Capítulo Cuatro: Desfachatados

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Un puñado de hombres, pasados de ponche
Se festejan a la mexicana
Destrozando a su paso, moteles y bares
Cuesta abajo no les cuesta nada
Abran la frontera la estampida veo llegar
Levantando polvo vienen los desfachatados
Vienen dando tumbos viven fuera de la ley


Lentamente Allison abrió sus ojos, aunque su visión aún estaba algo borrosa, intentando recuperar los recuerdos de que había sucedido antes de que su mente quedara en blanco. Pero su tren de pensamiento descarrilo rápidamente al encontrarse a sí misma incapaz de moverse, estaba atada de pies y manos, con su mejilla cubierta en barro.


"¿Por qué sigo apareciendo en lugares sin saber cómo llegue a ellos...?" -Pensó en frustración mientras recuperaba sus sentidos luego de lo que parecía haber sido un sueño profundo.


"Ah, finalmente despertas, pensé que se me fue la mano y te maté de una piña. No sería la primera vez que eso me pasa..." -Dijo una voz marcadamente femenina pero rasposa, hablando con un acento particular. "La verdad fue una estrategia bastante pelotuda atacarme por la espalda sobre todo oliendo tan fuerte, entonces asumo que no tenes idea de quién soy. Empeza a hablar y decime quien sos y quien te contrato si no queres que empiece a romperte los dedos, ya me di cuenta de que eres bastante resistente."


"Quien... ¿quién carajos eres?" -Pregunto Allison confundida y sin aun poder distinguir del todo la figura frente a ella.


"Ah no me jodas, ¿te deje amnésica con el golpe? Hace como 5 minutos me saltaste encima." -Respondió la figura cruzándose de brazos.


"No sé de qué hablas...yo, vengo de un hospital, hable con esta cosa y luego...salte por la ventana y y...termine en este bosque de alguna manera." -Intentaba organizar sus pensamientos al mismo tiempo que quería no parecer una loca. "De alguna manera termine viéndome así...por favor no me hagas daño, llevo un rato perdida." -Sus ruegos eran como los gemidos de un cachorrito mojado.


"Entonces...te escapaste de un manicomio. Menos mal te tengo amarrada." -El tono de la figura se volvía cada vez más burlón.


"No! No era un manicomio era un hospital normal...yo estuve en un incendio y entonces...una cosa me hablo en mis sueños y luego de eso me salieron garras y una máscara y antes de que me quiera cuenta estaba perdida en este bosque."

Finalmente, la visión de Allison se calmó lo suficiente para ver a la mujer sentada en frente suyo, estaba vestida con un chaleco cubierto de bolsillos por encima de una camiseta de color negro de tela aparentemente deportiva, con protección en los antebrazos y guantes de grado militar, con guardas en los nudillos. Sus pantalones eran de color gris y tenía una muslera en un lado mientras que en la otra tenía una cantimplora sujetada con velcro. Sus botas eran también de grado militar, con suela de goma y aunque no era claro a primera vista probablemente tuvieran la punta recubierta con metal. No podía ver claramente su rostro, sin embargo, tenía puesta una gorra y la visera la tapaba bastante bien.


"La cosa que te hablo en tus sueños ¿recuerdas que te dijo?" -El tono de la figura había cambiado a uno extrañamente inquisitivo por un momento.


"Algo sobre un contrato...ya no recuerdo bien lo que dijo."

Entonces, la mujer rompió en una risa sonora y prolongada, más que una risa, era una carcajada.

Bluebird Parte 1: El PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora