🏖️ ; 5.1

358 59 7
                                    

Unos cálidos brazos se enredaron a su alrededor en un tierno abrazo, Lisa se sentía cálida como un rayo de sol, liviana y amada, las dueñas del brazo la acurrucaban y todo se sentía increíble.

Café y eucalipto a su alrededor, un aroma tan embriagante, de alfa, de su alfa, ella la abrazaba, estaba siendo mimada por su alfa. La omega se hundió en la fuente de ese elixir, cayendo en una nube de abrazos y besos en su cabello, sin poder ver por completo la borrosa cara de la mujer, se veía difusa, pero Lisa sabía quién era.

No quería soltarla, pero mhm, ¿Por qué le dolía el costado? Oh no, ¿Qué era ese sonido? Ay no, ¿Dónde habían ido los brazos? ¿Por qué volvía a tener frío?

—Mami, mami. —la vocecita ronca de una cachorra recién despierta terminó de traerla a la realidad.

Su hija estaba acostada sobre su costado, toda despeinada y con una sonrisita risueña, claramente a minutos de haber abierto los ojos, pero no por eso con menos energía.

Suspiró y sonrió a su bebé cuando se arrojó a sus brazos, hubiera preferido seguir durmiendo, pero no podía quejarse cuando despertaba así.

—¡Buen día mami! —los besos en su mejilla comenzaron a caer, besos ruidosos y llenos de amor.

Eran los mejores besos, los besitos de Danielle eran sus favoritos. Mientras esa criatura la quiera tanto, Lisa no podía importarle nada lo que otros piensen de ella.

—Hola amor. —susurró acariciando sus ricitos, acostándola a su lado bajo las mantas.

Era temprano, no debían pasar de las ocho y era sábado, no había trabajo ni tenía que hacer ningún mandado, pero Danielle y su reloj biológico ya estaban arriba.

—¿Cómo dormiste, cielo? —acarició su espalda, intentando al menos bajar sus decibeles.

Aunque parecía imposible, Danielle estaba potenciada y parecía que sería uno de esos días en los que no se cansaría hasta haber tenido unas buenas horas de juego.

—Muy bien mami, ¿Y tú? —al menos estaba dispuesta a permanecer en la cama.

—Yo también dormí bien amor, pero, ¿No quieres dormir un poquitito más? —sabía que era en vano, pero siempre podía intentar.

Los ricitos de Danielle rebotaron cuando negó.

—La abuela dice que la mañana es para ser productivos, no para holgazanar, ¿Qué significa holgazanar, Mami? La abuela dijo que era algo malo y de gente pobre, ¿Quién es la gente pobre? ¿Son malos?

El oír la mención de su madre le anudó el estómago. Se había encargado de bloquear a sus familiares de todas las redes sociales, pero sabía de parte de sus amigas que su hermano la buscaba, al menos él, porque su madre no debía haber movido un dedo por ella.

Pero Danielle era ignorante a todo el mal de esa mujer y que esa inocente frase que su hija había repetido de su abuela, está la debía haber dicho con toda la roña posible.

Y es que venía repitiendo eso toda su vida, Dios, Lisa podía oírla despotricando a sus amigas del porque a los ocho años, a los cuales había tenido prohibido ver otra vez aún cuando le había prometido a su amiga JiHyo de que volverían a jugar al día siguiente.

—Eso significa no hacer nada, pero no significa que sea algo malo, es normal y sano tomarnos momentos para hacer nada y descansar, y si algunas personas deciden hacerlo por las mañanas bien por ellas, no sabemos que están pasando y porque necesitan descansar, ¿Si, cariño? —no paró las caricias en el cabello de Danielle, queriendo que le quede claro que no la estaba retando, sino que le estaba enseñando.

beach girls ଓ chaelisa auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora