Despertó lentamente, como cuando despiertas de un sueño muy profundo. No se sentía adolorida, ni tenia sangre, ni siquiera tenía un rasguño, escuchaba una música de fondo, era alegre, como la de las paginas web o programas educativos en las escuelas. Miró el piso y se dio cuenta que no parecía el de una alcantarilla, era negro y blanco, un diseño a cuadros como el de los tableros de ajedrez. También había luz, parecía de día ¿dentro de una alcantarilla ? ni siquiera olía mal. El ambiente recordaba a un programa de t.v. infantil, miró a su alrededor y pudo ver a lo lejos un océano con césped que crecía a la orilla, además de dos grandes puertas cerradas, caminó hacía ellas, mientras la alegre música seguía sonando. Todo se miraba extraño, como si estuviera un tanto pixelado, sin duda no era algo normal. Se detuvo frente a la puerta esperando fuera la salida a este extraño lugar, cuando de pronto vió pasar a su lado un esqueleto que dijo en una voz con eco.
- No entres ahí, mira lo que me pasó.
Eso la asustó, quiso seguirlo pero desapareció en el horizonte, en ese instante un raro personaje surgió arriba de ella. Tenía una forma ovalada y era color café, con una boca que se abría de par en par.
- ¿Hola? - saludo Mabel desconcertada - ¿ que es este sitio?
- Muévete a los sitios que quieras - respondió esta forma oblicua de ojos negros.
- ¿ Por donde debo ir?
- Llegarás al sitio que deseas, solo muévete a la derecha, a la izquierda, arriba, abajo. Solo con un click.
- ¿ Click ? estoy ...dentro de ...
- Un programa digital. Bienvenida al museo donde todo se vale.
- Nombre peculiar para un programa de computadora ¿ Cómo llegué aquí ?
- Eres muy extraña y haces muchas preguntas - le contestó el huevo cafe sobre ella.
- Perdón, de donde vengo los museos no están en las alcantarillas.
- ¿Qué es una alcantarilla?
- Un agujero en el piso que lleva las aguas residuales.
- Interesante, suena de locos, como nuestro creador.
- ¿ Quién es su creador? suena a alguien de quién debo cuidarme.
- Está un poco loco, medio loco, muy loco. Debes ser igual a el para estar aquí.
A ella esto no le hizo la menor gracia, no creía estar tan loca.
- No lo creo, tan solo...me iré o entraré - respondió Mabel.
- Eres libre, todo se vale, solo con un click.
- Me temo que no poseo un ratón de computadora.
- Con tu mano izquierda toca lo que quieras, con ello podrás ver las maravillas del museo.
- Bien, lo haré, gracias por la información.
Al decir esto último el huevo café desapareció.
Mabel no entendía como es que terminó en un programa de computadora. Seguramente la galleta tenía alucinógenos o tal vez murió con la caída y este era el purgatorio. Tenía bastante curiosidad por saber que había dentro de esas puertas ¿ acaso estar vestida así le había llevado a un mundo extraño como Alicia?
Se detuvo por varios minutos frente a la puerta, levantó su mano izquierda y tocó con un suave movimiento. Estas se abrieron de par en par con un extraño sonido como de película de terror. Ahora si estaba convencida que este sitio sería peor que el purgatorio. Entró de forma sigilosa, en la entrada se podían observar cuadros en las paredes. No eran cuadros renacentistas o cuadros de Picasso, más bien parecían retratos simples, como una mujer sentada sola en un parque o un par de cornetas en un fondo negro. Analizó cuidadosamente las palabras del huevo parlante, acerca de como debía interactuar, cuando una voz en eco le dijo.
- ¿ ACASO PIENSAS QUEDARTE PARADA AHÍ, TODO EL DÍA?
Esa voz le pareció muy familiar, era como la de su jefe, cuando le reprochaba a los empleados por no hacer nada.
Caminó a toda prisa al fondo de la sala principal donde se podía apreciar un enorme cuadro con un par de ojos en el centro rodeados de franjas de colores. Tuvo miedo de tocarlo y rápidamente cambió al cuadro a su izquierda. Era completamente negro con un pozo de color rojo en el centro ¿ Que podría pasar aquí ? lo tocó con la mano izquierda y de pronto, ya se encontraba dentro de el, en tan solo un segundo. Escucho una voz que le dijo.
- ¡ Hey, por aquí !
Se acercó al pozo pero no vio a nadie, en cuanto lo tocó este comenzó a multiplicarse, mientras que la voz repetía ! Hey ! ! Hey ! Se sentía abrumada y sin saber que hacer, se acercaba a cada pozo pero no podía identificar de donde venía la voz, hasta que al acercarse al último este dijo.
- Muy bien, lo lograste.
De pronto todos los pozos comenzaron a moverse por todas partes, al terminar Mabel estaba fuera, en la sala de entrada frente al cuadro que inicialmente tocó.
- ¡ Eso no tuvo una pizca de sentido ! - se dijo para si misma.
¿ Que clase de sitio sería este ? ¿ Porque esos pozos se multiplicaron de la nada y cual era el objetivo de eso?
Se puso frente a otro cuadro, en donde podía apreciar a un hombre de espaldas conttemplando a unas jirafas en un zoológico. Este se veía tranquilo, había que probar . Lo tocó con la mano izquierda y de pronto se encontró con este hombre en el zoológico mirando jirafas.
- Hola - la saludo el.
- Hola ¿ esto es todo lo que hace esto ?
- ¿ Tu que crees? - le respondió el con un tono burlesco.
Suponiendo lo obvio tocó un poste de madera que se encontraba a su izquierda y de pronto los animales cambiaron de jirafas a tigres, volvió a tocar el poste y de pronto ya estaba frente a la jaula de los chimpancés , volvió a repetir esta acción y las exhibiciones de animales cambiaban. Parecía divertido hasta que el hombre a su lado reprocho.
- ¡ No tan rápido, no te emociones !
- ¿¡ O qué ? ! - contestó molesta Mabel.
Al decir esto su mano izquierda tocó en dirección a los animales y esto hizo que entrara a la exhibición. Sintió un gran terror al mirar a un león que se aproximaba a ella. Miró hacia arriba solo para visualizar como el hombre se reía de ella. Sabía que corría el león la perseguiría y seguramente la alcanzaría. Terminaría devorada por un depredador en un programa de computadora ¿ como se le explica eso al forense ?
Daba pasos sigilosos pero ya la tenía en la mira, tan solo caminar de lado, hasta ponerse a salvo.
- ¡ Estos espectáculos nuevos son tan divertidos ! - exclamó el hombre desde el mirador.
El animal se puso alerta y Mabel corrió sin rumbo tanto como sus zapatos de plataforma se lo permitieran. Pensó que el león la habría alcanzado, cuando tropezó, más sin embargo se dio cuenta que ya estaba fuera del cuadro. Al igual que el anterior este tampoco tuvo sentido, era un zoológico donde cambiabas de animal con un solo click , solo sería entretenido para un niño de preescolar.
Después de casi morir como la botana de un gran felino, ya no sentía mucho animo para seguir adelante. Se dio cuenta que había que había más pasillos que dirigían a otras salas, caminó hacia ellas con una mezcla de miedo y emoción.
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El museo donde todo se vale
FantasíaAdaptación del clasico de Lewis Caroll ''Alicia en el país de las maravillas'' y el programa para computadoras de Wayzata Technology '' The museum of anything goes'' esta novela sigue la historia de Mabel Salazar una joven latina que vive en New Yo...