El Héroe y sus Amores: La Historia de Izuku Midoriya(pausada temporalmente)

Capítulo 8: El Despertar del Blackwhip y el Caos de los Villanos

Mira ese potencial ni Dragon Ball hacia tales Spoilers :v xd

El día en la U.A. comenzó como cualquier otro, pero Izuku sentía una inquietud en el aire, como si algo grande estuviera a punto de suceder. Habían pasado unos días desde la confesión conjunta de las chicas, y aunque aún se estaba acostumbrando a la idea de esta nueva y compleja relación, Izuku estaba decidido a hacer que funcionara. Sin embargo, aún había asuntos pendientes con algunas de ellas, y aunque sabía que debía enfrentar esas conversaciones, no esperaba que sucedieran todas en un mismo día.

Izuku se dirigía al aula cuando sintió una mano en su hombro. Al darse la vuelta, vio a Momo Yaoyorozu, con una expresión seria pero decidida.

—Midoriya —comenzó, su voz temblorosa—. Sé que ya hablamos sobre mis sentimientos, pero... necesito saber qué piensas. No puedo seguir sin una respuesta clara.

Izuku sintió cómo su corazón se aceleraba. Ya había aceptado la relación compartida con las otras chicas, pero Momo necesitaba su confirmación.

—Yaoyorozu... Momo, lo siento por haberte hecho esperar —dijo Izuku, mirando sus ojos con sinceridad—. Quiero que sepas que mis sentimientos son genuinos, y aunque esto es nuevo para mí, quiero intentarlo contigo también.

Momo dejó escapar un suspiro de alivio antes de sonreír, un peso claramente levantado de sus hombros.

—Gracias, Midoriya. No sabes lo feliz que me haces —respondió Momo antes de alejarse, visiblemente más ligera.

Izuku aún no había llegado a su clase cuando escuchó una voz familiar llamándolo.

—¡Izuku! —Stella corrió hacia él, con una mirada que denotaba urgencia—. Tengo que decirte algo importante.

Izuku se detuvo, esperando que lo que Stella iba a decir no fuera tan abrumador como se temía.

—Sé que ya tienes una relación complicada con varias chicas, pero... no puedo seguir guardándome esto —Stella respiró hondo—. Me gustas, Izuku. Mucho.

Izuku sonrió con ternura, ya esperando esta conversación.

—Stella, estoy dispuesto a intentarlo si tú también lo estás. No quiero que te sientas obligada a compartir tus sentimientos, pero si es lo que deseas, entonces quiero que seas parte de esto.

Stella sonrió, mostrando una calidez y una seguridad que normalmente reservaba para los combates.

—Sí, Izuku. Lo intentaré. Gracias.

Con una sonrisa más amplia, Stella se fue, dejándolo solo por un momento.

Apenas había dado unos pasos más cuando otra voz lo interrumpió, esta vez más suave y tímida.

—Midoriya... —Jirou Kyoka estaba parada detrás de él, con sus auriculares enredados en sus dedos mientras miraba al suelo—. Necesito decirte algo.

Izuku se giró, reconociendo la expresión nerviosa en el rostro de Jirou. Era evidente que la siguiente confesión sería igual de importante.

—He estado observando todo lo que ha pasado con las otras chicas, y... no puedo seguir negando mis propios sentimientos —dijo Jirou, levantando la vista con determinación—. Me gustas, Midoriya. Quiero ser honesta contigo y conmigo misma.

Izuku se quedó en silencio por un momento, asimilando lo que acababa de escuchar. Aunque cada confesión hacía que su corazón se sintiera más pesado, sabía que sus propios sentimientos también eran importantes.

—Jirou, me alegra que me lo digas —dijo Izuku, dándole una sonrisa tranquilizadora—. Y quiero que sepas que valoro mucho lo que sientes. Si estás dispuesta a unirte a esta relación complicada, entonces quiero que formes parte de ella.