Capitulo 10

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Harry estaba en su cama, rayos de sol dorados traspasaban las cortinas, iluminando suavemente la habitación con un cálido resplandor. Se despertó lentamente, sintiendo el calor del nuevo día acariciar su piel.

Se estiró con languidez, tratando de despejar la pequeña pizca de pereza que aún lo envolvía como una suave manta.

Soltó un suspiro profundo, entreabriendo los ojos y mirando a su alrededor con curiosidad.

La habitación estaba en un silencio casi absoluto, salvo por el melodioso canto de los pájaros que se posaban en los árboles cercanos, creando una sinfonía natural.

Harry se incorporó, sintiendo cómo su mente comenzaba a despertar junto con su cuerpo, como si ambos estuvieran sincronizándose con el nuevo día.

Al instante, recordó que ese día tenía una carrera, lo que lo sacó bruscamente de su tranquila contemplación.

Miró rápidamente el reloj y sintió cómo la preocupación comenzaba a apoderarse de él, como una sombra inquietante. Aunque realmente no era una competencia tan importante o significativa, sentía la obligación de hacerlo bien, como si cada mirada estuviera puesta en él.

Había estado practicando  durante las semanas anteriores, dedicando algunas horas a perfeccionar sus habilidades.

Se levantó de la cama, dejando su celular entre las sábanas, y caminó con cierta rapidez al baño. Se lavó la cara con agua fría, tratando de despejar la neblina que aún cubría su mente somnolienta.

Acomodó delicadamente su cabello y se dirigió a la cocina. Preparó una taza de té humeante junto con un yogur natural y se sentó en la mesa, disfrutando del aroma reconfortante que llenaba el aire mientras daba pequeños sorbos a su bebida caliente, sintiendo cómo el calor del té lo envolvía.

Después de un desayuno ligero, regresó a su habitación y se vistió con ropa deportiva. Eligió una camiseta ligera y unos pantalones cortos, asegurándose de que todo estuviera cómodo y ajustado a su figura atlética.

Su cuerpo musculoso sobresalía ligeramente debajo de la camiseta, lo que podría llamar la atención de cualquiera que lo viera.

Su rostro se veía impecable y fresco, con bellos ojos esmeralda que brillaban con intensidad, una mandíbula bien definida y su pelo color chocolate cayendo de forma desordenada sobre su frente, dándole un aire despreocupado pero cautivador.

Después de todo eso, dio pasos rápidos hacia la sala de estar y tomó las llaves de su auto. Salió por la puerta principal, subió a su coche, lo arrancó y se dirigió al lugar del evento con una mezcla de emoción y nerviosismo.

La carrera se llevaría a cabo en una pista muy conocida en Londres; era la segunda competencia

de la temporada y la expectativa era palpable. El público en internet mostraba un cierto nivel de interés, aunque no se trataba de la carrera más importante de todas.

Harry realmente deseaba estar entre los primeros lugares. No era un secreto que era muy ambicioso cuando se trataba de carreras, siempre mostrándose competitivo ante cualquier otro piloto en la pista.

Los nervios comenzaron a apoderarse de él; respiraba de manera entrecortada mientras sus pensamientos golpeaban su mente como un torrente descontrolado.

Sus manos sudaban y su corazón latía con fuerza, como si quisiera escapar de su pecho. Miró a su alrededor, buscando una señal de calma en el caos que lo rodeaba.

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Louis estaba en el asiento trasero de un auto; unos minutos antes, Jake había enviado un chófer a su casa para llevarlo al Silverstone Circuit, donde se llevaría a cabo la carrera.

Driven by desire | LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora