Querida Leyenda

El susurro en la oscuridad

'El susurro en la oscuridad'
   
"La noche es oscura, pero en ella   hay estrellas"
                                      —   Antonio machado.

-Esmeralda se despertó con un grito, su corazón latiendo a mil por hora. Había sentido una presencia oscura, como si Voldemort estuviera en la habitación con ella. En su sueño, estaba en un lugar oscuro y frío, rodeada de sombras que susurraban su nombre. De repente, una figura alta y delgada emergió de las sombras: Voldemort. Su rostro pálido y serpentino se acercó a ella, sus ojos rojos brillando con malicia.-

— "Esmeralda..." -susurró Voldemort, su voz como un siseo.-  "Eres mía. Siempre lo has sido. Mí último horrocrux y más importante, la original."

-Esmeralda intentó gritar, pero ningún sonido salió de su boca. Sentía que el miedo la paralizaba, mientras Voldemort levantaba su varita y la apuntaba directamente a ella. Justo cuando pensaba que todo estaba perdido, se despertó, su cuerpo empapado en sudor frío.-

-Se levantó de la cama, mirando a su alrededor, pero no había nadie. La enfermería estaba vacía y silenciosa, excepto por el sonido de su propia respiración agitada.-

-Miró el reloj en la pared y vio que eran las 3:09 de la mañana.-

— ¿Por qué me he despertado a esta hora?

-Se preguntó, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. Se levantó de la cama y se puso una bata, decidida a encontrar algo que hacer para calmar su mente. Mientras caminaba por el pasillo, vio a Draco Malfoy salir del castillo. Sin pensarlo, lo siguió, preguntándose qué estaría haciendo a esa hora.-

-Draco caminaba rápido, sin mirar atrás. Esmeralda lo siguió, manteniendo una distancia prudencial. No sabía qué la impulsaba a seguirlo, pero sentía una conexión extraña con él.-

-Mientras caminaban, Esmeralda recordó la forma en que Draco la había defendido contra Ron Weasley. "¿Por qué lo hizo?", pensó. "¿Y por qué siento que Draco me está escondiendo algo?"-

-La tensión entre ellos era palpable, pero Esmeralda no sabía por qué. Solo sabía que sentía una atracción extraña hacia él, y que Draco parecía sentir lo mismo.-

-De repente, Draco se detuvo y se giró bruscamente. — "¿Por qué me sigues, Esmeralda?" — preguntó con voz fría.

-Esmeralda se quedó sin palabras por un momento, pero luego respondió: — No podía dormir. Sentí... algo. Y luego te vi salir. ¿Qué estás haciendo aquí a esta hora?

-Draco la miró fijamente, sus ojos grises brillando en la oscuridad.—  "Eso no es asunto tuyo" - dijo finalmente, volviendo a caminar.

-Pero Esmeralda no podía dejar de pensar en Voldemort. Sentía que el Señor Oscuro la estaba atacando, incluso en sus sueños. Y no sabía cómo detenerlo.-

— Draco, espera -dijo, alcanzándolo.- Se que tu padre es seguidor de Voldemort y.. quería saber.., ¿Voldemort me está buscando por casualidad?

-Draco se detuvo de nuevo, esta vez con una expresión más dura. — "Esmeralda, hay cosas que no entiendes. Cosas que es mejor que no sepas."

— ¿Qué cosas? - Insistió ella, su voz firme.- Necesito saberlo.

-Draco suspiró, mirando al suelo. — "No puedo decírtelo. No ahora. Pero te protegeré, pase lo que pase."

-Esmeralda sintió una mezcla de alivio y frustración. Sabía que Draco le estaba ocultando algo, pero también sabía que él era su única esperanza para descubrir la verdad.-

— ¿Por qué lo haces?  - Pregunto  finalmente, sin apartar la mirada de él. — Responde.

-Draco negó, y antes de girarse para irse, dijo—  "Si fuera tú, hablaría con Rowena Ravenclaw otra vez."

-Esmeralda frunció el ceño, sorprendida.—¿Cómo sabes que hablé con ella?

-Draco no respondió. Simplemente se dio la vuelta y se alejó, dejando a Esmeralda con más preguntas que respuestas. Mientras caminaban de regreso al castillo, cada uno perdido en sus propios pensamientos, aunque no lo decían en voz alta, ambos sabían que podían confiar el uno en el otro, incluso en medio de la tensión y el misterio que los rodeaba.-

— Da igual.., gracias.

-Esmeralda tocó su cuello sintiendo su collar en el, ¿En qué momento volvió aparecer? En un abrir y cerrar de ojos nuevamente ella sintió una presencia mirándola pero en cambio de asustarte se sintió segura con ella. Mojo sus labios y con sospechas pregunto: -

— ¿Padre?

-En ese entonces, el susurro volvió a escucharse; "Viene por ti, usa el collar, no dejes que robe tu entidad". Esmeralda ante esto trago en seco y asintió. -

— Lo prometo... Te amo.. padre..

-Un viento sacudió a esmeralda y ella cerró los ojos por unos segundos, al otro segundo al abrirlo ya no sentía nada, ni protección, ni la mirada y ni siquiera la presencia de alguien u algo, simplemente estaba ella.-