Capítulo Seis: Turn The Sun Down

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Oh no, don't say "surf's up"
I don't hang ten
In fact I hang none
Keep me under tow
Hurry up and row
Maybe
Someone could turn down the sun


Allison finalmente se despertó con el ensordecedor sonido de su despertador que anunciaba que una vez más tenía que ir a la secundaria. No le gustaba para nada ir a la escuela, le resultaba aburrido, sobre todo considerando que ella era una genio de nacimiento.

Pero no debe confundirse genialidad con talento, no. Alguien con talento seria alguien que con menos practica que el promedio puede alcanzar más rápido cierta maestría en una disciplina, un genio sin embargo es alguien que sin la necesidad de la practica ni el refinamiento, domina su disciplina como quien la ha estado practicando por cien años. Cualquiera que la conociera aseguraría que, en lo que respecta a las ciencias naturales, Allison era en efecto una genio.

Desde que cumplió los cinco años, su rutina se había vuelto bastante repetitiva. Alistarse, ir a la escuela, resolver todo sin problemas, regresar a casa y leer alguno de las decenas de libros que disponía. Y hoy no era distinto.

Sus padres habían decidido no adelantarla en su progreso académico, aun cuando una buena parte de las clases eran intrascendentes para ella, no querían que su hija se perdiera del aspecto social de la vida de estudiante. Aunque ella sabía que sus padres tenían otros motivos menos nobles para fomentar una vida social en ella. Pero independientemente de todo esto, se vistió y desayuno como hacia todas las mañanas, para ir a la escuela.

Quien la conociera no diría que era una mujer particularmente fea, pero, las mismas personas tampoco dirían que era particularmente bonita. Allison era de padres nativo-americanos, así que su piel era naturalmente morena, sus ojos eran muy grandes y amplios, pero sus pupilas eran oscuras y profundas, casi como si fueran de un color sólido, a menudo la gente encontraba los ojos de Allison extraños e incomodos de ver, uno podría decir que eran como ver a un búho directo a los ojos, un búho que llevaba puestas unas gafas de montura negra y con los lentes rectangulares. Tenía un lunar en el lado izquierdo de su rostro debajo del labio. Sus cejas eran oscuras, delgadas, largas y pobladas y con una suave curvatura que acentuaban sus ojos como un marco adorna una ventana, su nariz era angosta y recta, casi aguileña. Sin embargo, su expresión era siempre la misma, apatía y aburrimiento.

En el camino a su escuela, Pacific High, Allison contemplo por la ventana las calles de su ciudad. Era una pequeña ciudad en algún lado de Los Ángeles, California, colindando con el Bosque de Los Ángeles. Lo suficientemente pequeña para pasar desapercibida en los mapas, pero si lo suficientemente grande para tener su propio centro comercial. Pacific Hills era, como decía su nombre, un lugar tranquilo en el que rara vez ocurría algo destacable, un día en el que abría un nuevo puesto de comida en el centro comercial era considerado un día movido.

Pero lo que movió a Allison más bien fue llegar a su secundaria y sentir ese olor a maquillaje y perfume que a pesar de haberlo olido tantas veces no era capaz de acostumbrarse. Eran sus tres compañeras de clase, Brooke, Sandy y Quinn, la rubia, la pelirroja y la castaña en ese orden, aunque para ella las tres eran lo mismo independientemente del color con el que se habían teñido él pelo. Pacific High era una escuela prestigiosa pese a estar en una ciudad pequeña, solo asequible para familias de clase alta con unos ingresos anuales sólidos. Hasta donde llegaba el conocimiento de ella sobre sus compañeras, las tres eran hijas de abogados, lo cual era probablemente la razón por la que eran amigas, aunque ella juraría que en el fondo se odiaban entre ellas.

"¡Allison! Qué bueno que llegaste... ¿terminaste lo de hoy?"-Pregunto Brooke con esa voz aguda y cantarina que la caracterizaba.

"Si" -Confirmo Allison con su voz apática y desinteresada de siempre. "Pero no lo digas en voz alta podrían sospechar algo, encuéntrame en el baño del primer piso en 10 minutos." -Continuo Allison intentando mantener la cautela aun cuando en el fondo sabía que hacerlo era solo una cortesía por guardar cierta imagen de dignidad y culpa de sus acciones, no fuera que alguien dijera de ella que era una sin vergüenza, eso turbaría su paz y su tranquilidad.

Bluebird Parte 1: El PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora