Capitulo 12

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Louis comenzó a encontrar su ritmo en la pista. Superó a un par de pilotos, y su confianza creció considerablemente. "Vamos" murmuró para sí mismo, sintiendo que el nudo en su estómago se aflojaba un poco.

Pero entonces, en la curva más cerrada, vio a Harry tomar una línea que parecía perfecta, lo que lo hizo dudar intensamente.

El tiempo parecía ralentizarse de manera inquietante. Louis intentó no dejarse intimidar, aunque en realidad se sentía muy presionado ante la presencia de Harry. Con un giro decidido y lleno de determinación, se lanzó a la curva, asumiendo un riesgo que nunca había considerado antes.

El motor de su coche rugió con fuerza mientras se acercaba a Harry, y en ese instante, todo lo que había sentido anteriormente se disipó mínimamente.

Por ese momento, solo había espacio para la carrera y la emoción del momento. La adrenalina lo inundó por completo, y en un giro inesperado y sorprendente, logró adelantar a Harry en la siguiente recta.

La multitud estalló en vítores ensordecedores, y Louis sintió una oleada de euforia que lo llenó de energía. Pero la competencia no había terminado; sabía que Harry no se rendiría tan fácilmente.

Harry lo seguía de cerca, intentando recuperar el terreno perdido con cada movimiento. Louis podía sentir su aliento caliente en la nuca, lo que lo estaba volviendo loco; sentía que cada vez aquel hombre se acercaba más.

Con una concentración feroz y decidida, comenzó a cerrar la distancia nuevamente. Cada curva que tomaban era un baile entre ellos, y la tensión en el aire era palpable y electrizante.

En la siguiente recta, Harry encontró su oportunidad. Con un movimiento audaz y calculado, aceleró y se lanzó hacia Louis. La multitud estalló en vítores, animando a ambos pilotos con fervor. Louis sintió cómo Harry lo pasaba, su coche zumbando con fuerza mientras se adelantaba con destreza.

La adrenalina recorrió su cuerpo, y un rayo de frustración lo atravesó como un relámpago. Louis pisaba el acelerador con desesperación, pero era la última vuelta. El público mantenía la respiración, y Harry estaba en la delantera, lo que parecía casi imposible de superar.

En ese momento, los demás competidores no importaban; solo sentía que estaba compitiendo con una persona: Harry.

El corazón de Louis latía con fuerza mientras se adentraban en la curva final, un momento crucial. Miró por el retrovisor y vio a Harry, casi al lado, como una sombra. La presión era inmensa, pero en su mente solo había un pensamiento: no podía rendirse.

El sonido de los motores resonaba como un eco de su determinación inquebrantable. Con cada metro que avanzaba, la línea de meta se acercaba, y la tensión crecía de manera palpable. Louis tomó una respiración profunda, recordando todas las horas de entrenamiento y sacrificio que había invertido.

Sabía que esta era su oportunidad de brillar. En el último momento, Harry logró rebasarlo y cruzar la meta en un final emocionante. La multitud se volvió loca al ver cómo Harry alcanzaba la línea.

Louis sintió cómo su pequeña esperanza de ganar se desvanecía lentamente. Aunque sabía que no podía superar a un rival tan formidable como Harry, aún albergaba una ligera esperanza de que todo podría cambiar.

Cruzó la línea mientras observaba a Harry estacionar su coche de carreras con elegancia. Sentía cómo el rugido del motor se escuchaba cada vez menos; la carrera había terminado. Estacionó el auto y salió con un suspiro de alivio.

Vio a Harry descender del vehículo casi al mismo tiempo, sosteniendo sus cascos con ambos brazos. Su traje blanco, con detalles naranjas vibrantes, resaltaba sus músculos y su cuerpo atlético, mientras su rostro se veía impecable aún después de la intensa competencia. El sol se reflejaba en él, creando un brillo casi hipnótico que lo hacía parecer aún más impresionante.

Driven by desire | LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora