé... —respondió Uraraka, tratando de mantener la calma—. Tal vez porque eres muy tierno . O tal vez porque ahora eres un... ¡héroe!

Izuku se sonrojó aún más. La idea de ser considerado un héroe parecía surrealista, pero al mismo tiempo, lo llenaba de motivación.

Al entrar al aula, se encontró con Bakugo, que ya estaba sentado, con el ceño fruncido como de costumbre.

—¡Oi, Deku! —gritó Bakugo al verlo. La forma en que pronunciaba su nombre siempre sonaba como un insulto—. No te creas que te dejaré ganar en nada.

Izuku sintió un escalofrío al escuchar eso. A pesar de la rivalidad, había una parte de él que disfrutaba del desafío.

—Eh... ¡Sí! ¡Voy a dar lo mejor de mí! —respondió, tratando de sonar más seguro de lo que realmente estaba.

Sin embargo, antes de que pudiera decir más, una figura entró por la puerta. Era una chica alta, con cabello de color marron y una presencia magnética. Sus ojos azules brillaban con curiosidad mientras observaba la clase.

—¡Hola! Soy Camie Utsushimi, ¡encantada de conocerlos! —dijo con una voz alegre y desenfadada, sacando una pequeña sonrisa en todos los presentes.

Uraraka y otras chicas comenzaron a murmurar entre sí, claramente intrigadas por la nueva llegada.

—¿Qué poder tienes? —preguntó una de las chicas, su tono lleno de curiosidad.

Camie se encogió de hombros, una sonrisa traviesa en su rostro.

—¡puedo crear ilusiones de cualquier cosa que imaginen! —explicó, haciendo un gesto teatral—. ¡Es un poco confuso, pero siempre es divertido!

Izuku la miró con fascinación, recordando cómo el don de una persona podía influir en la forma en que se presentaba ante los demás. En ese momento, se dio cuenta de que Camie tenía un aura que atraía a todos.

—¡Wow! Eso suena increíble! —dijo Izuku, entusiasmado—. Me encantaría ver cómo funciona.

Camie se acercó a él, inclinándose un poco, lo que provocó que Izuku se pusiera más nervioso.

—¡Tal vez podría mostrarte más tarde, Deku-kun! —dijo ella, guiñándole un ojo.

Uraraka sintió una punzada de celos. Nunca había visto a Camie antes, pero había algo en su energía que hacía que todas las miradas se centraran en ella.