Aurora había estado fuera de la ciudad durante dos años, estudiando en el extranjero. Pero ahora había regresado, y todo parecía haber cambiado. La ciudad parecía más grande, más ruidosa, más caótica. Pero había algo que seguía igual: la presencia de Theodore Nott.
Theo, como lo llamaban sus amigos, el segundo príncipe de Slytherin junto con Draco Malfoy. Un chico poderoso, temido y respetado por todos. Pero para Aurora, era algo más. Era el chico que había estado enamorado de ella desde el tercer año.
Aurora recordaba el día que se habían conocido como si fuera ayer. Theo era el anfitrión de una fiesta en Slytherin, y todos hablaban de él. Decían que era el hijo de un mortifago, que era peligroso, que era mejor evitarlo. Pero Aurora no había escuchado. Se había acercado a él, y había visto algo en sus ojos que la había atraído.
—Hola —le había dicho Theo, sonriendo.
—Hola —había respondido Aurora, sonriendo también.
Y desde ese momento, habían sido inseparables. Pero después de cuarto año, Aurora había decidido irse a estudiar al extranjero para aprender mejor sobre la magia oscura. Theo se había quedado en hogwarts, tomando el control del cargo de su padre.
Ahora, Aurora había regresado, y todo parecía haber cambiado. Pero cuando vio a Theo en el aeropuerto, supo que nada había cambiado. Él seguía siendo el mismo, con sus ojos oscuros y su sonrisa seductora y ese acento italiano que hacía sus piernas temblar.
—Aurora —dijo Theo, abriendo los brazos.
—Theo —respondió Aurora, corriendo hacia él.
Y se abrazaron, como si no hubieran pasado dos años sin verse.
—Te he extrañado —dijo Theo, besando su cabello.
—Yo también te he extrañado —respondió Aurora, sonriendo.
Pero cuando se separaron, Aurora vio algo en los ojos de Theo que la hizo dudar. Algo que parecía ocultar un secreto.
—¿Qué pasa, Theo? —preguntó Aurora, preocupada.
—Nada —respondió Theo, sonriendo—. Solo que te he extrañado mucho.
Aurora no se creyó la respuesta de Theo, pero no dijo nada. Se limitó a sonreír, y a disfrutar del momento.
Pero cuando se fueron a casa de Theo, Aurora supo que algo estaba sucediendo. Había mortifagos en la puerta, y la casa parecía un fortín.
—¿Vas a decirme que sucede? —volvió a preguntar Aurora más preocupada que antes.
—Nada —respondió Theo, claramente mentía —. Solo que hemos tenido algunos problemas con los tontos de la orden del fénix.
Pero cuando se fueron a la habitación de Theo, Aurora supo que algo estaba sucediendo. Había una caja en la mesa, con un regalo dentro.
—¿Qué es esto? —preguntó Aurora, sorprendida.
—Un regalo —respondió Theo, sonriendo—. Para celebrar tu regreso.
Aurora abrió la caja, y se quedó sin aliento. Dentro había un collar de diamantes, con una nota que decía: "Para siempre".
—Theo —dijo Aurora, sorprendida—. Es hermoso.
Pero antes de que el italiano respondiera, las puertas de la mansión se abrieron de par en par, dejando ver a Gregory, el ex novio de Aurora y parte de los mortifagos.
—¿Greg? —Pregunto la chica, sorprendida. Este casi parecía echar espuma por la boca, tenia sangre por toda su ropa y en su rostro.
—¡Sabias que volvería, Nott! ¡Me engañaste! Y esta perra también. —Escupió furioso.
—No voy a permitir que le hables así y mucho menos en mi casa. —Lo enfrento igual de furioso, escondiendo a Aurora detrás de él.
—Eres un maldito roba novias. —Lo insultó.
Los pongo al tanto. Aurora conoció a Gregory casi igual que como conoció a Theo. Solo que Gregory fijo un objetivo en cuanto vio a Aurora: ella seria suya y de nadie más, por supuesto.
Aurora tras meses de relación le terminó al darse cuenta de que estaba en la relación mas toxica que podías ver. No podía tener amigos, no podía mirar a personas el sexo masculino y menos si eran los amigos de Gregory. Cuando Aurora le terminó, Gregory se puso como loco cuando encontró a Aurora hablando con Theo en la fiesta donde lo conoció.
Hizo todo un espectáculo y pues Aurora tomo ciertas medidas drásticas.
Y eso al parecer no le gusto.
Aurora sabia que lo que sentía Gregory por ella no era amor, era obsesión.
—¡Es suficiente de tus escenas, Gregory! —Habló Aurora notablemente harta. —No soy tuya.
Eso pareció enfurecerlo más. Comenzó a lanzar hechizos que tal vez ni el propio mago conocía, pero si hacían daño, los utilizaría a todo dar. Los hechizos comenzaron a llenarse en la habitación y Theo y Aurora como podían, se defendían espalda con espalda.
Hasta que Gregory se acercó por detrás de Aurora y la jalo hacia él y le cubrió la boca con su mano impidiendo que llamara al chico Nott quien estaba ocupado entre la nube de hechizos. Hasta que Aurora fue inteligente.
En medio de un forcejeo, ella aprovecho para morder la mano fuertemente de Gregory y gritó en lo que tuvo oportunidad.
—¡Theo! —Gritó.
Esto alertó bastante al italiano quien conjuro un hechizo de protección y salió de entre todos esos hechizos que revoloteaban alrededor y destruían cosas.
—¡Aurora! —La llamó, pero ella no dijo otra palabra. Ahora, gracias a los hechizos, las luces de la mansión habían estallado dejando todo completamente oscuro.
Entonces se escuchó un grito, después un forcejeo y luego un ruido, como si alguien hubiera caído al suelo.
—Aurora... —Susurro Theo. Se asusto tanto y luego grito llamándola. —¡Aurora!
Corrió entre las habitaciones con su varita conjurando un Lumos débil. Hasta que vio una persona parada frente a un cuerpo.
Temió lo peor.
Pero cuando se acerco pudo ver la figura de Aurora parada frente a lo que parecía el cuerpo de Gregory.
Ella sollozaba mientras miraba el cuerpo. Theo se acerco a paso lento y suspiro al verla bien, aunque tenía un par de rasguños en su rostro. La encerró entre sus brazos y la chica se giro inmediatamente y hablo aterrorizada.
—Yo lo mate, Theo. Iré a Azkaban. —Dijo claramente asustada.
—No iras a ninguna parte, Amore mio, no voy a permitirlo. —Aseguró Theo.
Aurora beso la mejilla de Theo con lentitud y luego como si eso hubiera servido en algo, Theo la tomo de las mejillas y la besó en los labios.
Fue un beso algo intenso y desesperado como si hubieran tardado años en hacerlo y las ganas que se tenían la depositaran en ese beso. Se separaron por la falta de aire y juntaron sus frentes para después mirar el cuerpo sin vida de Gregory.
—Tenemos un cuerpo que esconder, amore. —Dijo ella con lentitud y utilizando italiano en su hablar. Lo que prendio un poquito al chico Nott, que llevo las manos a las caderas de la chica y sonrió. —¿Me ayudas?
—Te seguiría hasta el fin del mundo, il mio cuore.
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 | 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫
Random𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 | ¿Miles de historias en un solo libro? ¡Así es! Miles de momentos con tu personaje favorito. Leer la nota del inicio. ---*--- Inicio de la escritura: ↬ 11/08/2024 ↫ Final de la escritura: ↬? ↫ 𝑷𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆 𝒙 𝑶𝒄 𝒑𝒆𝒓...