Capítulo Siete: Silver Lights

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All alone
And i am all alone
Forever more
And we want to breathe
Cause you're the one
That makes the engine glow


Allison sintió algo extraño, su almohada estaba húmeda. Pero al pasar su mano por la tela, se dio cuenta de que no solo estaba húmeda, estaba caliente. Era una sensación ligeramente familiar, lo suficiente como para provocar que se levantara y corriera hacia el baño. Al encender la luz se dio cuenta rápido, su mano y ahora su cuello estaba cubierto en sangre fresca, muy fresca. Su propia sangre ni más ni menos.

El miedo la invadió y la hizo salir desesperada a la habitación, buscando a su compañera de cuarto, pero claro, no estaba por ningún lado. Su cama estaba desecha y desorganizada, y la de Allison estaba manchada.

Pero no tuvo tiempo de procesar la situación, el sonido de cristal rompiéndose seguido de un dolor punzante y un empujón que la hizo caer al suelo con un sonido en seco. Tardo un segundo en entender la situación, pero fue lo suficiente para no levantarse, era claro que le habían disparado. Como es que seguía viva, no estaba segura, pero si lo que Gabriela antes era cierto, lo mejor sería no buscar respuestas. Los hechos eran que alguien le había disparado...arrastrándose por el suelo intentando no hacer ruido ni levantarse demasiado, Allison se acercó a la cama lo más que pudo.

Sinuosamente y con cuidado milimétrico, metió su mano por detrás de la cabecera de la cama, con las yemas de sus dedos solamente, intentando no hacer ningún movimiento brusco, la almohada cayó al suelo. Retorciéndose en el suelo y contorsionando sus hombros lo más que podía , finalmente logro quitarse su chaqueta.

Respiro hondo mientras sostenía la almohada ahora vestida, no había oportunidad a fallar pues su truco solo le serviría una sola vez. Entonces lanzo de golpe la carnada disfrazada con una chaqueta y salto hacia la puerta como un lince hacia su presa, detrás suyo escucho nuevamente el sonido del cristal quebrandose y la almohada desparramándose por la habitación. Pero, aun así, mientras salía de la habitación sintió el mismo dolor punzante y agudo al que le siguió una sensación cálida bajando por su mano. Era sangre, tenía otra herida de bala esta vez en la mano izquierda pero no estaba tardando nada en cerrar.


"No puede ser posible..." -Pensó mientras observaba su mano en medio del pasillo bien iluminado en el que se encontraba. "Generar células tan rápido...de donde sacaría la energía... ¡No! ¡Concéntrate!" -Al mirar a su alrededor se dio cuenta que no había pensado que hacer una vez salió de la habitación. "Me disparo en la mano...eso significa que sabe que sigo viva y si no es estúpido seguramente ya dedujo que de alguna forma puedo regenerar tejido muy rápido. Lo que significa que está en camino...tengo que hablar con la recepción...y llamar a la policía "

Dicho y hecho, Allison se apresuró lo más que pudo a la recepción al mismo tiempo que intentaba no hacer demasiado ruido, las luces del pasillo eran viejas de esas de luz cálida que de alguna forma te hacen sentir sofocado, paso por el modesto salón que tenían entre la recepción y las habitaciones, pero al llegar al mostrador se dio cuenta que estaba totalmente vacío. El vértigo le invadió el cuerpo, pero aún no quería darse por vencida, pero cuando tomo el teléfono y se dio cuenta que la línea estaba cortada entendió que no había forma de llamar a la policía.


"Que hago...que hago...debe estar en camino ahora mismo tengo que esconderme en algún lado, si salgo allí afuera me voy a perder otra vez... ¡¿Dónde carajo esta Gabriela?!" -Pensó.

Mientras tanto, entre las matas del bosque y la tierra, un hombre de pelo rubio, ojos ámbar cubiertos por lentes de visión nocturna y una cicatriz amplia en la comisura de su boca, en el lado izquierdo, observaba el hotel confundido.

Bluebird Parte 1: El PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora