XI. te ves distinto... ¿enamorado?

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Presente.

—¿qué carajos se le regala a un varón adolescente? —dijo fumando desde la ventana del apartamento, era temprano aún, en la tarde festejaban el cumpleaños de Manjiro.

Cada día estaba más grande.

Ya no podría regalarle juguetes de plástico barato que usaría hasta el cansancio.

Desde que se vuelven adolescentes se vuelven totalmente difíciles.

—Yo que sé ¿un perfume? —respondió Hana desde el sofá.

—Soy pobre —reaccionó inmediatamente ante la propuesta, los perfumes decentes de hoy en día salían muy caros como para poder costear uno.

Tomó su teléfono y antes de seguir escuchando las propuestas vagas de Hana, llamó a Shinichiro para preguntarle.

—¡Hola Shin! ¿Sabes si Manjiro necesita algo? Así se lo regalo —intentó sonar cool, pero en realidad estaba nerviosa.

Desde la noche que le reclamó que no venía tanto mientras estaba borracho, no habían tenido charlas serias, simplemente algunas cortas para ver como andaba todo, la mayoría por mensaje.

—¡Hola _____! Si dejame pensar un momento —contestó la llamada, ella siempre era tan repentina, ni siquiera preguntó cómo era que estaba para comenzar decentemente la conversación— ¿podrías quedarte más de 2 minutos en la línea?

—¿qué? ¿A qué te refieres?

—Que cuando te diga que podrías regalarle no me cortes la llamada de inmediato.

—¿Por? ¿De qué quieres hablar tan importante? —preguntó nerviosa, mientras jugaba con su pelo mientras lo mordía.

—Hemos estado raros desde la otra vez ¿no crees? —contestó triste, tomaba el teléfono apretándolo nervioso. Esperaba algo más que una contestación desinteresada, como siempre era ella.

—¿No prefieres hablar esto en la tarde? En persona digo...

—Está bien...

Ella se mantuvo en silencio, maldiciendo lo que había dicho, sólo estaba aplazando la conversación, pero cuando fuera, sería aún más incómoda porque sería en persona.

—Una billetera tal vez, la otra vez vi como usaba uno de los Hot Wheels todavía ¿va a cumplir 15, sabes? A esa edad las chicas se reían de mí por menos.

Del otro lado de la línea, una risa que no escuchaba hace tiempo. Tampoco podía negar que ella era una de las que se hubiera reido de él si hacía algo parecido en el pasado.

—Al menos a Manjiro no le importa lo que las chicas le digan —dijo entre pequeñas risas, recordando las veces que se ponía triste cuando las niñas lo rechazaban— Está bien, le compraré una. Gracias.

Ya se escuchaba ruido dentro de la casa, un ambiente familiar. Los globos estaban colgados en la puerta y no pudo evitar sentir ternura y nostalgia, cuando los niños eran más pequeños y apenas estaban lidiando con la pérdida de su madre, era ella quien se pasaba las tardes con ellos cuidándolos si Shinichiro trabajaba, o en situaciones como estas, ella se dejaba los pulmones inflando globos.

Quien diría que ahora estacionó su moto al lado de la de él y sus amigos. Creció mucho.

Pensando tanto, olvidó de tocar la puerta, sin embargo fue abierta sin necesidad de que ella tocara.

No se encandiló con la luz de dentro pero si con el ambiente tan bonito que había.

Una sonrisa de Hisako fue quien la recibió en la puerta. Estaba muy coqueta y arreglada.

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⏰ Última actualización: Oct 13 ⏰

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𝐀𝐑𝐄 𝐖𝐄 𝐓𝐎𝐎 𝐎𝐋𝐃 𝐅𝐎𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐒? - 𝒔𝒉𝒊𝒏𝒊𝒄𝒉𝒊𝒓𝒐 𝒙 _____Donde viven las historias. Descúbrelo ahora