Capitulo 15

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Mabel despertó muy lentamente, le costaba trabajo enfocar su vista se sentía un tanto mareada, trató de ponerse de pie, aunque sus zapatos la hicieran tambalearse un poco, miró a su alrededor para darse cuenta que se encontraba en un callejón llenó de basura. Dio una mirada a su vestido para notar lo sucio que lucía. Su cuerpo se sentía cansado y con migraña. Caminó hacia afuera del lugar para notar que aún era de día, las aceras lucían llenas de gente, Mabel no sabía si habían pasado horas o días desde su alucinación que seguramente le habría ocasionado comer esa galleta ya que era su único recuerdo antes de caer o quizá soñar que cayó en la alcantarilla. Se acomodó los tirantes del vestido antes de escapar de regreso a casa, cuando sintió algo que la paralizó, el pin en forma de taza de té que Maurice le había puesto, estaba muy segura de que ella no tenía un accesorio así o que alguien le hubiera obsequiado algo así cuando caminaba camino a la fiesta. Miró nuevamente a su alrededor para comprobar que nuevamente estuviera en New York y todo parecía muy normal, inclusive pudo visualizar a lo lejos a la botarga de conejo que repartía las galletas de muestra, era como si el tiempo se hubiera paralizado pero hasta los sueños tienen un lapso de tiempo y era extraño despertarse con un obsequió que alguien le dio en un sueño. 

Se dirigió de camino a casa, sin dejar de pensar en todo lo que acababa de soñar o alucinar. Al llegar se sentó  en el sofá de la sala de estar, Miró el calendario para corroborar el día y este indicaba que era domingo y miró el reloj eran las 7 30, lo cual indicaba que aún podía ir a la fiesta de Anne y buscar a Maurice para obtener una respuesta, pero antes decidió llamar a casa de Mandy para asegurarse de que que estuviera en la fiesta. El teléfono sonó durante unos minutos hasta que escuchó la voz de su madre.

- Hola señora Heart - saludo Mabel nerviosa - ¿ Mandy se ha ido ya a la fiesta ?

- No, de hecho está hecha una furia y se encerró en su habitación, no se que ocurrió de la nada, estaba esperando para ir a la fiesta y tenía su disfraz puesto , pero si lo deseas puedo decirle que estás al teléfono.

- ¿ Puedo preguntar que disfraz tenía puesto ?

- Un vestido como de reina de corazones parecía. Te la comunicaré para que hables con ella.

- ¡ No se moleste !  Yo después llamaré - respondió Mabel rápidamente

- De acuerdo, gracias Mabel.

Esto era el segundo indicio de que su sueño loco quizá ocurrido en verdad, no podía haber tanta coincidencia. Tomó valor y decidió asistir a la fiesta de Anne para encontrarse con Maurice, después de lo vivido sería un sueño callarle la boca a la Barbie al saber que ella y Maurice estarían juntos.

Después de un trayecto agitado de domingo llegó por fin a la soñada fiesta. Su incertidumbre le provocaba escalofríos y es que podía visualizar a múltiples personas saliendo y entrando de la fiesta. Podía ver a dos chicos disfrazados como vampiros y algunas chicas con vestidos excesivamente cortos con accesorios como diademas de orejas de gato o ratón en su cabeza. Mabel recordó lo sucio que estaba su vestido azul de Alicia, trató de quitarle las manchas sin éxito, entró con cautela para buscar a Maurice. Su intención era pasar desapercibida más sin embargó un compañero la reconoció.

- ¡ Mabel ! Quien pensaría que ibas a estar aquí disfrazada de ¿ Alicia pordiosera ?

- Si, eso es - titubeó ella ansiosa.

- ¿ Que no viene tu amiga esa que siempre esta contigo ? - preguntó a la vez que tomaba un trago de un vaso lleno de cerveza.

- No, está como enferma ...creo... ¿ Maurice vino ?

- Si esta con Anne, por aquí.

El la guio hacia un grupo de personas que estaban reunidas bebiendo y riendo. 

- Allí esta Maurice - le dijo el señalándolo.

Grata sorpresa se llevó Mabel al notar que el era el único que no llevaba un disfraz, el le había dicho que el atuendo del sombrerero loco era para la fiesta de Anne. Esta ultima la miró conteniendo una carcajada y se acercó a ella.

- Hola no pensé que vendrías sola. Tan lindo tu vestido ¿ Se supone que así es ?

Anne llevaba puesto un mini vestido azul con unas esposas de plástico colgando de un bolsillo y un sombrero aludiendo ser una policía sexy. Ella solo le respondió afirmativamente con un movimiento de cabeza, prácticamente sentía como era la burla de quienes la miraban.

- ¿ Te ofrezco algo de beber ? Un par de vasos vodka y te sentirás como en el país de las maravillas.

- Te lo agradezco pero quisiera hablar con Maurice un momento.

Ella le dio una mirada de desconcierto y se encogió de hombros. Se acercó a Maurice mientras este bebía cerveza de su vaso.

- Maurice ¿ Puedo hablarte en privado un momento ?

- Seguro - respondió un tanto tímido.

Se alejaron de los chicos un momento y ella le mostró el pin de taza de té.

- ¿ Esto es tuyo ? - preguntó firmemente.

- ¡ Vaya, es genial ! Me gusta mucho - el tomó el pin en sus manos mientras lo miraba curioso.

- Se supone que era tuyo ''Señor sombrerero loco ''

Maurice se quedó pasmado al oír eso, pero inmediatamente negó con la cabeza. El Maurice que había conocido hace unas horas parecía haber desaparecido dando paso al tímido hombre con el que convivía día a día en el trabajo. 

- ¿ Porque no usas tu disfraz ? - preguntó ella.

- No me gusta disfrazarme, me hace sentir demasiado infantil,  solo quería pasar un buen rato, pero Anne lo entiende.

- ¿ Acaso no trabajas en un proyecto en tú computadora ? ¿ Algo que sea muy personal para ti ?

- Bueno, tal vez en muchas cosas pero ¿ Que tratas de hacer ? 

- No pudo ser solo mi imaginación es solo ...

- Ok tranquila ¿ Quieres que te traiga un vaso con agua ? Te ves pésimo - se ofreció el tomándola suavemente de los hombros. Ese tacto ya lo había sentido horas atrás y estaba segura no había sido solo su imaginación.

- ¿ De verdad no hay nada que quieras decir ? ¿ Vas a aceptar esto ?

- No se de que hablas.

Anne llamó a Maurice a lo lejos, el se sintió un tanto nervioso y solo le dijo 

-  Porque no tomas asiento y tratas de relajarte , yo debo volver.

Se encaminó hacía el grupo de amigos dejando atrás a Mabel sola como si fuera una loca desenfocada. Decepcionada salió con paso firme de la casa de Anne. Contempló la fiesta por unos minutos antes de decir para si misma.

- Bueno y he aquí de vuelta a la realidad.

El museo donde todo se valeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora