Minho se tensó por décima vez en el día cuando su mejilla fue besada como gesto de despedida. Sonrió lo mejor que pudo y soltó todo el aire cuando la castaña se perdió de su vista.

-La chica es linda.

-¡Ay, idiota! -respingó.

Se tocó el pecho y sintió las mejillas sonrojadas cuando se dio cuenta de la mirada conmocionada del menor. Felix parpadeó aún con su teléfono cerca de su oreja y luego atinó a reírse, aliviando la culpa que empezaba a crecer en el pecho del Lee mayor.

-¿Escuchaste eso, amor? tu exnovio, el que juras derrocha amor y paz, me acaba de insultar -acusó risueño.

Minho peló los ojos y trató de negarlo, pero aún no se atrevía a hablar y dejar que Bang escuchara directamente su voz, así que simplemente le dejó un puñetazo en el hombro. Se centró en sus cosas y dejó que el otro se despidiera de su novio, antes de desaparecer por el resto del día.

El trabajo de su proyecto en parejas amenazaba con ser tremendo, ambos chicos coincidieron en aprovechar la oportunidad y prometieron trabajar arduamente, hasta que Jeongin decidiera correrlos de la cafetería. No tenían ganas de procrastinar y deseaban con ganas poder descansar todo el fin de semana sin preocupaciones extraordinarias.

-Listo -anunció el pecoso, acercándose al mayor-. ¿Y quién es la chica, tu novia? -indagó, sentándose.

Minho se sonrojó más. Negó con sus cuadernos en mano y se aseguró de no mirar al pecoso para no terminar tartamudeando. Por momentos se arrepentía de haberse amigado con alguien tan despampanante como Felix sin embargo, por otro lado, le agradaba porque sólo así podía menguar su timidez frente al público.

-No es mi novia, es la hija del profesor Park -aclaró.

-¿Disculpa? -le tomó el hombro-. ¿¡Es la hija de ese maldito bastardo!? Woaaaah tú definitivamente debes aprovecharte de esto.

Minho tomó aire tranquilamente, quitando la mano ajena de él. Le sonrió y negó seguro, ganándose la frente fruncida del otro.

-Sé que hay ventajas de esto, pero no las tomaré... No se me educó así, Felix -declaró.

-Aaaaah, eres un pan de dios -se quejó-. Pero tienes razón, no sufrí por este lugar en la facultad por nada... Sin embargo, deberías considerarlo, Park podría facilitarnos algunas estupideces burocráticas de este lugar -sugirió.

-Lo pensaré -asintió-. Ahora vamos a la cafetería, Jeongin dijo que nos apartaría un sitio para trabajar tranquilos -avisó, levantado sus cosas.

-¿Ves? Las influencias lo son todo en este jodido mundo, Min -señaló-. Estás tan rodeado de tanta gente importante y tú simplemente lo pasas de largo -lloriqueó.

Minho rodó los ojos, se levantó de su sitio y dio inicio a su caminata en compañía del pecoso.

Entendía perfectamente el punto de Felix. No es que viviera en otro planeta o que pensara que el mundo no estaba lleno de asquerosas corrupciones, él en realidad había presenciado aquellos intentos de malas y fáciles jugadas con su propio padre por la influencia de su fama sin embargo, el hombre tenía la suficiente fuerza de voluntad como para negarse a aceptar, al menos frente a él. Conocía las palancas y los resultados del nepotismo, y si era honesto, él odiaba los caminos planos, por ello, al relacionarse, lo que menos le importaba era el alcance social o profesional de una persona.

Felix abrió la puerta del local. Hablaba de algo y Minho se sintió mareado porque el parlanchín había pasado de tema en tema unas cinco veces dentro de la misma conversación. Ingresaron y se encaminaron entre la calma del interior hasta la barra del sitio.

We Are Young [Knowmin/ 2min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora