Bluebird Parte 1: El Pecado

Capítulo Nueve: Kickstart My Heart

When I get high, I get high on speed
Top fuel funny car's a drug for me
My heart, my heartKickstart my heart
Always got the cops coming after me
Custom built bike doing
One O Three
My heart, my heart
Kickstart my heart

La noche era tranquila, muy tranquila. Los árboles pasaban uno tras otro a los ojos del conductor y su compañero, quienes estaban confiados en el éxito de su operación. La amenaza de ser cazados aun flotaba sobre ellos, pero teniendo una rehén en la maletera del auto, además que perder los distintos cazarrecompensas que habían contratado era un gasto esperado, se sentían en ventaja.

"¿Qué sigue ahora?" -Pregunto el primer hombre, quien iba vestido con una chaqueta de mezclilla y unos lentes de sol en plena noche, estaba bien afeitado y era de rasgos rectos, con una barbilla casi cuadrada, sentado en el asiento del copiloto.

"Regresar con el jefe y prepararnos para defender el producto. Tal vez podamos pedir un rescate por la niña..." -Le respondió el piloto, quien era un poco rollizo, pero de constitución robusta y espalda ancha, tenía una barba algo descuidada y vestía un gorro de lana, de aquellos que se utilizan en el invierno.

"¿Qué es el producto siquiera...?"

"Se que vale mucho dinero y se lo robaron a unos inútiles en México...por eso es que esa mujer vino hasta aquí."

"Tanto dinero como para contratar cuatro cazarrecompensas...?"

"Escuche que es una cosa que cayó del cielo, así que debe ser algo muy raro...si el jefe consigue venderlo con todo ese dinero, podríamos expandirnos mucho en el mercado."

"Por eso es que anda tan paranoico-" -El tren del pensamiento del copiloto fue súbitamente interrumpido por una visión. Un reflejo en el espejo retrovisor, eran dos destellos rojos, ardientes, un par de brasas intensas en medio de la noche. Seguido de eso, escucho el radio comunicador que tenía asegurado en hombro derecho se encendió.

"Oigan cerditos ¿Pueden salir a jugar con el gran lobo feroz? ." -Una voz picara y algo carrasposa salió de la radio, seguida de una sonora carcajada, helándoles la sangre por completo, pero antes de que pudieran siquiera responder.

Saliendo de entre la oscuridad, ahora descubierta por la luz de la motocicleta que acaba de encender estaba ella, con la misma mascara de pelaje plateado y uno de los revólveres de grabado fino en mano. Al mismo tiempo que se le dibujaba una sonrisa en el rostro y la adrenalina subía, el estruendo del arma rompió la monotonía del sonido del motor y el viento en medio de la noche. Pero la puntería de Gabriela no era la mejor, la bala termino errando el auto por completo.

"¡¿También mato a Barret?!" -Se quejo el de las gafas de sol, al mismo tiempo que sacaba su propia arma, una pistola semi automática del calibre nueve y empezó a disparar en su dirección, aunque era difícil ver en la noche, los ojos brillantes de ella la delataban.

Pero por supuesto, las balas caían al suelo como si fueran de juguete.

"Adoro mi trabajo..." -Respondiendo al copiloto, ella abrió fuego bañando el auto con una lluvia de nueve proyectiles, vaciando todo el tambor del arma y forzándolos a ambos a agachar la cabeza y resguardarse en el auto.