Mabel y guardias entraron a una sala toda de color verde intenso, tan intenso que Mabel sentía que le lastimaba los ojos, caminó con cada uno de los guardias a sus costados sintiéndose nerviosa ya que recordaba en el cuento de Alicia la reina de corazones mandaba cortar la cabeza de cualquier persona que se le cruzara de frente, así que si esta reina era alguien desconocido hasta por Maurice algo delicado debía estar pasando.
- Bien, espera aquí, pronto te escoltaremos con ella - le dijo uno de los guardias.
Estos dos se retiraron dejando a Mabel sola en una sala toda de color verde. Buscó indicios de algo que le dijera como es que en el museo parecía haber llegado una reina. Dio unos pasos adelante pero parecía ser un lugar sin inicio ni fin, ahora esta pesadilla parecía estar evolucionando a niveles superiores, sin Maurice que la guiara ante elementos desconocidos se quedaría atrapada en ese programa de computadora. Sintió que le tocaron el hombro y aunque se sintió paralizada de miedo un par de brazos le rodearon los hombros a manera de abrazo.
- ¡ Hola , que gusto me da verte de nuevo ! - le dijo Kelly Moran, llevando a su cerdito de mascota con una correa.
- Hola patinadora, nos volvemos a encontrar - respondió Mabel aliviada de que no le fueran a cortar la cabeza tan pronto.
- No esperaba que te fuera a ver de nuevo, porque aceptémoslo, nadie externo viene aquí, salvo la que dicen que es la reina.
- Por lo que veo nadie sabe nada de ella, Maurice dijo que ella no era parte del museo y que no la conocía.
- Yo creí que era como una amiga tuya y es que desde que llegaste todo se ha vuelto muy extraño, los pasillos se han vuelto obscuros y sombríos, un pterodáctilo casi se come a mi bebé y además dos tipos nos escoltaron aquí, al parecer nos quieren reunir en esta sala color verde gelatina de limón - respondió Kelly cargando a su cerdito.
- ¿ Crees que todo esto se este ocasionando por mi culpa ? - preguntó Mabel sintiéndose un tanto culpable.
- No, quizá no ¿ O sí ?
- Y pensar que esta mañana estaba en casa con mi familia y ahora estoy cuestionándome si de verdad podré despertar o salir de esta locura. Ya no se que hacer, no se a donde ir o a que o quién recurrir, hasta extraño el trabajo, a pesar de que siempre lo consideré un asco.
Kelly se quedó muy pensativa y en silencio después de escuchar eso, mientras acariciaba a su cerdito.
- ¿ Y cual es la moraleja de todo esto ? - dijo.
- No salgas de casa nunca - respondió Mabel firmemente.
- Esa es una moraleja muy extraña y sin duda no sirve de nada.
- Cierto quizá solo hay que dejarse llevar como dices tú.
- Ah, esa moraleja me gusta - respondió ella sonriente.
En ese momento se abrió una puerta y los dos guardias aparecieron.
- Ustedes dos síganos - les ordenaron.
Kelly y Mabel obedecieron con paso firme, hasta llegar a lo que parecía ser un tablero llenó de cartas, estas parecían estar acomodados en filas verticales y siguiendo un orden numérico. A Mabel esto le resultaba muy familiar.
- ¿ Soy yo o esto parece ...?
Su memoria tardo unos segundos en recordar el nombre de ello.
- ¿ Esto es familiar para ti ? - preguntó Kelly forcejeando con su cerdito que parecía querer escaparse de sus brazos.
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El museo donde todo se vale
FantasyAdaptación del clasico de Lewis Caroll ''Alicia en el país de las maravillas'' y el programa para computadoras de Wayzata Technology '' The museum of anything goes'' esta novela sigue la historia de Mabel Salazar una joven latina que vive en New Yo...