Capítulo 18

335 21 2
                                    

El ambiente se había vuelto más relajado tras la conversación, y TN sintió un alivio profundo al saber que Javi entendía la situación. Mientras volvían al grupo, Ruslana les sonrió con calidez, tomando la mano de TN con un gesto tranquilizador.

De regreso al círculo alrededor del fuego, la noche había caído por completo, y la única luz provenía de las llamas que chisporroteaban y del resplandor suave de la luna. Kiki, siempre la animadora del grupo, sugirió que antes de despedirse, cada uno contara una historia de miedo. Las caras de todos se iluminaron con esa mezcla de curiosidad y temor que siempre acompaña a las buenas historias de terror.

Rebeca fue la primera en narrar una historia, sobre una misteriosa mujer de blanco que se aparecía en los caminos rurales, provocando escalofríos en todos los presentes. Tamara siguió con otra, una leyenda local que hablaba de un espíritu vengativo que acechaba los bosques cercanos. A medida que las historias se volvían más intensas, la tensión y la emoción en el grupo aumentaban.

Cuando llegó el turno de Javi, él sonrió con una mezcla de picardía y desafío, mirando a TN y Ruslana con una chispa en los ojos. "Tengo una historia que les hará pensar dos veces antes de quedarse solos por aquí esta noche", dijo, inclinándose un poco hacia adelante.

"Cuenta la leyenda", comenzó, bajando la voz para añadir dramatismo, "que hace muchos años, en este mismo lugar, había un grupo de amigos que se quedaba a acampar. Todo era diversión, risas y bromas... hasta que una noche, uno de ellos desapareció sin dejar rastro." Los ojos de Javi recorrían el círculo, atrapando la atención de todos.

Ruslana, que estaba justo al lado de TN, sintió cómo ella se acurrucaba un poco más cerca, probablemente sin darse cuenta. Javi continuó, describiendo cómo el grupo buscó a su amigo por todas partes, solo para encontrar su tienda vacía, con marcas extrañas alrededor. "Algunos dicen que fue llevado por un espíritu que habita en estos bosques, un espíritu que se alimenta de las almas que duermen solas...", dijo, mirando fijamente a TN, que tragó saliva, intentando no mostrar su nerviosismo.

"Dicen que si escuchas un susurro en la noche... estás en peligro. Porque significa que el espíritu está cerca, y vendrá a buscarte", concluyó Javi, dejando un silencio pesado en el aire.

De repente, una ráfaga de viento hizo crujir las ramas sobre ellos, y TN dio un pequeño brinco, haciendo que todos rieran, aunque con cierta tensión. Ruslana no pudo evitar sonreír, pero cuando miró a TN, vio que sus ojos estaban más abiertos de lo normal, claramente afectada por la historia.

"Bueno, Javi", intervino Kiki, intentando romper la tensión, "creo que te has pasado un poco. No queremos que nadie tenga pesadillas esta noche".

Pero Javi, con su tono despreocupado, se acercó un poco más a TN y, en un susurro que solo ella pudo escuchar, soltó una última frase cargada de picardía: "Espero que no estés planeando dormir sola esta noche, ¿verdad, TN?"

La mirada de TN se encontró con la de él, y sintió que sus mejillas se calentaban. Antes de que pudiera responder, Ruslana, que había notado el murmullo entre ellos, se inclinó hacia TN, dándole un suave beso en la mejilla y susurrándole al oído: "No te preocupes, no dejaré que nada te asuste esta noche."

El corazón de TN dio un vuelco ante la cercanía de Ruslana y su voz suave, y en ese momento supo que no quería dormir sola. No solo por la historia de Javi, sino porque el fin de semana estaba por terminar, y no quería perder ni un segundo más de esa conexión que había surgido entre ellas.

"¿Puedo dormir contigo esta noche?" preguntó TN, su voz apenas un murmullo, pero lo suficientemente claro para que Ruslana la escuchara.

La sonrisa de Ruslana fue cálida y protectora. "Por supuesto, no dejaré que ningún espíritu te moleste. Aunque...", añadió, mirándola con un brillo travieso en los ojos, "puede que te moleste un poco yo misma".

TN no pudo evitar reír, sintiendo cómo la tensión y el miedo se disipaban, reemplazados por una sensación de seguridad y emoción. El resto del grupo continuaba riendo y bromeando, pero para TN y Ruslana, el mundo parecía haberse reducido a ese pequeño espacio entre ellas.

Finalmente, cuando la noche avanzó y el grupo comenzó a dispersarse hacia sus respectivas tiendas, Ruslana y TN se dirigieron a la tienda de Ruslana, dejando atrás los temores y las historias de terror, preparadas para compartir una última noche juntas, bajo la seguridad del cariño que había florecido entre ellas.

El viento susurraba entre los árboles, pero ya no había miedo en el corazón de TN. Solo había emoción, anticipación, y la certeza de que, pase lo que pase, no estaría sola.

La tienda de Ruslana era pequeña, apenas suficiente para dos personas, lo que hacía que el espacio entre ellas fuera casi inexistente. Al entrar, TN sintió una mezcla de nervios y expectación; el ambiente era íntimo, y la cercanía de Ruslana hacía que cada roce, cada movimiento, se sintiera amplificado.

RuslanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora