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Minho escuchó el suspiro ajeno frente a él. Desvió la mirada de su revista y vio a su compañero que se sobaba la nuca y se tronaba el cuello. Se le notaba cansado e irritado sin embargo, era lo suficientemente terco como para no querer alejarse de la computadora.

El castaño rojizo había encontrado extraña la situación, puesto que él juraba y perjuraba que su compañero era un creador de contenido, no obstante, en ningún momento lo vio grabando o gritando a la cámara, en su lugar, él simplemente hacía un montón de carteles y presentaciones.

—¿Por qué no tomas un descanso? —se atrevió a indagar.

El menor le miró sobre el hombro y luego se giró. Estiró los brazos y echó un bostezo que le hizo lagrimear.

—Tengo que terminar esto para mañana, los miembros de la dirección le están dando mucha expectativa a este proyecto, así que no puedo flojear.

—¿Dirección?

—Ah —sonrió—. Soy gerente de marketing en un despacho, me contratan para ayudar a las empresas con su imagen pública —explicó.

—Woah, suena interesante.

—Lo es —asintió—. Mucho más interesante que perder el tiempo estudiando... Digo, sin ofender... Es que...

—Oh, no te preocupes por eso —sonrió—. Entiendo tu punto.

Seungmin le sonrió y el mayor sintió que le revoloteó el estómago. Se vio con los pensamientos revueltos y desvió la mirada de nuevo a su revista por unos segundos, ideando la manera correcta de escapar.

—Dame tan sólo una hora y después te dejaré dormir tranquilamente, no creo que vaya a ser agradable ingresar a la universidad desvelado.

—Está bien, tómate tu tiempo, sé dormir con las luces encendidas.

Seungmin asintió aún sonriente y se giró de nueva cuenta hacia la computadora, reanudando su labor. Minho exhaló con alivio de manera silenciosa y decidió aventurarse a la cocina. Se sirvió agua en un vaso y bebió de manera lenta, sobándose el pecho con el único propósito de que su corazón se apaciguara.

Afortunadamente para él, su teléfono comenzó a sonar dentro de su bolsillo. Dejó el vaso sobre la mesa y se dedicó a responder la llamada sonriente cuando se dio cuenta de que se trataba de su madre.

—Cielo.

—Hola, mamá, ¿cómo están?

—Me hace falta tener a mi bebé en casa, pero lo estamos sobrellevando... ¿Y tú?

—Todo bien —respondió, dando un vistazo breve por el pasillo de la habitación—. Mañana es mi primer día de clases, estoy un poco nervioso —confesó.

—Oh, mi bebé~. Estoy segura de que te irá bien, trata de hacer amigos, va a funcionarte en el futuro —aconsejó—. Por cierto, ¿cómo estás llevándote con tu compañero de departamento?

El corazón de Minho volvió a alborotarse y su estómago vibró, sintiendo los espasmos de las mariposas vivientes en su interior. Curvó los labios hacia arriba y se entretuvo en el tamboreo de sus dedos en la superficie de la barra.

—Estamos bien, todo está siendo pacífico por aquí —aseguró.

—Tu padre insiste en que vayamos a visitarte, ya sabes que sigue siendo un poco paranoico.

—No lo hagan, no es correcto... Como sea, dile que no se preocupe, lo tengo muy claro, nada de romance en mi vida.

Es guapo, ¿verdad?

We Are Young [Knowmin/ 2min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora