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Seungmin despertó y bufó cansino cuando vio a la enfermera junto a él. La chica le sonrió y le ofreció un vaso de agua que fue aceptado sólo porque se necesitaba.

---Fui claro cuando te dije que no quería volver a verte aquí, Kim.

El menor dejó el vaso de lado sonriendo miserablemente para el mayor que ingresó y se colocó al frente de los pies de la cama.

---Tampoco me alegro mucho de verlo, tío Jun.

El mayor chasqueó la lengua, torciendo una de sus comisuras. Se acercó entregando la carpeta a la enfermera y luego quedaron solos cuando la chica salió. El viejo golpeó la frente ajena con su dedo, burlándose ante el lloriqueo del menor.

---Colapsaste otra vez, Seungmin, te dije que a la próxima llamaría a tus padres ---enserió.

---Mi madre está embarazada, mejor si no le da preocupaciones insignificantes ---recordó---. Además, que yo sepa ya tengo más de veinte años, los suficientes como para declararme un adulto independiente.

---Un adulto independiente y estúpido, Seungmin ---corrigió---. ¿Cómo puedo hacerte entender que tus problemas de estrés son dañinos?

---¿Puedo morir?

---Hay probabilidades.

---Eso suena bien para mí ---se encogió en hombros.

El cuarto quedó en silencio y más allá de pena, el viejo se irritó. Suspiró acercando el banquito a la cama y se sentó con los labios sellados, como si estuviera pensando en lo que diría.

Conocía a Seungmin desde que estaba en el vientre de su madre. Similar a un padre, el viejo lo vio crecer sin embargo, le causaba conflicto el hecho de que aquel niño hiperactivo y lindo, se hubiera convertido en un joven amargado y bohemio. Aquel problema con sus padres lo había cambiado para mal y aunque trataba de no mostrarlo, la verdad es que aquella actitud suicida lo desconcertó más de lo pensado.

---Deberías escucharte, Seungmin, tus actitudes recientes son preocupantes ---suspiró---. El chico que te trajo al hospital me habló sobre tu pésima dieta y la inmensidad espantosa de trabajo que suele agobiarte hasta las altas horas de la noche.

---Maldito chismoso ---resopló.

---El maldito chismoso se preocupó por ti... Al menos dale las gracias cuando lo veas... Te quedarás aquí para revisión y tratamiento por una semana ---dictó.

---Ah, no, definitivamente no, tengo campañas en la que trabajar, no puedes hacerme esto, tío.

---Oh, pequeño, claro que puedo hacerlo y ya le he avisado a Hyunjin.

Seungmin abrió los ojos, mirando como el viejo se levantaba y se alejaba hasta la puerta para luego perderse. Las palabras seguían atoradas en su cabeza y ni siquiera encontró la fuerza suficiente para tomar algo y lanzarlo hacia la puerta. Se vio presa del desespero buscó su teléfono, y al encontrarlo marcó rápidamente al número de su jefe, mordiendo la uña de su pulgar sin mucho cuidado.

---Seungmin, despertaste.

---No fue nada, puedo volver maña...

---No se te ocurra poner un pie dentro de este edificio a menos que quieras ser despedido o que vengas a presentar tu renuncia.

---Pero Hyunjin.

---Ya lo he dicho, te veré dentro de cuatro semanas..., descansa, Seungmin, me es más fácil darte vacaciones que tu indemnización.

Seungmin escuchó los pitidos del teléfono que anunciaban el término de la llamada. Se sintió derrotado y por primera vez en la vida se vio a sí mismo en medio de un vacío donde su cabeza lo dejó inmóvil y dónde la desorientación lo cobijó.

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⏰ Última actualización: Aug 19 ⏰

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We Are Young [Knowmin/ 2min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora