Bluebird Parte 1: El Pecado

Capítulo Ocho: Ain't No Rest for the Wicked

Oh, there ain't no rest for the wicked
Money don't grow on trees
I got bills to pay
I got mouths to feed
There ain't nothing in this world for free

Tan pronto como escucho el sonido del cristal rompiéndose, Gabriela despertó. Volteo para ver a Allison y entendió lo que había pasado, su mente se dividió en dos en ese momento. Una opción era quedarse e intentar llevarse a Allison consigo, pero la otra sabía que el ataque era seguramente de un francotirador y quedarse mucho tiempo en esa habitación era peligroso, al final decidió que, teniendo regeneración, ella podría arreglárselas sola. Y salió corriendo.

Tuvo que dar la vuelta al hotel y localizar al francotirador, adentrándose en el bosque, pero en el camino escucho una voz justo detrás de ella, era una voz ronca y con un acento particular...parecía ser un acento del sur.

"No es buena idea que las señoritas estén por el bosque a estas horas de la noche...hay gente muy peligrosa allí afuera..." -Dijo la voz

"Tenes razón...puedes cruzarte al gran lobo feroz..." -Gabriela sonrió al mismo tiempo que volteaba y cuando lo hizo, escucho un estruendo seguido de un breve destello. Pero tan pronto como la bala fue disparada, cayó al suelo abollada producto de haber impactado con el vientre de ella, quien seguía de pie y totalmente ilesa.

"¡Así que es cierto, eres antibalas muñeca!" -Sonrió el sujeto, que estaba vestido con un sombrero de cuero de ala ancha, pantalones de mezclilla holgados, un chaleco de cuero sobre su camisa negra, unas botas altas de cuero marrón cuidadosamente lustrado y unas gafas de sol a pesar de estar en plena noche. Su barba estaba descuidada y en ambos lados de su cintura tenía fundas para un revolver, una vacía y la otra guardaba un arma plateada con grabados de estilo barroco, igual a la que sostiene en su mano derecha.

"Y me imagino que vos sos el primo feo del comisario Woody?" -Estiro sus brazos y se puso en posición de combate, lista para interceptar las armas de él y sacarle todas las respuestas que quería...después de romperle uno o dos huesos claro.

Tan rápido como la primera bala salió del revolver, él ya había desenfundado su segunda arma para lanzar otro proyectil mientras Gabriela corría hacia él, pero fue inútil, con un simple revés de la mano ella desvió el tiro por completo y el segundo se detuvo en seco al impactar su muslo aplastándose como si fuera una lata de refresco.

"¡Bien...! Muy bien...pero me pregunto si puedes aguantar esto" -Por un segundo una luz tenue de color ámbar, casi como una tela de seda, envolvió ambas armas para luego desaparecer por completo. Pero eso no la detuvo.

Otra bala salió del cañón, esta vez dirigida a la cara de Gabriela, pero en cuestión de segundos un aura plateada y densa, como el pelo enmarañado de una bestia, se condenso en el rostro de ella hasta formar una máscara a semejanza de un lobo de pelo blanco. La bala por otro lado termino entre sus colmillos al mismo tiempo que retrocedió un poco creando surcos en la tierra por el impacto. Cerro sus mandíbulas con fuerza y un sonido metálico indico que el proyectil se había hecho añicos.

"¡Tu aura es una mierda! ¡Apenas me hizo nada!" -Exclamo al mismo tiempo que escupía los pedazos de la bala en el suelo.

"¡¿Ah sí?! A ver cuanto aguanta la tuya..." -Una ráfaga de balas salió en dirección a Gabriela, pero ella tomo una bocanada de aire y se envolvió en su propia aura la cual ahora tenía una forma angular y un color más sólido, generando picos afilados, las piedras a sus pies se empezaron a hacer polvo a su paso, igual que las balas las cuales caían al suelo, si no estaban totalmente pulverizadas habían perdido una buena parte de su carcasa exterior, hasta que finalmente ella lo alcanzo, parada justo frente a el gruñendo como un animal rabioso con su aura ahora apagada.