Tom Riddle nunca creyó que caería de rodillas ante una chica. Jamás. Pero ahí estaba de rodillas en la cama, viendo a su esposa inconsciente. Con sus manos entrelazadas sobre su regazo con una rosa negra entre ellas y una respiración tranquila. Su vestido negro le llegaba a los talones y su cabello negro caía sobre sus hombros.
Quien diría que esa mujer tranquila sobre la cama, había provocado un caos total.
— Vuelve a mí, cara mía. —Murmuro el señor oscuro.
La magia negra, había llegado al corazón de Eleanor tan pronto que ni siquiera pudo ver como se deterioraba, pero eso tenía un origen y un culpable y averiguaría quien era el responsable. Mientras el mundo mágico agradecía la ausencia de su esposa, el rogaba por tenerla de nuevo en sus brazos, cumpliéndole sus caprichos y viéndola matar a sangre fría a cualquier persona que lo mirara con otros ojos.
La habitación permaneció en silencio, expectante, mientras Tom Riddle esperaba que Eleanor despertara, pero jamás lo haría. La respiración de la mujer era débil y constante. La rosa negra entre sus manos parecía una ironía, un recordatorio de la pasión y el amor que ahora parecían perdidos.
Tom se levantó de la cama, su rostro contorsionado de rabia y desesperación. —No pueden haberle hecho esto —dijo, su voz baja y peligrosa—. Me arrebataron a mi mujer.
Peter Pettigrew se acercó, su rostro pálido de miedo. —Mi señor, debemos encontrar al responsable...
Pero Tom Riddle no lo escuchó. Su mente ya estaba llena de pensamientos de venganza, de muerte y destrucción. —Quiero que sufran —dijo, su voz llena de veneno—. Quiero que todos aquellos que se atrevieron a lastimarnos paguen con su vida.
La habitación se sumió en un silencio ominoso, lleno de la promesa de muerte y destrucción. Tom Riddle comenzó a planear su venganza, utilizando toda su magia y poder para encontrar al responsable.
Días pasaron, y la búsqueda de Tom Riddle se intensificó. Cualquiera que hubiera estado cerca de Eleanor fue interrogado, torturado y asesinado. La oscuridad se extendió por todo el reino mágico, y nadie se atrevió a salir de su casa.
Y en medio de todo esto, Tom Riddle no dejaba de pensar en Eleanor, en su amor oscuro y posesivo. La recordaba sonriendo, riendo, matando. La recordaba como su igual, su compañera en la oscuridad.
—Ella es mía —dijo, su voz baja y peligrosa—. Siempre será mía.
La rosa negra se convirtió en un símbolo de su amor eterno, un recordatorio de la pasión y la muerte que los unía. Y aunque Eleanor no despertara, Tom Riddle sabía que su amor no moriría.
—Vendré por ti —dijo, su voz llena de emoción—. Te encontraré, te despertaré, y juntos seguiremos nuestro camino de destrucción y muerte.
La oscuridad parecía haberse vuelto aún más densa, como si la propia sombra de Tom Riddle se hubiera extendido por todo el reino. Y en ese momento, nadie podía detenerlo. Nadie podía detener su venganza, su amor oscuro y su sed de muerte.
Tom Riddle sabía que debía encontrar una forma de restaurar su corazón, de cambiar su corazón oscuro por uno puro. La magia negra que había utilizado para mantenerla con vida había llegado demasiado lejos, y solo un corazón puro podría revertir el daño.
EL mago comenzó a buscar un corazón puro, alguien que fuera capaz de amar sin condiciones, sin miedo ni egoísmo. Su búsqueda lo llevó a los rincones más recónditos del reino mágico, donde encontró a alguien por fin.
Él sabía que esa persona era la clave para salvar a Eleanor. Sería difícil, pero quemaría el mundo entero de ser necesario con tal de salvar a su mujer.
Mientras tanto, Tom Riddle también buscaba al culpable de la condición de Eleanor. Su investigación lo llevó a un grupo de magos oscuros que habían estado trabajando en secreto para destruir a Eleanor y debilitar a Tom Riddle.
El líder del grupo era un mago llamado Malakai, un hombre cruel y ambicioso que había estado buscando venganza contra Tom Riddle durante años.
Encontró a Malakai en un bosque oscuro, rodeado de sus seguidores. La lucha fue intensa, pero Tom Riddle emergió victorioso.
—Tú eres el responsable —dijo Tom Riddle, su voz llena de ira.
Malakai sonrió, su rostro contorsionado de odio. —Sí, lo soy —dijo—. Y siempre lo seré.
Tom Riddle lo mató con un hechizo mortal, pero no antes de obtener la información que necesitaba. Malakai había estado trabajando con un poderoso mago llamado Arcturus, quien había creado el hechizo que había destruido el corazón de Eleanor.
Tom Riddle sabía que debía encontrar a Arcturus y obtener el antídoto para el hechizo. Solo entonces podría salvar a Eleanor.
Con la información en mano, Tom Riddle regresó con aquel apersona de corazón puro, de un tirón lo arranco del pecho del humano y al tener ese corazón blanco como la nieve palpitar entre sus manos, sintió poder.
Regreso a la mansión tan pronto y corrió con su esposa. Se arrodillo y adentro su mano en el pecho de la mujer y saco es corazón oscuro de un tiro. Escucho un quejido por parte de su amada y cuando puso el corazón blanco en su pecho, espero expectante.
La habitación estaba en silencio, expectante, mientras Tom Riddle esperaba que Eleanor despertara. Su corazón latía con ansiedad, su alma anhelaba reunirse con la suya.
De repente, Eleanor movió ligeramente la mano. Tom Riddle se acercó, su rostro contorsionado de emoción. —Eleanor, mi amor —dijo, su voz temblorosa.
Eleanor abrió los ojos, su mirada débil al principio, pero luego se hizo más fuerte. Tom Riddle se arrodilló junto a ella, su corazón latiendo con alegría.
—Tom —dijo Eleanor, su voz débil pero llena de emoción.
Tom Riddle la abrazó con fuerza, su rostro enterrado en su cabello. —Nunca más —dijo Tom Riddle, su voz llena de emoción—. Nunca más estarás lejos de mí.
Eleanor sonrió, su rostro radiante de felicidad. —Nunca más —dijo—. Estoy aquí para ti, siempre.
La habitación se llenó de una luz cálida, y la oscuridad pareció retroceder. Tom Riddle sabía que su amor no había muerto, que Eleanor había vuelto a él.
—Te amo —dijo, su voz llena de anhelo.
—Te amo —respondió Eleanor, su voz débil pero llena de pasión.
Tom Riddle la besó, su boca hambrienta de su amor. Eleanor respondió con igual pasión, su cuerpo débil pero su alma fuerte.
La rosa negra entre sus manos parecía ahora un símbolo de su amor eterno, un recordatorio de que incluso en la oscuridad, el amor puede prevalecer.
En ese momento, nada más importaba. La venganza, la muerte y la destrucción se esfumaron, y solo quedó el amor de Tom Riddle y Eleanor. Un amor oscuro y posesivo, pero verdadero.
Y en ese momento, el tiempo se detuvo. Solo existían ellos dos, unidos en su amor eterno. La oscuridad se esfumó, y solo quedó la luz de su amor.
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 | 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫
Random𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 | ¿Miles de historias en un solo libro? ¡Así es! Miles de momentos con tu personaje favorito. Leer la nota del inicio. ---*--- Inicio de la escritura: ↬ 11/08/2024 ↫ Final de la escritura: ↬? ↫ 𝑷𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆 𝒙 𝑶𝒄 𝒑𝒆𝒓...