ii. Draco Malfoy

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Clarisse se despertó en su habitación de la mansión de Los Malfoy, sintiendo nerviosismo y emoción. Hoy era el día de su boda, con Draco. La chica se levantó de la cama y sin perder más tiempo comenzó a prepararse para la ceremonia. Snetia que todo saldría a la perfeccion, todo con Draco había sido perfecto, desde que se convirtieron en novios hasta ser prometidos.

Su vestido de novia, era claramente el mejor y cero básico. No era blanco, era verde con toques negros, Astoria le ayudo a escogerlo alegando que era la mejor representación a su casa de Slytherin.

Su madre entró, ayudándola con el vestido y justo cuando estaban a punto de salir de la habitación, ambas escucharon un ruido detrás de ella. Clarisse se dio la vuelta y vio a un hombre desconocido dentro de la habitación.

—¿Quién eres? —preguntó, asustada.

—Soy alguien que conoce un secreto sobre tu prometido—dijo el hombre, sonriendo. Claramente tenía algo entre manos.

La chica sentía confundida y asustada. ¿Qué secreto podría ser?

—¿Qué secreto? —preguntó, tratando de mantener la calma. No iban a arruinar su noche.

—Draco no es quien dice ser—, dijo el hombre. —Es un agente doble que trabaja para el Ministerio de Magia—.

Clarisse sintió como si me hubieran golpeado. ¿Cómo podía ser? Draco le había dicho que era un seguidor muy fiel de Voldemort.

Pero antes de que pudiera preguntar más, el hombre desapareció.

Se quedé sola en mi habitación, sin saber qué hacer. Pero entonces escuché una voz detrás de mí.

—¿Qué pasa, mi amor? —Preguntó Draco, abrazándola por detrás. Claisse ni siquiera sabia que decir al respecto. Podía ver la marca tenebrosa asomarse por la manga del traje de Draco. ¿Todo era falso?

Se dio la vuelta y lo miró. ¿Era verdad lo que el hombre había dicho? ¿O era solo una mentira?

Pero entonces, vio algo en los ojos de Draco que la hizo dudar. Algo que le hizo creer que el hombre había dicho la verdad.

—Draco, ¿qué es lo que ocultas? —Pregunto claramente preocupada, este pareció no molestarse, de hecho, en sus ojos pudo verse el gran anhelo de contar ese tan esperado secreto.

Draco le sonrió leve, para no preocuparla y le dio un beso corto en los labios.

—Te lo diré todo después de la boda— dijo.

Y con eso, se casamos en una ceremonia íntima en la gran mansión de los Malfoy.

Después de la boda, Draco llevó a Clarisse a una habitación secreta en la mansión.

—¿Qué es esto? — le preguntó asustada, teniendo entre sus manos una placa que no se animaba a leer.

—Es mi verdadera identidad— dijo Draco, sonriendo. El rubio estaba feliz de poder contarle a su novia, ahora esposa su plan.

Y entonces se animó a leer la placa que decía: —Agente doble del Ministerio de Magia—.

Ella se sintió aliviada y feliz. Draco era un héroe, no un villano.

—Me alié con Potter. —Clarisse lo miró como si hubiera dicho algún disparate, pero luego sonrió orgullosa.

—¡Te amo!

—Te amo también— respondió Draco, besándola.

Definitivamente Clarisse se sintió orgullosa de él. Nadie era lo suficientemente valiente como para infiltrarse y desafiar al mismísimo Voldemort.

(...)

Despues de la boda y una noche de bodas fenomenal, había llegado el momento de enfrentarse al mago mas oscuro de todos los tiempos. Llovían hechizos por allí y por allá, a Clarisse la habían rozado mas de tres hechizos y Draco estaba mas que preocupado.

Entonces Greyback, uno de los seguidores de Voldemort, le susurro algo al anteriormente mencionado y este gruño de furia.

—¡Draco Malfoy eres un traidor! —Exclamo antes de puntar con su varita y decir: —¡Avada Kedavra!

Pero alguien se interpuso, pero todo salió mal.

—¡Draco!

—¡Clarisse!  


¿Parte dos?

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 | 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora