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- ¡Oye, Kath! - Sentí a mi hermano mayor sacudiéndome con fuerza, intentando que me levantara y me preparara para ir a la escuela. - Katherine, si en diez minutos no estás abajo, lista para irnos, volveré, y no te va a gustar.

- Cómo te odio, Jacob - murmuré, después de que me sacudió de nuevo. Como venganza, le lancé una almohada que le dio en la cabeza.

- Mejor prepárate, Embry y Quill están por llegar.

Hice lo mejor que pude, ya que tenía menos de diez minutos, pero al final, era mi culpa. Una vez terminé, bajé las escaleras y allí estaban mi hermano y sus amigos, hablando de Sam. Siempre hablando de ellos, de Sam y sus súbditos.

- ¿Ya nos vamos, o van a seguir deseando estar con Sam? - Me apuraron para ahora estar perdiendo el tiempo hablando de eso.

- Ahora te aguantas - dijo mi hermano, como siempre.

- El que se va a aguantar serás tú después de que le diga a Sam todo lo que dicen de él.

El comentario hizo que todos se callaran al instante. Pude sentir cómo la tensión llenaba la habitación. Jacob me lanzó una mirada seria, una mezcla de advertencia y desafío. Sabía que había tocado un punto sensible, y aunque no tenía intención de delatar a nadie, disfruté del poder momentáneo que tenía sobre ellos.

- No te atreverías, Kath - dijo Embry con una sonrisa forzada, tratando de aligerar el ambiente.

- Oh, claro que no... si me llevan a la escuela ahora mismo - respondí, levantando una ceja en un desafío juguetón.

Jacob suspiró, claramente frustrado. Sabía que estaba jugando con fuego, pero no me importaba. Que divertido era tener el control, aún que solo sea de esta situación tan insignificante.

- Vamos, no hagamos esto más difícil - intervino Quill, uno de los amigos de mi hermano, tratando de mediar en la situación.

Finalmente, Jacob se levantó, tomando las llaves del auto y lanzándome una última mirada de advertencia.

- Más te vale que mantengas la boca cerrada - murmuró antes de dirigirse a la puerta.

- Tranquilo, Jack. Tu secreto está a salvo conmigo - respondí, siguiendo a los chicos hacia el auto.

El camino hasta la escuela fue como siempre, tranquilo y con algunas intervenciones de sus clases pero me importaban muy poco. Una vez llegamos, los antiguos amigos de mi hermano estaban parados cerca de la camioneta de Sam.

A mí me afectaba muy poco que Jared y Paul se hayan ido con Sam, yo los conocía desde muy chica y no iba a negar que si les tenía cariño pero fueron ellos los que se alejaron. No podíamos estar tristes por eso. Pero a mi hermano y a sus amigos sí que les afectaba; bastaba con ver las miradas nostálgicas que les dirigían.

- Chicos, si siguen así, la gente va a pensar que están enamorados - dije, colocándome frente a ellos para que dejaran de mirar hacia donde estaban. - Mejor entren, yo iré a buscar a Seth. Nos vemos en el almuerzo. - Me despedí con un gesto de la mano y me dirigí a buscar a mi amigo.

Caminé durante varios minutos, buscando a Seth sin éxito. ¿Acaso no habría venido hoy? Estaba a punto de darme por vencida cuando, de repente, vi a Leah dirigiéndose hacia su salón. Aceleré el paso, casi corriendo para alcanzarla, y cuando por fin llegué a su lado, le pregunté con la voz un poco agitada:

MOON | • Paul Lahote • Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora