Capítulo 22

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Ruslana la abrazó con una calidez que hizo que el mundo alrededor de ellas desapareciera. En ese instante, nada más importaba. El recinto estaba lleno de gente, el murmullo de la multitud, e incluso la música se desvanecieron en el fondo, dejándolas en una burbuja de pura conexión.

La sorpresa y el agradecimiento en los ojos de Ruslana eran palpables. La música había sido su refugio durante tanto tiempo, y compartir ese momento tan crucial con TN era un sueño que nunca se había atrevido a tener. Las emociones flotaban en el aire como notas musicales en una sinfonía, y Ruslana sintió una fuerza renovada al tener a TN tan cerca en un momento tan importante.

"Sabes", susurró Ruslana mientras ambas se separaban ligeramente, "cuando estoy en el escenario, siempre imagino a alguien especial entre la multitud. Nunca pensé que un día realmente estarías allí".

TN, todavía entre los brazos de Ruslana, sonrió, sintiendo un calor que iba más allá de las palabras. "Pues aquí estoy. Y no planeo irme a ningún lado".

De repente, un ruido de pasos apresurados interrumpió el momento. Eran Kiki, Rebeca, Martin y el resto del grupo que se acercaban a TN, todos con miradas expectantes y emocionadas.

"¡Bueno, cuéntanos! ¿Le dijiste que sí?", preguntó Kiki, apenas conteniendo su emoción.

TN iba a responder, pero antes de que pudiera decir una palabra, Ruslana la tomó suavemente del brazo y se giró hacia los demás. "Un momento, chicos. Vamos al camerino, que me hace ilusión enseñárselo a TN", dijo con una sonrisa cómplice. Antes de que alguno pudiera replicar, ya estaba llevándola hacia la puerta del camerino

.Entraron al camerino, y tan pronto como la puerta se cerró, Ruslana la miró con una intensidad que hizo que TN se quedara sin aliento. Sin decir una palabra más, la besó con una pasión que había estado contenida por demasiado tiempo.

Fue un beso que habló de deseo, de anhelo y de promesas no dichas.Pero, de repente, Ruslana se detuvo, su respiración entrecortada, y con una sonrisa traviesa, le susurró al oído: "Entonces, ¿sí o qué, niñata? Porque ese 'siempre no' no me ha quedado claro".

TN arqueó una ceja, fingiendo pensar. "Mmm, no sé, pelirroja. Déjame pensarlo… A lo mejor no estás a mi nivel", respondió con un tono burlón, disfrutando del poder que sentía al tener a Ruslana en la palma de su mano.

Ruslana se cruzó de brazos, fingiendo molestia. "Vale, vale. Pues ala, ahora paramos", dijo, haciendo el gesto de apartarse.

Pero TN no estaba dispuesta a dejarla ir tan fácilmente. Por primera vez, tomó la iniciativa. Con una determinación renovada, la levantó con suavidad y la apoyó contra la mesa del camerino, atrapándola entre su cuerpo y la madera fría.

Sin darle tiempo a reaccionar, la besó con una intensidad que dejó a Ruslana sin respiración, haciéndola sentir que estaba cayendo en un abismo del que no quería salir.

Cuando finalmente se separaron, TN la miró a los ojos y, con una sonrisa que denotaba seguridad y cariño, le dijo: "Obviamente que sí, tonta".

Ruslana soltó una carcajada, rodeando a TN con sus brazos y tirando de ella para un abrazo. "Sabía que me querías demasiado como para dejarme ir", murmuró, sus labios rozando suavemente el cuello de TN.

"Ni en mis mejores sueños podría", susurró TN, acariciando suavemente el cabello de Ruslana.

El momento fue interrumpido por el sonido de un golpecito en la puerta. "¡Ey! ¡Nos morimos de curiosidad aquí fuera!" gritó Martin desde el otro lado.Ruslana y TN se miraron, riendo.

TN sacó la cabeza por la puerta y les dijo."Chicos 5 minutitos".

Perdón por la espera

RuslanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora