── 𝐂𝐀𝐍 𝐘𝐎𝐔 𝐇𝐄𝐋𝐏 𝐔𝐒 𝐃𝐎𝐋𝐋?

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omnicente:

Shina Leewon un chica bastante hermosa, de tez entre morena y blanca, cabello blanco con la parte de abajo pintada de café, pestañas largas y blancas que resaltaban más con los lentes que siempre se ponía, esbelta, con buen cuerpo y curvas pronunciadas, de no ser por la tereible cicatriz de su cara, sería el flechazo de varios chicos, trabajadora en una cafetería se encontraba saliendo de noche después de haber trabajado doble turno, en su desespero por llegar a su casa lo más rápido posible a descansar tomo el 'atajo' que tomaba todas las mañanas para llegar a su trabajo pero debido a la oscuridad de los callejones se perdio entre ellos hasta que escucho varios jadeos y gruñidos molestos…

Shina:

—donde mierda estoy?, eso me pasa por querer tomar una ruta más fácil.

me di la vuelta decidida a regresar por donde había llegado hasta que escuché jadeos y gruñidos de enojo, me acerque a dónde provenían viendo a tres chicos a puestos tirados en el suelo, todos atados contra un poste y golpeados.

—puedes ayudarnos, muñeca?—pregunto el peli-rosa viéndome—

"rayos, me vieron" pensé y salí de mi escondite viéndolos con curiosidad.

—que fue…lo que les pasó? —pregunte dudosa—

—esos idiotas no saben pelear limpiamente—solto un peli-lila con el cabello largo—

—vamos princesa, ayuda a estos pobres plebeyos…— dijo con unto o de voz entre coqueto y sumiso el otro chico con mechones lilas y cabello corto—

—y que obtengo yo a cambio?—pregunte cruzando mis brazos—

—te devolveremos el favor…pero primero…desatanos—dijo el peli-rosa con una sonrisa—

—uhm… está bien—me acerque—


grave error shina


me acerque a paso lento hasta que la luz dió en mi rostro miradondo a aquellos tres chicos.

sanzu—

el alcohol, la droga y las apuestas eran esenciales para mí era como si no pudiera continuar sin ello hasta que la ví…ví su hermoso rostro, su cara de preocupación, un hermoso ángel acercandose a mi salvación, voltee a ver a los haitani y ellos parecían igual de anonados que yo, era inevitable no mirar a aquella chica tan linda, había nacido en mi una razón para vivir.

quería conocerla, verla, tocarla, tantas cosas pasaron en el instante que se acercó, mi corazón se detuvo para empezar a palpitar más rápido con cada paso que daba, más y más cerca.

se agachó frente a mí primero y ví su rostro, su lindo rostro de cerca, una cicatriz que recorria uno de sus ojos y ambas mejillas…solo la hacian lucor mas hermosa, sus pestañas, un lunar que adornaba su cara debajo de esos labios carnosos, pero sobre todo…esos hermosos ojos café, que venían el nudo tratando de desamarrarlo, me deban ganar de arrancarlos y solo yo poder mirarlos.

cuando termino de desamarrar el nudo que nos única a los tres la mire como si fuera una virgen…un tesoro…un gran tesoro…

rindou—

senti la liberación de mis manos y suspiré aliviado parandome del piso, voltee a ver a la "salvadora" que nos miraba con una sonrisa…una muy hermosa.

después de la última vez que me drogue hasta perder el conocimiento y terminar en el hospital nunca había vuelto a sentir esa sensación…me sentía en las nubes…mientras mi corazón latia rápida y fuertemente listo para salirse de mi pecho y entregarselo a sus lindas manos…las que me habían salvado.

estaba seguro que sanzu sentía lo mismo, con solo notar como la veía lo sabía que pensaba lo mismo que yo…que era un tesoro.

ran—

me levanté del suelo limpiando el polvo de mi saco hasta que voltee y tal como en una película de romance, mis ojos se encontraron con los suyos y hubo un 'click' un enganche…solo verla me hizo sentir una sensación que no sentía desde mis años en secundaria, solo que está vez…no estaba dispuesto a perderlo…

.

.

.

.

shina—

—bueno, creo que ahora tengo que pedirles un favor—dije sonriendo—

el trio de chicos asintio viéndola como si fuera su trofeo.

—si tienen auto, podrían llevarme a mi departamento?

los chicos se miraron entre si y aceptaron comenzando a caminar hacia el carro con la chica yendo tras de ellos, entraron al coche yendo a la direccion que indicaba la bella joven, al llegar está bajo del carro y camino hacia adentro.

omnicente—

los tres jóvenes veían entrar a aquella chica hermosa al edificio, sintiendo presión sobre su corazón y la necesidad de impedir que se fuera.

los tres chicos se miraron unos segundos y asintieron, sabían que tenían que hacer para poder seguir cerca de su amada salvadora.

end of the first chapter

bye-bye honey ~


𝐎𝐔𝐑 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐓𝐑𝐄𝐀𝐒𝐔𝐑𝐄 ── 𝐲𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora