Capítulo 10

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Una semana había pasado desde aquella noche en el club, y aunque las heridas aún estaban frescas, el grupo había decidido seguir adelante con sus planes habituales. TN y Rebeca ya eran parte del grupo, integrándose cada vez más con los demás. Esta vez, en lugar de la playa, el destino era un camping en medio del campo, un lugar apartado donde podrían desconectar del mundo y relajarse bajo las estrellas.

El ambiente en el camping era diferente. Rodeados de naturaleza, el grupo se dispersó en pequeñas tareas: unos montaban las tiendas, otros encendían la fogata y algunos se perdían en conversaciones tranquilas. TN, sin embargo, no lograba sentirse del todo cómoda. A pesar de las risas y las bromas, había una tensión latente en el aire, especialmente cada vez que Ruslana estaba cerca.

Rebeca notó la incomodidad de TN y se le acercó, dándole una ligera palmada en la espalda. "Oye, ¿estás bien? Has estado algo distante toda la tarde."

TN asintió, forzando una sonrisa. "Sí, estoy bien... solo un poco cansada, supongo."

"Bueno, si necesitas hablar, estoy aquí," le dijo Rebeca con sinceridad antes de volver a su tarea.

Con la noche cayendo, el grupo se reunió alrededor de la fogata. La luz de las llamas iluminaba sus rostros mientras compartían historias, anécdotas y risas. Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, Ruslana y TN no pudieron evitar cruzar miradas, cargadas de todo lo no dicho desde la última vez que se vieron en el club.

Finalmente, después de un silencio incómodo, Ruslana no pudo contenerse más. "TN, ¿puedo hablar contigo un momento?" dijo en un tono que intentaba ser neutral, pero que no logró ocultar del todo su frustración.

TN asintió, sintiendo cómo su estómago se revolvía mientras seguía a Ruslana hacia un claro a pocos metros de la fogata. Allí, lejos de las miradas de los demás, la confrontación que ambas habían evitado comenzó a tomar forma.

"¿Por qué hiciste lo que hiciste en el club?" soltó Ruslana de golpe, con los brazos cruzados, intentando contener su enojo. "Después de todo lo que hemos pasado, de todo lo que te he dicho... ¿Cómo pudiste?"

TN sintió que el nudo en su garganta crecía. "Rus, yo... lo siento. No fue mi intención lastimarte. Estaba confundida y... no sabía cómo manejarlo."

"¿Confundida? ¡No puedes usar eso como excusa siempre!" Ruslana levantó la voz, dejando que toda la frustración acumulada durante la semana saliera a la superficie. "¡No puedes ir jugando con los sentimientos de la gente solo porque no sabes lo que quieres!"

El corazón de TN latía con fuerza, la sensación de agobio se intensificaba con cada palabra. "¡Y tú con Laura! ¿Qué fue eso?" replicó, con la voz temblorosa, pero cargada de una mezcla de celos y desesperación. "¿Qué derecho tienes tú de estar molesta conmigo cuando claramente tenías algo con ella también?"

Ruslana se quedó callada por un momento, sorprendida por la acusación, pero no tardó en recuperar la compostura. "¿Laura? ¿De verdad crees que lo que viste con ella era algo más? ¡Eso no fue nada! Y aunque lo fuera, ¿qué te importa?"

"¡Me importa porque es la primera vez que siento algo así!" gritó TN, incapaz de contener más sus emociones. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. "No entiendo lo que me pasa, Rus. Siempre he sido hetero... pero cuando te veo con alguien más, siento celos, siento que me falta el aire. ¡No sé cómo manejarlo!"

La confesión de TN hizo que el enojo de Ruslana se desvaneciera de golpe. Verla tan vulnerable, tan rota, le partió el alma. TN se dejó caer de rodillas, las lágrimas corriendo por su rostro mientras intentaba hablar entre sollozos. "No sé qué hacer, Rus. No sé cómo lidiar con esto, con lo que siento por ti... y ahora, por tu culpa... por mi culpa... me estoy volviendo loca."

Ruslana, aún procesando las palabras de TN, dio un paso hacia ella, intentando mantener la calma. "Tranquila, peque," dijo en un susurro, agachándose a su lado. "Respira, por favor."

Pero TN estaba al borde de un ataque de pánico. Su respiración se volvía errática, el pecho le dolía y su visión se nublaba. Ruslana, asustada por lo que veía, la tomó por los hombros, tratando de estabilizarla. "TN, escúchame, tienes que calmarte, respira profundo."

TN intentó seguir las indicaciones de Ruslana, pero la ansiedad la estaba consumiendo. Su cuerpo temblaba incontrolablemente, y por un momento, Ruslana temió que TN pudiera desmayarse. Sin pensarlo, la tomó en brazos y la llevó a un lugar más apartado, alejado del grupo.

Una vez allí, la acostó con cuidado sobre la hierba fresca y le tomó la mano. "Estoy aquí, no pasa nada. Respira, por favor."

Poco a poco, el ritmo de la respiración de TN comenzó a normalizarse, aunque seguía sollozando. Ruslana permaneció a su lado, sosteniéndola, sin decir nada más, dejando que TN se calmara a su propio ritmo.

Pasaron varios minutos antes de que TN pudiera hablar de nuevo. "Lo siento tanto, Rus," susurró, su voz quebrada por el cansancio y las emociones. "No quiero perderte... pero no sé cómo manejar esto."

Ruslana apretó suavemente su mano, su voz llena de una ternura que rara vez mostraba. "No tienes que tener todas las respuestas ahora mismo, TN. Pero necesitamos ser honestas con nosotras mismas y con lo que sentimos. No quiero que te hagas daño por esto, y no quiero que me odies por lo que pueda pasar."

TN asintió débilmente, cerrando los ojos mientras trataba de encontrar algo de paz en las palabras de Ruslana. La noche se cernía sobre ellas, y aunque la fogata seguía encendida en la distancia, por un momento, ambas se encontraron en una burbuja de calma, lejos de las expectativas y los miedos que habían llevado consigo.

La fiesta continuaba sin ellas, pero en ese rincón del campo, una nueva comprensión empezaba a tomar forma.

Creo que el siguiente capítulo os va a gustar, va estar interesante.

RuslanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora