Bluebird Parte 1: El Pecado

Capítulo Cinco: Pendejo

Soy el as de los bastardos
La traición está a mi cargo, es cierto
No soy de sacrificarMi nombre no es importante
Lo importante es olvidar
Lo importante es olvidar
Pendejo

"No tenes que seguir escondiéndote, ya me di cuenta de que nos estas siguiendo... -dijo Gabriela, con tono mordaz.

Entonces, de entre los árboles, se revelo una figura, era un hombre vestido en una gabardina de cuero que lo cubría del cuello hasta las rodillas, además de que tenía puestos unas gafas de protección, lo suficientemente opacas para que sus ojos estuvieran totalmente cubiertos. En sus manos, tenía un maletín ancho y robusto.

"Si estás aquí es por una de tres razones. No sabes quién soy, tienes ganas de morir o tienes mucha confianza en ti mismo. Esta es tu chance de irte si queres salir ileso."

"No tengo tiempo para entretener tus burlas, tengo que limpiar rápido..." -El maletín del hombre empezó a desplegarse, era una intrincada pieza de maquinaria que termino en un mandoble de al menos un metro y cuarenta centímetros, pero entonces el brazo del hombre se ilumino en un brillo celeste, brillo que rápidamente se pasó al filo de la espada, con chispas saliendo del arma en todas direcciones iluminando brevemente el bosque.

Allison por su lado, se llevó la mano a la boca para contener su asombro y miedo.

Gabriela dio un silbido de asombro ante el arma.

"Tienes una magia de electricidad, ¿cierto? Ok eso debería hacer las cosas interesantes..." -Una sonrisa se le dibujo en el rostro.

El cazarrecompensas no anduvo con rodeos, saltando directamente hacia Gabriela sosteniendo su espada con ambos brazos por encima de su cabeza, la luz del mandoble liberando electricidad en el ambiente iluminaban el bosque de forma antinatural.

Pero los reflejos de ella eran más rápidos, inclinarse a la derecha sin siquiera usar sus manos fue todo lo que necesito para poder esquivar el corte. Al impactar contra la tierra la espada dejo una grieta de tamaño considerable. Gabriela volteo a ver a su oponente con una sonrisa sádica, sus ojos estaban dilatándose y podía sentir la adrenalina lentamente subiendo en su cuerpo.

"No me digas que eso es lo más rápido que puedes ser..." -Su tono burlón se había convertido en un tono condescendiente.

El hombre vio a su oponente con algo de furia, sacando su mandoble del suelo en el que estaba incrustado y una vez más intentando atacarla, esta vez con su cabeza como objetivo. Pero eso no era suficiente, los movimientos de ella eran más rápidos, tenía las manos en los bolsillos y, aun así, no era capaz de cortarla.

"Vamos, más rápido, ¡más rápido!" -La fiebre y la adrenalina empezaban a subir en Gabriela cada vez más mientras se movía al ritmo de los cortes.

Al verla desde su escondite, Allison se preguntaba si a Gabriela no le faltaban algunos tornillos, parecía estar disfrutando del enfrentamiento.

Entonces, en un movimiento rápido, Gabriela tomo la espada por el mango justo después de esquivar otro corte, sosteniendo el peso del arma y sobreponiéndose a la fuerza de su oponente. El rostro del cazarrecompensas fue invadido por la incredulidad y sorpresa, al mismo tiempo que una sensación de miedo empezaba a florecer dentro suyo.

"Ponle más energía cuanto intentes golpearme, querido." -Dijo estando a solo centímetros del rostro de su oponente, antes de jalar la espada y a él con ella y antes de que pudiera defenderse, le asesto un golpe directo al vientre al mismo tiempo que soltaba la espada, propulsándolo varios metros de distancia en la dirección contraria. El hombre vomito en el suelo del golpe mientras retomaba su compostura clavando su espada en el suelo para apoyarse y sosteniendo su estómago.