Me Vas a Extrañar

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La nieve caía tan mágicamente esa noche. Las calles estaban inundadas de luces y decoraciones navideñas, el ambiente festivo estaba por doquier.

La sutil nieve le daba un aire romántico y a su vez nostálgico. La alegría de las personas que pasaban a su lado era perceptible. Su vida en ese año había cambiado drásticamente.

Y él era el culpable de ello.

Caminaba a paso lento. Su corazón nervioso, sonrisas desapercibidas con el pensamiento en su ex. En su mano derecha llevaba una bolsa la cual en momentos apretaba su agarre al recordar lo que piensa hacer.

No ha podido olvidar lo que vio. Su mente grabó esa hermosa sonrisa que le regalaba aquel hombre. Su cuerpo se tensaba en recordar que esa sonrisa antes, era solo para él. Solo a él le pertenecía.

Ahora ya no.

¿De qué se queja? Es su culpa. No tiene por qué reclamar y menos querer invadir la vida de su ex-esposo.

Se detuvo para tomar aire. Últimamente sentía que se ahogaba. ¿Será su conciencia al haber herido a tan precioso ser?

Calmó luego de un rato su corazón. Una terrible soledad sintió al percibir el frío de la noche.

Había pasado tres semanas desde que lo vio. Ni siquiera ha podido olvidar su rostro, sus expresiones, su mirada dirigida a ese desconocido.

Ya es Navidad. El sonido de las campanas a lo lejos le da el anuncio, una terrible tristeza se esparce en todo su cuerpo. El recordar sus días felices junto a Dongmin, sus amigos y familia le cae cómo ráfagas en su mente con tantos recuerdos imborrables en esas fechas.

Apreció su alrededor. En la plaza las pocas personas estaban en grupos o parejas. Todos sonrientes y felices abrazándose y besándose. Se oía música y fuegos artificiales.

Todo era alegría y algarabía. Él era el único solo, con la tristeza de su error y la soledad justo ahí, era quién le hacía compañía desde hace más de diez meses.

Tenía un par de horas dando vueltas en aquella plaza. Buscaba la manera de tomar valentía para lo que quería hacer.

Buscó un banco lejos de la gente y el bullicio. Se sentó calentando sus manos entre sí. A pesar de tener guantes y estar bien abrigado se sentía con un terrible frío.

O tal vez son los nervios y la ansiedad.

Esperó unos minutos más. Tomó fuerza y decidió que lo haría. Se dirigió al fin a la calle que llevaba a aquella casa donde sabía que sus amigos estarían junto a Dongmin.

- Myungjun y Jinjin darán una pequeña fiesta en Navidad. Dongmin estará allí.

- Si, me imagino Sanha.

- Me invitaron pero...

- Tranquilo - le interrumpió - no te preocupes por mí. Iré con mi familia.

- Pero Bin, no hay problema que me quede contigo.

- Tienes que ir. El año pasado no pudiste estar y recuerdo perfectamente que Myungjun dijo que si no ibas este año te iba a sacar de su grupo de mejores amigos - sonrió, aunque ésta no llegó a sus ojos.